Actividad física contribuye a la prevención del Alzheimer
El pasado 21 de septiembre se conmemoró el Día Mundial del Alzheimer y uno de los objetivos de esta efeméride es educar en torno a la prevención de esta enfermedad neurodegenerativa, el tipo de demencia senil que es más frecuente en los adultos mayores en todo el mundo y que en Chile padecen casi 200 mil personas, afectando enormemente la calidad de vida de los pacientes debido a sus síntomas y los efectos de su progreso en la salud.
Y lo cierto es que así como ocurre con múltiples enfermedades, la actividad física habitual es una de las mejores herramientas preventivas, pues a sus variados beneficios a nivel fisiológico como reducir el riesgo de síndrome metabólico o la resistencia a la insulina asociada al envejecimiento, fortalecer los músculos y prevenir fracturas o mejorar el equilibrio, se suma su efecto positivo en la cognición.
Así lo han determinado distintas investigaciones, como una realizada en 2008, que mostró que seis meses de un programa de acondicionamiento físico mejora la función cognitiva y que los progresos se mantuvieron durante los 18 meses que duró el seguimiento del estudio.
Journal of Alzheimer Disease
NUNCA ES TARDE
Considerando lo anterior, el sub gerente de operaciones del gimnasio O2 Fit, César Dinamarca, plantea que es primordial que los adultos mayores se mantengan activos a través de acciones tan simples y cotidianas como caminar, pero que idealmente se deben se sumar a ejercicios de coordinación y equilibrio.
Sobre esto, precisa que "la meta es lograr hacer por lo menos treinta minutos de actividad de resistencia, equilibrio, flexibilidad y fortalecimiento, de intensidad moderada, casi todos o todos los días de la semana".
Es por lo mismo que también llama a derribar ciertas creencias que hay en torno a la tercera edad y el ejercicio físico, como que éste no es seguro para las personas que están en esta etapa vital. El profesional asevera que tomando precauciones el riesgo de caídas o fracturas desaparece, pero aparecen los beneficios físicos y cognitivos ya mencionados.
Desde allí, agrega que si bien es importante que la actividad física esté presente durante todo el ciclo vital y que lo ideal es que ésta forme parte de las rutinas lo más temprano posible en la vida para que se transforme en un hábito, nunca es tarde para iniciarlo y, sea cual sea la edad en la que se comience a ejercitar de manera habitual y adecuada, habrán distintos efectos positivos para la salud y la calidad de vida.