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Elegir ir a votar

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Estamos cerca de un momento importante dentro de las decisiones que tomamos como país; nos encontramos a pocas semanas de un proceso de elecciones y, a pesar de que el ambiente no está aún contagiado por la campaña, progresivamente el debate en medios de comunicación nacionales, entrevistas y visitas a comunidades, universidades y propaganda electoral nos recuerdan que pronto debemos decidir entre algunos candidatos.

La primera decisión es ir o no a votar, donde la figura del voto voluntario aparece como un primer determinante. Independiente de ello, debemos explicitar y socializar con nuestros pares, hijos, familiares u otros, la importancia que este proceso tiene en nuestro día a día, por muy lejano que nos parezca.

Elegir asistir a votar da validez a un proceso de elecciones, pero a la vez da cuenta de la responsabilidad que cada ciudadano tiene con el futuro de su entorno. No debemos dejar que otros tomen decisiones por nosotros. Algo que deben asumir las generaciones más jóvenes orientadas a mayor autonomía, pocas barreras idiomáticas y en constante búsqueda de la inmediatez. Deben asumir que el actual escenario, independiente de nuestro parecer, es la cancha donde estamos jugando.

La segunda decisión es por quién votar. Se trata de un proceso de concientización de lo que esa persona desea, debe discernir entre lo que busca y lo que está dispuesto a movilizarse. Al tomar una decisión, dejará otros aspectos no cubiertos, pues un candidato no será perfecto y no complacerá a cabalidad lo que cada uno busca, pero también se debe tener presente que la toma de decisiones en distintos planos siempre tendrá consecuencias y algunas de éstas son que, al inclinarse por algún ámbito, se van a desatender otros.

Al igual que cualquier acción cotidiana, este proceso nos lleva a evaluar los atributos de cada opción, poner en una balanza todos los pros y contras, y así tomar una decisión que conlleva consecuencias. Un ejercicio que, por obvio que parezca, no siempre se analiza en detalle y que puede permitirnos ver el valor que tienen procesos, como las elecciones que se acercan.

psicólogo y

académico

Fac. de Psicología, USS

Estudio reflejó prevalencia de hábitos nocivos para los oídos

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Que el ruido proveniente del tráfico vehicular o de las maquinarias utilizadas en obras sean calificados como molestos, y que el sonido que emiten fuentes de la naturaleza como el mar es tan agradable como relajante son hechos que pocas personas negarían y así lo reafirman los resultados del "Estudio de hábitos de cuidado auditivo en Chile 2017" que el centro auditivo Gaes realizó en distintas ciudades, incluyendo a Concepción, con una muestra de 1.449 personas.

Pero, estas preferencias no son las únicas detalladas en la encuesta, ni tampoco los datos más interesantes que se hallaron; hay otros que así como llaman la atención, prenden las alarmas, como que 3 de cada 10 personas reconozcan que no oyen bien, y sobre todo aquellos que dan cuenta de conductas que pueden terminar en pérdida de la audición o hipoacusia, destacó la fonoaudióloga Gloria Sanguinetti, analista de Audiología y Calidad de Gaes Chile.

CONDUCTAS NOCIVAS

Uno de estos es en relación a la exposición al ruido por elección, con la música como protagonista. "En general, de cada 10 personas, 4 dice que escucha música a elevada intensidad y, además, con los audífonos inadecuados, los intraauriculares, que se insertan en el oído y quedan muy cerca del tímpano", contó la profesional, dos factores que se potencian entre sí y podrían llevar a una merma importante de la capacidad auditiva.

Agregó que el estudio reflejó que dentro de la casa también hay acciones que contribuyen a la pérdida auditiva, como escuchar radio o televisión a elevada intesidad, a veces por gusto, otras por necesidad. "En el caso de quienes viven en ciudades como Concepción o Santiago, donde hay más contaminación acústica ambiental, para combatir el ruido ambiente y lograr escuchar música o televisión deben subir demasiado el volumen para que sea audible", precisó.

De la mano de lo anterior, contó que desde la experiencia de Gaes, muchas de las personas que se someten a una evaluación auditiva, afirman que la exposición a la música descrita, principalmente con audífonos, es de 3 a 4 horas al día. Exposición a elevada intensidad y el tiempo prolongado se transforman en una combinación que llevará directo al daño auditivo, el que además es similar al que genera la radiación ultravioleta del sol, acumulativo en el tiempo y también progresivo, que suele avanzar de manera imperceptible, haciendo que la persona vaya acostumbrándose a oír mal. "A no ser que abarque áreas del lenguaje, las personas no se van dando cuenta que están perdiendo audición", apuntó.

Otro punto relevante para la especialista, y que tiene que ver con las conductas descritas, se relaciona con que el daño auditivo cada vez se evidencia en edades más tempranas, explicando que si bien la merma en la audición forma parte del proceso natural de envejecimiento (presbiacusia), esto es esperable cuando la persona entra a la tercera edad. "Si antes se está consultando, se considera que una persona es joven para presentar daño. No obstante,estamos viendo que de los 30 a 40 años de edad es el peak de personas que consulta por tinnitus, zumbido en los oídos, y que indica que hay daño auditivo", alertó.

TOMAR CONSCIENCIA

Por lo expuesto, Gloria Sanguinetti recalcó que lo más importante es tomar consciencia, pues según la Organización Mundial de la Salud, la hipocausia, que afecta a cerca de un millón de personas en Chile, es prevenible en el 50% de los casos.

Para ello hay que evitar al máximo la exposición nociva al ruido y en el caso de que no sea posible por motivos como el trabajo, tener todos los resguardos necesarios como el uso de protectores de oídos. "Si escuchan música lo ideal es que sea con audífonos supraauriculares (sobre la oreja). Además, ni música ni televisión debe escucharse a una intesidad que supere los 80 decibeles, que es cerca de tres cuartos del rango de volumen que tienen los aparatos", explicó. Pero, sobre todo, primordial es consultar a tiempo para prevenir gravesconsecuencias, por lo que su principal recomendación es que las personas se realicen chequeos auditivos de manera periódica, principalmente cuando saben que se han expuesto a factores nocivos y/o si notan señales como necesidad de que que les repitan las palabras o de subir el volumen de la televisión o radio, dificultad para mantener conversaciones en ambientes ruidosos o si al hablar por teléfono escucha mejor de un oído que del otro.

GPS y celulares podrían fallar con tormenta magnética solar

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Aunque no es un hecho aislado, por estos días ha estado dando de qué hablar una tormenta magnética en curso, que se podría extender hasta el sábado o domingo.

La alerta la encendió el Centro de Meteorología de Rusia, que ha tenido eco en distintos puntos del mundo, principalmente porque este fenómeno producido por la llegada a la Tierra de viento solar y que podría provocar alteraciones en algunos sistemas de navegación satelital o telecomunicaciones como GPS y celulares.

"Todo lo que viene por el aire por medio de ondas electromagnéticas puede verse afectado", afirmó el doctor Alberto Foppiano, profesor titular del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Concepción.

Desde allí, el experto explicó que las tormentas magnéticas, que están teniendo presencia desde el 6 de septiembre, son eventos que se dan en casi cualquier punto de la Tierra y donde el campo magnético generalmente disminuye en intensidad y su dirección se vuelve bastante irregular, y que "pueden durar unas cuantas horas e incluso de tres a cuatro días", contó.

"Una tormenta magnética, generalmente sucede después de una explosión solar. Hay otras provocadas por una eyección de masa coronal del sol, que son partículas de alta energía que llegan a la Tierra y éstas pueden alterar el campo magnético y por ello provocar efectos en el sistema mundial de GPS o en las comunicaciones de radio", explicó.

Sobre la alarma el profesional fue cauto, aclarando que no se trata de un fenómeno que en general dañe los aparatos electrónicos. "Tampoco tiene mucho sentido tomar resguardos en zonas tropicales o subtropicales. En las polares puede ser, como sería el caso de aviones cuya trayectorias pasen por esas vías", comentó.

En ese sentido, sostuvo que "los satélites de comunicaciones y de otros tipos pueden ser afectados significativamente por las partículas que llegan desde eyecciones de masa coronal del sol, éstas pueden romper equipamientos y de hecho hay satélites que han sido destruidos por estos eventos. Entonces, si el satélite está relacionado con comunicaciones, las perdemos", aclaró, dejando de manifiesto que, así como expertos a nivel internacional han aconsejado, nunca estará de más ser precavido, por ejemplo, al conducir en caso de depender de equipos como los GPS y así evitar posibles accidentes.