Ocho colegios de Biobío llevan dos semanas en paro
Este martes los ocho establecimientos pertenecientes a la Fundación Educacional Juan XXIII, de las comunas de Los Ángeles, Alto Biobío y Tucapel, cumplirán dos semanas sin actividades, luego de que 470 funcionarios agrupados en el sindicato de trabajadores iniciaran la huelga por la falta de acuerdo con el sostenedor en las mesas negociadoras, entre los que se encontraría el obispado de Los Ángeles.
La situación ha obligado a que cerca de seis mil alumnos no han podido regresar a sus aulas desde fines de septiembre y desde el sindicato proyectan que la paralización podría extenderse al menos dos semanas más.
Fabiola Riquelme, presidenta del sindicato, explicó que la "última respuesta del empleador comete errores legales que impiden que la huelga se baje. Quienes se quieran descolgar deberían hacerlo el día 30 de la huelga, por el artículo 357 del Código del Trabajo. Este conflicto durará al menos 30 días, ya que los errores legales impedirían que se llegue en acuerdo".
La respuesta a la que apunta la dirigenta corresponde a un documento enviado por el sostenedor el pasado lunes 2, donde la Fundación explica que "no podemos aceptar que en esta negociación -siendo una sola comunidad- se ofenda a nuestra institución a partir de opiniones de personas ajenas a ella, que no conocen nuestra realidad, y que tampoco comparten nuestros principios y valores".
Las demandas del sindicato se concentran principalmente en un reajuste salarial comprometido. Sin embargo la última oferta del sostenedor, según palabras de Riquelme, sólo considera a los profesores y asistentes de la educación.
"Estas peticiones, aumento de sueldo base y bonos tanto reparatorio que existía históricamente y se modificó en 2005, como bono de antigüedad, han sido respondidas negativamente ya que plantean que significaría la quiebra de la fundación o que desencadenaría una serie de despidos", detalló la presidenta del sindicato, agregando que dichas modificaciones no se incluyeron en negociaciones anteriores.
"Están expandiéndose con edificios, los cuales la fundación arrienda al obispado, quien pide préstamos para las obras. A nosotros nos dicen que bajar la inversión es un hecho anticrisitiano", cerró la dirigenta.