Personas que padecen depresión sufren cambios estructurales en el cerebro
Investigadores de la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido, han establecido un vínculo entre la depresión y la estructura de la materia blanca en el cerebro, el área responsable de conectar la materia gris y asegurarse de que las emociones y los pensamientos se procesen correctamente.
Para los autores de la investigación, averiguar cómo la enfermedad mental afecta el estado de ánimo y la ansiedad podría ayudar a encontrar nuevas formas de tratarla y controlarla.
Los científicos analizaron los datos de 3.461 adultos y afirmaron que el tamaño de la muestra, la mayor hasta la fecha, añade importancia a los hallazgos.
En el estudio se utilizó una técnica llamada "imágenes con tensor de difusión", la cual se basa en hacer una resonancia magnética al paciente para identificar las áreas de materia blanca en el cerebro. Este método permite que los científicos observen con mayor detalle las fibras cerebrales.
"La materia blanca es una parte del sistema nervioso central compuesta de fibras nerviosas cubiertas de mielina (sustancia cuya función principal es aumentar la velocidad de transmisión del impulso nervioso), mientras que la materia gris está asociada al procesamiento y el conocimiento.
menos materia blanca
Las resonancias magnéticas revelaron que la integridad y la calidad de la materia blanca se redujo en las personas que dijeron tener síntomas de depresión, mientras que en aquellos sin síntomas, los niveles permanecieron normales.
Esa diferencia podría ser el resultado de patrones de actividad cerebral provocadas directamente por la depresión, afirman los investigadores de la universidad británica.
Si se confirmara esta hipótesis, esta investigación abriría nuevas formas de predecir el riesgo de la patología mental y comprender más acerca de cómo protege la integridad de la materia blanca.
Otras investigaciones también muestran qué áreas específicas del cerebro se han asociado con la depresión: un estudio publicado el 2016 demostró que los sentimientos de pérdida y la baja autoestima se vinculaban al funcionamiento de la corteza orbitofrontal, la cual maneja la integración sensorial, la expectativa y la toma de decisiones.
En términos estadísticos, una investigación del hospital Cedars-Sinai, en California, Estados Unidos, señaló que uno de cada tres pacientes hospitalizados muestra síntomas de depresión mientras que la Organización Mundial de la Salud determinó que más de 300 millones de personas en el mundo padecen la patología.