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Documental se interna en los dolores del hijo de Manuel Guerrero

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Un viaje, uno de carácter íntimo y sentido, es el que propone "Guerrero", título que integra el ciclo "Miradoc" en el mes en curso.

El documental dirigido por Sebastián Moreno se proyectará a partir de hoy en salas penquistas del circuito fundado en 2013. La primera función es hoy, a las 18.30 horas, en el Auditorio UdeC del Barrio Universitario (agenda).

La cinta recorre, entre emociones, encuentros y desencuentros, la historia de Manuel Guerrero Antequera. Es el hijo de Manuel Guerrero Ceballos, quien fue asesinado entre los tres profesionales comunistas, que aparecieron degollados en las afueras de Santiago el 30 de marzo de 1985.

Es el detonante dramático, sindicado como uno de los crímenes políticos más recordados de la dictadura militar. Aquí para un relato que desde el pasado se inicia en los recuerdos de Manuel hijo, cuando tenía 14 años y estaba en el colegio desde cuya puerta fue secuestrado su padre.

"Es la historia de un niño que crece enfrentado a las consecuencias de la Guerra Fría. Una travesía a través del dolor y la rabia", señala Sebastián Moreno, indicando que finalmente la experiencia (fílmica) termina siendo un acto de sanación donde "la vida adquiere un nuevo significado".

Han pasado 30 años, quizás el momento de iniciar un viaje al pasado, a los lugares donde vivió su infancia y su exilio político. "La película lo acompaña en ese viaje", acota el realizador de títulos relevantes en torno al tema como "La ciudad de los fotógrafos" (2006) y "Habeas Corpus" (2015), codirigido con Claudia Barril (a su vez guionista de "Guerrero").

NECESIDAD DE VOLVER

Como el más reciente título de una trilogía de películas sobre la dictadura militar llevadas a cabo por la dupla Moreno/Barril, éste nace de la necesidad e interés de investigar en esas historias que "no han sido contadas, en esa historia de Chile silenciada e invisibilizada", en sus palabras.

En este marco, "Guerrero" recorre cinco países europeos, donde Manuel pasó distintos momentos de su vida (hoy tiene 47 años). "Para Manuel era necesario volver a estos lugares para contar su historia. Encontrarse con personas y con los símbolos que representan estos lugares y así cambiar su significado. La película recorre la Plaza Roja de Moscú, su antigua escuela en Hungría, el Muro de Berlín y los transforma para que él pueda seguir avanzando en su historia. Es como ir cerrando puertas para ir abriendo nuevas promesas", indica el director.

Palabras confirmadas por el protagonista, sobre todo, lo que implica el sentido vivencial del relato. "Acepté la invitación de Sebastián y Claudia, porque me parece que mi historia no solamente expresa la vivencia singular de un niño que atraviesa el horror de la dictadura y los esfuerzos de resistencia de sus padres. También contiene elementos universales que pueden hacer reflexionar a mucha gente (...) Mi historia es la de todo un pueblo que logró atravesar el desierto del terror, tratando de salir vivos. Eso lo hicimos con mucho amor, luchando con un contexto adverso, pero también con nosotros mismos para volver a nacer más sanos", dijo, quien actualmente tiene residencia en Estocolmo, donde ejerce labores académicas y vive con su familia.

En ese sentido, la cinta trata de hacerle frente a la tragedia que le ha tocado vivir, algo que subyace la obra. "Seguir amando la vida no es fácil después de que ocurre una tragedia como la que a él le ocurrió, y que también remeció a muchos chilenos y chilenas. Por eso siempre rondó la pregunta de cómo seguir adelante. En ese sentido, la película es universal, porque a todos nos han ocurrido tragedias en la vida y es muy valioso ver cómo alguien resuelve eso y puede continuar", resume Sebastián Moreno.

La próxima semana, el miércoles 16, a las 18.30 horas, podrá verse en la sala David Stitchkin UdeC (Barros Arana 631, galería Universitaria, subterráneo). Finalmente, en la Alianza Francesa (Colo Colo 1), 29 y 31 de agosto, 19 horas. Los valores $500 y $1.000.