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Fesur gasta $40 millones al año en quitar grafitis de trenes

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No afecta el normal funcionamiento del servicio pero los ejecutivos de Ferrocarriles del Sur (Fesur) dicen que los rayados a los carros del Biotrén son "un daño para los usuarios, los pasajeros y para la imagen del transporte público de Concepción. No es un tema que afecta sólo a un tren, sino que va más allá: tiene que ver con la imagen, con el confort y con la ciudad".

Así lo manifestó Raúl Lavalle Caro, gerente comercial de la firma que en 2015 debió crear un presupuesto especial para solucionar estos problemas. Se trata de un monto cercano a los $40 millones con el que se compran líquidos abrasivos que permiten quitar la pintura de las rayas.

"Nos produce mucha frustración por nuestros usuarios. Nosotros tratamos de que nuestros trenes por dentro estén limpios, sean cómodos y tengan la temperatura adecuada. Pero tener trenes sucios y rayados por fuera nos produce mucha frustración y más aún tener que destinar cierta cantidad de nuestro presupuesto en este tipo de reparación, sobre todo porque podríamos destinar esos dineros en otros servicios para mejorar aún más el confort de los trenes", agregó.

Según detalló el gerente de operaciones de la firma, Jorge López González, "si un evento es pequeño, cuesta $250 mil retirar la pintura; pero si el evento es mayor, entonces estamos hablando de una suma cercana al $millón".

La compañía precisó que debido a los rayados y las continuas tareas de limpieza que se realizan para borrarlos, los trenes deben ser pintados por completo nuevamente porque no sólo realizan un daño a la estética del tren, sino que "también a la caja y al metal del carro que se dañan con los productos (para quitar la pintura), y por cierto que esto tiene un costo de mantenimiento superior", expresó López.

En esos casos, pintar un tren completo (3 carros) tendría un valor aproximado de $50 millones.

Eso sí, explicaron que dichas reparaciones se realizan al mismo tiempo en que los carros son llevados al taller para realizar las respectivas reparaciones, evitando así sacar de circulación los carros antes de tiempo para que no se afecte la continuidad del servicio. "Pero le damos prioridad a los carros rayados para mantener nuestra imagen", explicó Lavalle.

Según detalló Fesur, en 2016 ocurrieron 14 eventos y este año se han registrado siete casos.

VIGILANCIA

Pero además del presupuesto, la compañía aumentó la dotación de guardias y vigilantes que trabajan en las estaciones, a lo que también sumaron más y mejor iluminación para disuadir a quienes intenten rayar los trenes.

"Hemos iluminado algunos sectores que antes no tenían iluminación en sectores aledaños a las estaciones", dijo el gerente comercial de la firma, que además agregó que "estamos persiguiendo judicialmente a las personas que se encarguen de hacer rayados a los trenes. Tenemos un equipo jurídico que hace seguimiento y entrega los antecedentes a la fiscalía para poder rescatar los gastos en los que tuvimos que incurrir para reponer el daño".

Fue en esas acciones judiciales, que la compañía logró que uno de los grupos que fue sorprendido por los guardias rayando un carro, pagara el daño que causó. "Hace un par de meses logramos llegar a buen puerto con una y logramos recuperar alrededor de un millón 200 mil pesos. Muchas veces se trata de menores de edad con las que tenemos que llegar a acuerdos extrajudiciales para que paguen en cuota esas cantidades de dinero", contó Lavalle.

En tanto López afirmó que "lo que buscamos son medidas ejemplificadores para que los individuos que hacen no piensen que esto es gratis".

Entre otras acciones, Fesur no descartar lograr acuerdos con algunos grafiteros para que intervengan un tren con permiso de la empresa. "Es uno de los caminos que hemos conversado", confirmó el gerente de operaciones Jorge López.