Generación de energía y eficiencia en su uso
En una lista de bienes escasos y también preciados para Chile en los próximos años, seguramente la energía ocupará los primeros lugares.
El ahorro de energía se ha convertido en un tema país. Y, desde una mirada de futuro, Chile deberá aumentar su oferta energética en al menos un 30% para los próximos años. Por otro lado, desde una visión individual, los costos energéticos han crecido y provocado un impacto en los bolsillos de la gente, por lo que ser más eficientes es hoy día una prioridad. En ambos casos planteados, apelar a la sustentabilidad es lo que resulta conveniente.
Chile ha suscrito acuerdos y establecido regulaciones respecto al tipo de energía a producir en el futuro, lo que nos obliga a reducir emisiones de dióxido de carbono (CO2) de manera sostenida. En lo concreto, esto por un lado significa producir las llamadas energías limpias y/o renovables, pero también implica reducir consumos que derivan en costos innecesarios e ineficiencias en la producción.
Así, al hablar de eficiencia energética también nos referimos a ser más eficientes en el uso de energía como una forma de colaborar con el desarrollo de Chile, complementando la generación y uso de nuevas fuentes. En este caso aplica la máxima "la mejor central de energía es la que se deja de construir, fruto del ahorro".
En este contexto, un plan de eficiencia energética tiene un doble atractivo para las empresas. Por un lado, establece cuáles son los bloques menos eficientes y las causas de estos, y por otro reduce la Huella de Carbono (HC), lo que es cada día más importante como factor de competitividad en los negocios.
Es así que algunas actividades como la implementación de sistemas de gestión de energía, el uso de fuentes de generación menos intensas en CO2 y una cultura orientada hacia la eficiencia, ayudarán a convertirnos en un país más sustentable y competitivo.
académico Área Procesos
Industriales,
Inacap
Concepción-
Talcahuano