"Sabrosa tradición", el local que va al rescate de los clásicos platos chilenos
Pese a que la invasión de comida rápida llegó hace muchos años y se quedó, sobre todo en los centros comerciales, hoy pareciera que la gente se está volcando de nuevo hacia los platos tradicionales, que de alguna manera recuerden un desayuno, almuerzo o cena que se hace en cualquier hogar penquista.
Esto lo apreció un grupo de amigos chef que luego de trabajar durante años en centros de eventos, casinos y otros lugares tomaron la decisión de independizarse, pero con la misma cocina y sazón que los une.
Es así que los profesionales Rodrigo Bastías, Cristofer Vergara y Ernesto Sepúlveda se asociaron y crearon "Sabrosa tradición", el local de solo 26 metros cuadrados ubicado en pleno centro de Concepción y que se dedica a elaborar platos típicos chilenos, como por ejemplo charquicán con carne al jugo, carbonada, tallarines con salsa o porotos, a lo que suman una propia creación de sándwiches y el completo criollo, que es el clásico pan de hot dog que lleva longaniza ahumada, con agregado de estofado de repollo blanco y morado.
UN GIRO
Ernesto contó que en el mismo establecimiento, ubicado en O'Higgins 1163, estuvo durante 6 meses vendiendo pinches, coles y cosméticos, luego de que un primo, que se dedica a esa actividad, le sugiriera embarcarse. Si bien reconoció que los resultados económicos eran buenos, su inquietud iba por el lado de la cocina, para la cual tiene vocación y por algo estudió, y no quería seguir en el rubro.
Fue así que le propuso a la dueña del espacio continuar con el arriendo, pero en el área de la comida. Ella cedió, porque no le agradaba la idea de que existiera algo así, y le propuso a Rodrigo y Cristofer, que estaban sin trabajo, hacer algo con el mundo gastronómico.
Rodrigo indicó que luego de hacer un profundo estudio de mercado, se inclinaron por la idea de siempre, que era elaborar comida tradicional chilena. "Es la línea en la que nos hemos dedicado desde siempre. Incluso participamos en el concurso 'Chef sur', que organiza Inacap y que todos los años se hace en octubre. Yo he competido tres veces, obteniendo buenos lugares, y Cristofer salió cuarto el año pasado", contó.
Lo primero que hicieron fue concentrarse en los desayunos típicos de campo, que eran con café de trigo, pailas de huevo o tomate con ajo. Luego vino el almuerzo, donde la clave es la calidad y sabor. "El nombre 'Sabrosa tradición' parte de esa base, es decir, que sea algo apetitoso y que tenga una historia", remarcó.
IDEAS
La gracia del recinto, que abrió recién el pasado 1 de septiembre, es que la gente viene, se sienta en la barra y aparte de disfrutar su comida, ve como se elabora e intercambia ideas con los chef. También está la opción de encargar el almuerzo, el que puede ser retirado o esperar a que se lo lleven a domicilio u otro lugar, como el trabajo.
"Nunca nos esperamos la recepción que hemos alcanzado. Apuntábamos a un snack o comida al paso. Las colaciones han sido todo un éxito, cuyo menú varía todos los días. La gracia es que si bien Ernesto se enfoca en la caja adquisiciones y entrega, y Cristofer a los sándwiches, todos nos vamos rotando y los sabores no varían. Eso lo hemos preguntado y los clientes no notan la diferencia de mano", hizo ver.
Cristofer agregó que les han comentado que la cocina que llevan adelante es como la de mamá, la que se hace todos los días en casa. Además, que todo va servido en platos de greda, las bebidas en vasos de ese material y los ingredientes todos orgánicos y locales, nada viene de supermercados o tiene algún tipo de intervención.
Sobre los emparedados, relató que probaron distintas recetas hasta que se inclinaron por una hamburguesa propia, cuyo ingrediente es 90% de carne y el resto corresponde a la sazón de ellos.
"Quisimos sumarle la tradición a través de los nombres. Así tenemos una que se llama 'La campesina', 'A lo patrón de fundo' y otra que es 'La ricachona'. Esto trae incluido el bebestible, que puede ser gaseosa, jugo o café de trigo, algo que le da otro significado y que lo hemos visto. El otro día un caballero me comentó que tras probarlo le hizo volver a su niñez", narró Cristofer.
En realidad, añadió Rodrigo, les ha pasado con mucha gente, luego de probar un plato, se retrotraen al pasado, a como eran los almuerzos de la casa, no como son hoy los del centro o de mall.
Ernesto Sepúlveda contó que están felices con lo que están haciendo, sobre todo porque si bien cada uno cumple un rol, todos cocinan de la misma forma, porque aparte de conversar cómo hacer las cosas, cuentan con una base formativa casi igual.
Si bien el local no es muy espacioso, los tres señalaron que la idea es mantener la cercanía y esa familiaridad que están logrando con la clientela, aunque la ambición, en el buen sentido de la palabra, es crecer más adelante o contar con otro establecimiento de similares características o con una barra más grande, que recorra todo el lugar.