Cada día son más las personas en Chile y el mundo que optan por criopreservar las células madre, debido a que el conocimiento sobre sus aplicaciones terapéuticas se ha expandido y la evidencia científica de distintos estudios y avances médicos de uso las posicionan como una oportunidad para tratar más de 90 enfermedades.
Así, esta decisión se ve como una inversión en beneficio de la salud que, en el futuro, incluso podría salvar la propia vida o la de un ser querido. Una opción real en nuestro país, en el que las células madre se usan con distintos fines, precisó la bioquímica Ilse Müller Saffirio, pero que es importante que sea una decisión informada y consciente.
En opinión de la directora técnica de VidaCel, banco de células madre chileno (privado y público), es importante saber cuáles son los tipos de células madre, las enfermedades que realmente se pueden tratar y aquellas que están en proceso de estudio o ensayo clínico, además de limitaciones, formas de rescatarlas y, sobre todo, el mejor momento para ello.
LA MEJOR FUENTE
Educar al respecto fue parte de los objetivos de la conferencia que la experta dio este miércoles en la Clínica Biobío, en el marco del ciclo de charlas sobre maternidad que este recinto organiza, pues es el nacimiento de un bebé el tiempo ideal para obtener células madre desde su cordón umbilical y criopreservarlas. ¿Por qué?, se preguntarán muchos, y la respuesta de Müller es que además de que desde este conducto es posible rescatar los dos grandes tipos de células madre, hematopoyéticas (sangre) y mesenquimales (tejido), aseveró que "es la mejor fuente, porque es una fuente de células madre que están inmaculadas".
Al obtenerse de un recién nacido, explicó, tienen toda su potencialidad y están prácticamente puras, porque no se han visto expuestas a agentes como la radiación, infecciones, químicos que provienen de los alimentos o la contaminación del ambiente; todos factores que van dañando la información genética de las personas. Por eso, recalcó, "son más versátiles, tienen mayor posibilidad de diferenciarse en distintos tipos celulares y crecen con mayor rapidez".
ENVEJECIMIENTO
Es que a lo largo de la vida de una persona es posible obtener células madre. De la pulpa dental de los dientes de leche en los niños y del tejido adiposo tras una liposucción en un adulto es posible rescatar del tipo mesenquimal, mientras que de la médula ósea se puede obtener ésta y hematopoyéticas.
El punto, sin embargo, es que las personas envejecen y lo hacen sus células, en cuanto a edad y uso, porque así como el paso del tiempo conlleva un deterioro natural, éste varía según las afecciones que han condicionado la salud. "Si las células madre han tenido que reproducirse muchas veces dentro del organismo para poder reparar heridas o lesiones, han sufrido muchos usos", recalcó, la profesional, entonces, si se obtienen de un paciente de edad muy avanzada o que ha visto mermada su salud por distintas patologías, según la profesional "puede que la calidad de su célula no sea tan buena y, al tratar de cultivarlas en el laboratorio para tener un número mayor, quizá no crezcan en la cantidad que el paciente requiere para su terapia, porque no van a estar lo suficientemente potentes".
DISTINTAS APLICACIONES
También es importante profundizar dos conceptos que pueden parecer muy científicos, pero que marcan la diferencia en cuanto al uso de las células madre, pues dependiendo su tipo varía su aplicación.
Sobre las hematopoyéticas dijo que son tienen la capacidad de producir glóbulos rojos y blancos, y plaquetas en todo su universo.
En cuanto a las enfermedades que se pueden tratar o existe evidencia de resultados exitosos, si bien contó que son muchas, mencionó "todo tipo de leucemias, anemias, síndromes de inmunodeficiencia, algunos tipos de tumores sólidos como los neuroblastomas o linfomas" (ver recuadro).
Añadió que las mesenquimales facilitan la regeneración y reparación del tejido y cartílagos, destacando intervenciones exitosas en la artrosis, afección bastante prevalente en la población. "También se están usando para la reparación de córnea y en tratamientos estéticos para disminuir líneas de expresión y casos de alopecia. Además, acompañadas con grasa, se utilizan mucho para rellenar pómulos y aumentar busto o glúteos, por ejemplo", añadió, sin dejar de mencionar su efecto para favorecer la cicatrización, como en quemaduras y úlceras del pie diabético o fístulas colorrectales que se producen en la enfermedad de crohn.
UN LÍMITE
La compatibilidad es otro punto en el que se detuvo Ilse Müller, pues podría existir una limitación, aclarando que con las células madre hematopoyéticas, que no siempre han sido criopreservadas y por ende hay circunstancias en que deben utilizarse de un donante no relacionado, se puede correr el riesgo de que el paciente rechace el tratamiento, tal como sucede en el trasplante de un órgano.
"Por eso, se trata siempre de que el donante sea lo más relacionado posible y la primera opción es un hermano o padres. Si no, se busca en un banco público lo más cercano en cuanto compatibilidad", planteó; exigencia que es inferior en células obtenidas desde el cordón umbilical versus las extraídas de la médula ósea.
Los límites no son tan estrictos en las mesenquimales. "La compatibilidad no es tan relevante y, además, éstas tienen la capacidad de ser cultivadas in vitro y expandirlas en laboratorio. Y si bien se están expandiendo las hematopoyéticas en otros países, la tecnología no se ha masificado ni dado a conocer", finalizó.