Una mayor cantidad de vehículos circulando y la insuficiente educación vial de parte de la población son factores que ayudaron a triplicar la cantidad de accidentes de tránsito en la Región del Biobío en la última década, incremento especialmente notorio en las zonas urbanas de nuestro territorio.
Así lo indicó Carabineros de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (Siat) de Concepción al ser consultado respecto a la frecuencia local de siniestros vehiculares.
El pasado fin de semana la colisión de una camioneta con un taxibús, ocurrida en el camino que une Chiguayante con Concepción, tuvo como resultado la muerte de dos personas y varios lesionados, lo que reactivó la discusión respecto al mayor cuidado en las vías, tanto por el lado de los conductores como por el de los peatones.
En 2007, Biobío registró 4.701 accidentes en total, según estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. El año pasado esa cifra alcanzó los 11.489 accidentes.
El crecimiento total es concordante respecto a los eventos en zonas urbanas, creciendo éstos en 10 años de 3.603 (en 2007) a 9.245, lo que se traduce en que más del 80% de los accidentes regionales ocurridos en 2016 fueron en zonas urbanas.
Las colisiones fueron el tipo de siniestro más registrado el año pasado, con un 50,9%, según los datos de Conaset.
El teniente Osvaldo Mellado, de la Siat penquista, señaló que Carabineros constantemente hace campañas de educación con la comunidad para informar respecto a los riesgos de un comportamiento irresponsable en las arterias públicas.
"Este año, por ejemplo, se incrementó el número de charlas que se hacen en los colegios, con la finalidad de crear consciencia desde corta edad", afirmó.
Consultado si hay métodos o tecnología para hacer un mejor control en las calles y carreteras, Mellado indicó que las fiscalizaciones que se hacen hoy se basan en antecedentes como lugares donde se generan mayor cantidad de infracciones o accidentes. "Los servicios se focalizan en esos sectores, tecnológicamente no conozco algún otro medio para hacer prevención, antes existían los fotorradares, pero habría que ponerlos en todos lados", dijo.
Respecto al aumento de los accidentes en la última década, el oficial de Carabineros apuntó a que el parque automotriz creció de manera importante en el mismo lapso y a la falta de la cultura de compartir el auto.
EVENTUALIDADES
Hoy se discute en el país la opción de reducir la velocidad máxima permitida en zona urbana de 60 a 50 kilómetros.
El teniente Mellado explicó que un cambio de estas características ayudaría a reducir las víctimas fatales. "El número de accidentes quizás no bajaría, pero sí se reducirían las consecuencias. Hay un 60% de posibilidades de morir atropellado si la velocidad del móvil es superior a los 60 kilómetros, que es la máxima actual en zona urbana", expresó.
Mellado comentó finalmente que por muchas medidas que se realicen para prevenir y mitigar los accidentes, éstos, por desgracia, no dejarán de suceder, ya que muchas veces hay eventualidades presentes en los siniestros.
"Por ejemplo, el accidente del sábado (del taxibús y la camioneta) cuando llovía, se produjo por un fenómeno llamado hidroplaneo, en el cual se pierde la adherencia entre la banda de rodadura de los neumáticos con la carpeta de rodado a causa del agua, lo que hace que el conductor pierda el control. Una falla mecánica también puede ser otra eventualidad", explicó.