Que el ruido proveniente del tráfico vehicular o de las maquinarias utilizadas en obras sean calificados como molestos, y que el sonido que emiten fuentes de la naturaleza como el mar es tan agradable como relajante son hechos que pocas personas negarían y así lo reafirman los resultados del "Estudio de hábitos de cuidado auditivo en Chile 2017" que el centro auditivo Gaes realizó en distintas ciudades, incluyendo a Concepción, con una muestra de 1.449 personas.
Pero, estas preferencias no son las únicas detalladas en la encuesta, ni tampoco los datos más interesantes que se hallaron; hay otros que así como llaman la atención, prenden las alarmas, como que 3 de cada 10 personas reconozcan que no oyen bien, y sobre todo aquellos que dan cuenta de conductas que pueden terminar en pérdida de la audición o hipoacusia, destacó la fonoaudióloga Gloria Sanguinetti, analista de Audiología y Calidad de Gaes Chile.
CONDUCTAS NOCIVAS
Uno de estos es en relación a la exposición al ruido por elección, con la música como protagonista. "En general, de cada 10 personas, 4 dice que escucha música a elevada intensidad y, además, con los audífonos inadecuados, los intraauriculares, que se insertan en el oído y quedan muy cerca del tímpano", contó la profesional, dos factores que se potencian entre sí y podrían llevar a una merma importante de la capacidad auditiva.
Agregó que el estudio reflejó que dentro de la casa también hay acciones que contribuyen a la pérdida auditiva, como escuchar radio o televisión a elevada intesidad, a veces por gusto, otras por necesidad. "En el caso de quienes viven en ciudades como Concepción o Santiago, donde hay más contaminación acústica ambiental, para combatir el ruido ambiente y lograr escuchar música o televisión deben subir demasiado el volumen para que sea audible", precisó.
De la mano de lo anterior, contó que desde la experiencia de Gaes, muchas de las personas que se someten a una evaluación auditiva, afirman que la exposición a la música descrita, principalmente con audífonos, es de 3 a 4 horas al día. Exposición a elevada intensidad y el tiempo prolongado se transforman en una combinación que llevará directo al daño auditivo, el que además es similar al que genera la radiación ultravioleta del sol, acumulativo en el tiempo y también progresivo, que suele avanzar de manera imperceptible, haciendo que la persona vaya acostumbrándose a oír mal. "A no ser que abarque áreas del lenguaje, las personas no se van dando cuenta que están perdiendo audición", apuntó.
Otro punto relevante para la especialista, y que tiene que ver con las conductas descritas, se relaciona con que el daño auditivo cada vez se evidencia en edades más tempranas, explicando que si bien la merma en la audición forma parte del proceso natural de envejecimiento (presbiacusia), esto es esperable cuando la persona entra a la tercera edad. "Si antes se está consultando, se considera que una persona es joven para presentar daño. No obstante,estamos viendo que de los 30 a 40 años de edad es el peak de personas que consulta por tinnitus, zumbido en los oídos, y que indica que hay daño auditivo", alertó.
TOMAR CONSCIENCIA
Por lo expuesto, Gloria Sanguinetti recalcó que lo más importante es tomar consciencia, pues según la Organización Mundial de la Salud, la hipocausia, que afecta a cerca de un millón de personas en Chile, es prevenible en el 50% de los casos.
Para ello hay que evitar al máximo la exposición nociva al ruido y en el caso de que no sea posible por motivos como el trabajo, tener todos los resguardos necesarios como el uso de protectores de oídos. "Si escuchan música lo ideal es que sea con audífonos supraauriculares (sobre la oreja). Además, ni música ni televisión debe escucharse a una intesidad que supere los 80 decibeles, que es cerca de tres cuartos del rango de volumen que tienen los aparatos", explicó. Pero, sobre todo, primordial es consultar a tiempo para prevenir gravesconsecuencias, por lo que su principal recomendación es que las personas se realicen chequeos auditivos de manera periódica, principalmente cuando saben que se han expuesto a factores nocivos y/o si notan señales como necesidad de que que les repitan las palabras o de subir el volumen de la televisión o radio, dificultad para mantener conversaciones en ambientes ruidosos o si al hablar por teléfono escucha mejor de un oído que del otro.