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Los sonidos penquistas que convergen en una fotografía

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Si hay algo que definen las fotografías de Mariana Soledad es la comunicación que logran con el receptor. Estando al otro lado del tiempo y el espacio, éste pareciera igualmente estar ahí, justo en el momento del click. Ese parpadeo que se hace eterno, en el decir de Walter Murch, es presente vivo para el testigo de sus obras.

Las (imágenes) de esta penquista de 30 años nuevamente encuentran un espacio para exponerse, mostrarse y develarse a los ojos de los visitantes que lleguen a la Galería Aura. Hoy, a las 19.30 horas, se inaugura ahí "Convergente", muestra de 10 fotografías, la cuales estarán disponible en la dirección de Ongolmo 78, hasta el 20 de diciembre próximo.

El conjunto proyecta los últimos 4 años de trabajo de esta artista y diseñadora, que ahora convergen en un conjunto de ideas, según plantea, que apelan a cómo quiere verse plasmado el músico.

"Y como resultado de un análisis, referentes e información de su tendencia, puedo proponer una idea que se transformará en una imagen, que converge en la coherencia y en la esencia de cada artista", argumenta quien lleva 5 años en el ruedo fotográfico.

Mariana Soledad logra así un resultado que está en la imagen, donde el modelo "habla de él" y su propuesta. "Lo que propongo y quién soy como músico, cómo espero que me vean y, finalmente, el qué propongo", señala.

ESTAR CON MÚSICOS

Aunque hace 11 años asiste a eventos relacionados con música, donde "siempre disfrute hacer fotos", nunca lo vio como un trabajo. "En el paso del tiempo conocí gente que sí trabajaba de esto. Bueno mientras estudiaba y trabajaba en Duoc UC, mi jefa en ese tiempo me dijo 'por qué no te dedicas, tienes talento para eso y te hace feliz' (...) De ahí me propuse unificar todo lo aprendido en una imagen y lograr una propuesta diferente", comenta.

- Creo que el contenido que me dio el Diseño de Ambientes fue fundamental para que mis propuestas tengan una idea. Y no sólo mía, sino también de cada artista, el cual tiene una lluvia de ideas en su cabeza y quiere algo que aún no sabe qué es.

- Todos hacemos nuestro arte con mucha pasión, pero creo que la mía es vivir la música en vivo como una experiencia que trato de plasmar. En el caso de mis registros en vivo, como la exposición permanente de la Fuente Penquista, no sólo son imágenes, son experiencias, son momentos que vivo. Ahora las sesiones (programadas) creo que mi marca está en como armo algo que lo hace una pieza que es reconocible, porque habla de la esencia y coherencia de cada músico.

- Como en los discos, el en vivo es la adrenalina, y un conjunto de sentimientos que te hacen lograr una empatía con el músico que está en el escenario. Por otro lado, las sesiones tienen su cuota de instantes que son únicos y que se tienen que reflejar en la propuesto final. Hay algo más de exigencia ahí.

- Es una vitrina, como dices, que espera ser vista por la gente. Mi objetivo es que cuando vean esa foto en cualquier lugar recuerden a ese músico, quién es. Como las fotografías de Annie Leibovitz quien para mí es un referente, o Mick Rock. Son fotógrafos cuyas imágenes son vistas por mucha gente, incluso, quienes no conocen ni saben de su obra.

- Necesito su compromiso, que dejen de ser una banda que pretende algo, pero que tengan sus objetivos y metas claras. Mi mayor admiración es por los músicos que son perseverantes y talentosos. Personalmente, sin eso no existe gran motivación. Cuando me hacen ver que logro su objetivo, a través de su imagen, es una satisfacción, y siento que he logrado la esencia de lo que quiere y espera mostrar a su público.