"¡Oye, 'Che'! Quieren hablar contigo", comenta uno de los jugadores del equipo de fútbol de Biobío. Cristián Vivanco (16) aparece con un mate en mano. En efecto, es argentino y juega por el Biobío. Es su debut. "Llegué en marzo del año pasado a Huachipato por el profesor Alejandro Padilla, me probé y quedé", cuenta el nacido en Neuquén que junto a sus padres tomó la decisión de emigrar al otro lado de la cordillera a probar suerte en su pasión. "Tenía la opción de irme a Comodoro Rivadavia, pero quizás sin las mismas oportunidades y porque quedaba mas lejos. Y mis papás apoyaron mi decisión", aclara.

Confiesa que lo más difícil ha sido el estar lejos de su familia, aunque pudo estar con ellos 10 minutos cuando la caravana pasó por Neuquén. "Hacía cuatro meses que no veía a mis viejos", comenta en alusión al maratónico viaje de la delegación rumbo a Chubut.

Juega de volante mixto por derecha y espera con ilusión que el equipo pueda llegar a instancias decisivas, pese a que el grupo que le tocó asoma titánico con rivales de peso como Río Negro y La Pampa. "La experiencia en el equipo ha sido muy linda y con el 'profe' Pancho (Francisco Troncoso) se trabaja mucho la formación de jugadas. Además, los compañeros han subido mucho su nivel por la forma de entrenamiento que tiene y de su forma de ver el fútbol", cuenta.

Confiesa entre risas que no lo molestan por ser argentino. Por el contrario, aquello lo aprovecha a favor. "Conozco cómo juegan mis compatriotas y por eso le doy consejos al equipo, como por ejemplo tratar de poner más la pelota en el piso porque ellos (los argentinos) van a tratar de ir al juego brusco", advierte.

¿Opciones para Biobío? "Es un grupo difícil el que nos tocó. Sabemos lo que es enfrentar a La Pampa. Por lo menos el año pasado demostraron su nivel cuando se jugó en Biobío, al igual que Neuquén", cuenta el alumno del Ceia de Janequeo que antes estuvo en el Liceo B22 de Talcahuano.

Al ser consultado por el club de sus amores no duda: "Huachipato". ¿Y de Argentina? "Mmmm, ¡Huachipato!", responde entre risas. El 'Che' prefiere no 'quemarse'.