Tricel rechaza dos aspirantes al Parlamento en el Biobío
Del total de 101 personas que inscribieron sus candidaturas a diputado por la Región del Biobío, nueve de ellos fueron rechazados por falta de alguna documentación de las exigidas para postular al cargo público. Y de ese número, finalmente dos son las personas que no podrán estar en la papeleta en noviembre próximo: el independiente Jorge Condeza que pretendía postular por el distrito 20 (Provincia de Concepción sin Lota) y María Andrades, quien buscaba competir por el distrito 21 (provincias de Arauco y Biobío) con apoyo del PRO.
Los resultados de las reclamaciones las publicó el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), instancia en la que se aceptaron las otras seis reclamaciones. Se trataba de la única oportunidad de apelación para los aspirantes a candidatos. Esto significa que los rechazados quedan definitivamente fuera de la papeleta del 19 de noviembre.
SUBSANADOS
Entre quienes fueron aceptados se cuentan los aspirantes al distrito 20: Gabriel Albistur, Roberto Francesconi y Paola Bustos. Por el distrito 19 (Ñuble): José Luis Guzmán, María José Rubilar y Alejandra Sepúlveda. Y, finalmente, la aspirante del distrito 21, Gegni Luengo, no presentó reclamación.
En los mencionados casos, las fallas de inscripción tenían relación con la falta de la firma del administrador municipal, que no aparecía en el duplicado del registro de afiliados del Servel o que decían ser independientes y militaban en algún partido político.
Los afectados y que ahora ya estarán en la papeleta, correspondían al Partido Igualdad, Amplitud, PRO y MAS.
FUERA DE LA PAPELETA
En el caso de María Andrades, el motivo de su rechazo se debió a que no logró acreditar con documentación respectiva haber cursado el cuarto medio. Tampoco realizó la declaración de patrimonio e intereses.
El encargado electoral del PRO, Juan Cancino, indicó previo a la decisión del Tribunal Calificador que el caso de Andrades era el más complicado, porque no alcanzarían en el tiempo estimado para presentar la reclamación -que fueron cinco días- a conseguir el certificado que acredite que terminó su enseñanza media.
Mientras que la situación de Jorge Condeza fue diferente. Fue el único que quedó afuera por el número de firmas presentadas para inscribir su candidatura.
Entregó 2.713 y se le rechazaron 950, quedando bajo las 1.950 que exige la ley para inscribir a un independiente por el distrito 20.
Los motivos del rechazo de las firmas fueron que los patrocinantes militaban en algún partido político o que no tenían domicilio en el distrito 20, es decir, Provincia de Concepción exceptuando Lota.
Sobre su situación, Condeza comentó que "me parece extraño que se me rechace casi el 40% de las firmas presentadas. Mi alegato en el Tricel fue bajo dos argumentos: el fallo del partido Ciudadanos (se aceptaron las firmas por dar fe de lo que los patrocinantes decían) y que personas cercanas aparecían militando en partidos políticos, siendo que no se reficharon".
Aseveró que mentir en una notaría es delito, por lo que cree que el Servel debería denunciar a aquellas personas que firmaron por él diciendo que eran independientes o que vivían en Concepción.
De todas formas, sentenció que "el sistema está con falencias serias y yo soy uno de los damnificados. Pensé que se iba a revertir, pero no sé si existe una revisión exhaustiva de todos los casos. Yo debí haber llevado más firmas".
CAMBIO DE NOMBRE
En el mismo documento de resultado de reclamaciones del Tricel, se encuentra el nombre de María Carolina Ríos (UDI), aspirante al Parlamento por el distrito 21.
Allí se menciona que se rechazó su reclamación por cambio de nombre. La candidata explicó que "lo que sucede es que entre la gente yo soy más conocida como Carolina Ríos y cuando se me inscribió, se hizo como María Carolina. Lo que buscaba era que se cambiara el nombre de pila con el que aparezco en la papeleta, para evitar confusiones entre mis votantes".
Según la resolución entregada por el tribunal, en este caso no existió un error del Servicio Electoral al inscribirla con el nombre de María Carolina, puesto que concurrió con su firma y partido a hacer el trámite.