Científicos UdeC crean compuesto que permitiría remover el arsénico del agua
El arsénico (As) es un elemento que está presente en la naturaleza. Éste puede ser encontrado en diferentes concentraciones y repartido en forma orgánica e inorgánica por las rocas, el aire y las aguas subterráneas de la corteza terrestre. Este último recurso es utilizado ampliamente para el regadío en la agricultura, y en él se basa la producción de al menos el 40% de los alimentos que se elaboran en todo el planeta.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha demostrado durante las últimas décadas una constante preocupación por el uso de medios acuíferos provenientes de napas, debido a que en algunas zonas, los niveles de arsénico superan las 10 partes por billón (ppb). Dicha medida representa para la entidad el nivel máximo aceptable para el consumo humano.
Lo anterior se debe a que el contacto prolongado con este metaloide podría provocar alteraciones que van desde lesiones cutáneas leves hasta el desarrollo de enfermedades graves como el cáncer. Estos efectos pueden ser incluso peores si las personas son expuestas a la forma inorgánica del compuesto, lo que se debe principalmente a su alta toxicidad.
Dichos antecedentes dieron base al desafío que un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Concepción (UdeC) trató de resolver con la creación de un nuevo compuesto híbrido, cuya efectividad en la remoción del arsénico del agua ya fue comprobada en diversos experimentos, los que emplearon, entre otras cosas, muestras proveniente del norte.
Para el Dr. Bruno Urbano, quien es uno de los académicos del Departamento de Polímeros que estuvo a cargo de la iniciativa, este avance representa una oportunidad para mejorar las estrategias que actualmente se aplican en el abatimiento de este elemento. Lo anterior, debido a que el producto desarrollado por su equipo permitiría no solamente alcanzar los niveles propuestos por la OMS, sino que también evitar el empleo de procesos secundarios en la eliminación de este metaloide.
"Las escalas en las que hemos estado probando son diferentes. La industrial tiene caudales muy grandes, con muchos kilos de medios adsorbentes, por lo que no es igual a la nuestra, la de laboratorio. Sin embargo, los resultados son sumamente promisorios, y nuestro próximo desafío es intentar aplicarlo a éstas", relató el especialista en química.
Mayor eficiencia
Los métodos que actualmente se utilizan para remover el arsénico del agua difieren en varios aspectos del elaborado por el equipo de Urbano. Mientras los primeros normalmente requieren de una etapa adicional, en la que el medio es oxidado con el objetivo de aumentar la concentración de arseniatos, la nueva técnica actuaría de forma directa, ya que posee la capacidad de interactuar eficientemente con los arsenitos.
Ello no sólo reduciría los tiempos de procesamiento, sino que también la cantidad de subproductos residuales derivados de la fase complementaria. Con ello, los científicos calculan que además se eliminaría el costo asociado a la instalación y la operación de la infraestructura utilizada en dicha etapa, lo que simplificaría todavía más el procedimiento.
Este aspecto resulta sumamente relevante para el especialista en química, ya que su compuesto podría beneficiar a las ciudades que naturalmente poseen una alta concentración de arsénico en sus medios acuíferos, como lo son Antofagasta, Calama, Santiago, San Pedro de Atacama, entre otros. El académico de la UdeC explicó: "Los resultados que tenemos indican que este material puede ser reutilizable. Esa es una ventaja importante respecto de otros compuestos, ya que como las concentraciones de este metaloide varían durante el año, es necesario recambiar el medio adsorbente varias veces. Como el nuestro puede ser usado hasta en tres ocasiones, los gastos de las empresas se abaratarían considerablemente".
Segunda etapa
La investigación que llevó a la creación del híbrido, el que está basado en la mezcla de un polímero orgánico con un óxido, fue llevada a cabo por un equipo académico compuesto por los doctores Bernabé Rivas, Jorge Yáñez, Cristián Campos y Bruno Urbano. A lo largo de ella, el grupo también recibió el apoyo de las empresas Novaguas, Simtech, y del licenciado en química de la misma casa de estudios, Leandro Toledo.
Sin embargo, aún quedan varios desafíos por resolver. Uno de ellos está representado por la segunda etapa del proyecto financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico de Investigación y Desarrollo en Acción (Fondef IDEA), en el que el conjunto de docentes intentará llevar la aplicación del compuesto a una escala más grande.
Para ello, Urbano relata que necesitarán incorporar otras disciplinas al equipo, ya que necesitarán emplear conocimientos pertenecientes a otras áreas de estudio. Al respecto, el especialista afirmó: "Ahora tendremos que trabajar en otros aspectos, como lo son el escalamiento y la realización de estudios de mercado. En este punto necesitaremos de la participación de empresas, y de un componente de ingeniería bastante grande".
Adicionalmente, el grupo de académicos planea publicar en el corto plazo un artículo con las conclusiones derivadas de los dos años de investigación. Esto último debió retrasarse durante al menos un mes y medio, ya que los docentes debieron solicitar una patente al Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI), la que les permitiría proteger la idea de plagios y reproducciones.
Con esto, Urbano espera continuar con las indagaciones respectivas a la remoción del arsénico del agua. Eso sí, tanto él como su equipo esperan que en un futuro se lleven a cabo otros proyectos, los que permitan generar mayores avances científicos en esta área.