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Exposición "Elevator" reúne momentos en un ascensor

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Como si de un espía profesional se tratase, el fotógrafo Tomás Rodríguez, con su cámara colgada al pecho, captó el comportamiento de las personas que subían y bajaban del ascensor ubicado en el museo Withey de Arte Estadounidense en Nueva York, durante tres meses. Todo, bajo la naturalidad de una situación de espera.

El artista santiaguino, quiso traer por primera vez sus 25 fotografías a Concepción, mediante la exposición "Elevator" (Ascensor), que tuvo su lanzamiento ayer, en la Pinacoteca UdeC.

La propuesta, que estará disponible hasta el 12 de noviembre próximo, consiste principalmente en la fijación de la naturaleza humana, el comportamiento y el lenguaje corporal que transmiten las personas en un contexto de ensimismamiento, que sólo el ascensor del museo pudo darle al lente de Rodríguez.

"Este proyecto, nace bajo la necesidad de buscar lo que la ciudad quiere decir y lo que transmite día a día; me acuerdo, que cuando llegué, estaba completamente solo y no conocía a nadie, no tenía dinero y solo caminaba por las calles de Nueva York, y que de no ser así, no habría conseguido la inspiración de lo que representa esta estimulante ciudad" señala Rodríguez.

VASTA TRAYECTORIA

El fotógrafo, que suma un recorrido artístico cercano a los 10 años, dice que el proceso creativo fue muy agotador, pero emocionante, ya que para ingresar al ascensor del museo, tuvo que infiltrarse, y sin que la gente se diera cuenta, tomar las fotografías necesarias para lograr el trabajo.

"Llegó un momento en que tuve que aprenderme los horarios de llegada de los diferentes guardias del museo, para que así no me identificaran y sospecharan, porque no me dejaban entrar con cámara. De hecho, me vestía todos los días de forma diferente. El proyecto finalizó cuando lograron pillarme y me echaron" señala entre risas.

El retratista santiaguino, desarrolla un estilo basado en las figuras humanas y geométricas. Se especializó en países como España, donde estudió Dirección de Cine, además de realizar diferentes cursos de fotografía en Chile. Luego se trasladó a Nueva York a pulir su arte.

En cuanto a sus fotografías, cada una de ellas está tomada espontáneamente, y justo, en algunas ocasiones, en el momento preciso en que las personas miran hacia el lente. "Son fotografías con mucha tensión y se puede ver, al mirarlas, que se muestra el mensaje que quise transmitir: La espera.

Rodríguez utilizó las puertas del ascensor como un obturador de cámara, al abrirse y entrar la luz fue un click al instante. En torno a esto, el artista señaló que escogió los sujetos que no sólo se estaban trasladando físicamente de un piso a otro. "Se trasladaban psicológicamente, eso era lo que me interesaba, más que el registro preciso de la realidad, lo que está detrás de eso, la representación del subconsciente; la vida interior", indica.

-Para ser sincero, uno no espera nada, ni tampoco transmitir un mensaje directo, sino que, lo que busco es lograr llegar al público a través de la reflexión y de la significación; un mensaje individual para cada uno que mira la obra y poder lograr un sentimiento propio.

-Si bien había venido otras veces a Concepción como fotógrafo, nunca lo había hecho en este marco de artista consolidado. La verdad es que ha sido una experiencia sumamente agradable el trabajar con gente tan bien preparada. La Universidad de Concepción no tiene nada que envidiar a otras universidades del mundo, en donde el ambiente que se respira y su gente, es muy cálido y de una riqueza tremenda. Es un modelo ejemplar.

- Espero poder viajar a otras partes del mundo para mostrar parte del arte que realizo. De hecho, el Museo de Arte Estadounidense, se puso en contacto con migo para decirme que estaban interesados en mis obras. Además, estoy preparando mi siguiente trabajo en conjunto con Artespacio Galería en Santiago, que tratará temáticas paisajísticas geométricas.