Televisión abierta: ¿En qué estamos?
Pareciera que de un minuto a otro, nuestra televisión nacional fue olvidada. Teléfonos móviles, aplicaciones, juegos, redes sociales y plataformas personalizadas de visionado y descarga, ocupan nuestro tiempo frente a una (o segunda) pantalla. Según entendemos, nos mantienen distraídos e informados.
Efectivamente así es para gran parte de una joven generación que necesita inmediatez y los estímulos directos de varias fuentes de contenido, pero no para todos. Hay otra inmensa mayoría de niños, adultos y mayores que necesitan la cercanía y los contenidos específicos que la televisión nos acostumbró a proponer. Quizás, hayan sido olvidados por la necesidad de rating, financiación comercial y altos costos de producción.
Es precisamente aquel público, que aún permanece cautivo, el que luego puede emigrar a otras plataformas. Una revisión simple lleva a descubrir algunos puntos a tomar en cuenta.
. Actualmente, no existen programas dedicados exclusivamente a los más pequeños con finalidad educativa. Sólo fines de semana nos encontramos con franjas matinales de dibujos animados, similares a las que se encuentran en las señales de cable, y que las últimas encuestas del Consejo Nacional de Televisión (Cntv) señalan acaparan la atención de los niños. Es necesario observar que la preferencia por canales infantiles de cable se da, precisamente, por la escasez de una parrilla propia y de alta calidad.
. Salvo el espacio franjeado matutino y contadas alternativas nocturnas, se percibe que la oportunidad de proponer contenidos de conversación, que aborden temas familiares, inviten a la reflexión y conocer personajes e historias de interés, no es prioridad.
El formato "Late show", muy popular en otros países y que se instaló hace casi una década en algunos canales, finalmente no suplió aquella necesidad de entretención y conversación. Espacios musicales o coberturas de espectáculos artísticos tampoco existen.
. Con este tipo de rotulo se conoce a los programas grabados previamente, de corta duración y bajo presupuesto. Son más financiables para el canal y dispuestos en conjunto, pueden completar largas franjas de "parrilla" programática. En este caso, encontramos una gran cantidad de espacios nacionales que centran su atención en la preparación gastronómica y la exhibición continua de teleseries de origen turco. Se extrañan nuevos formatos, apuestas innovadoras o adaptaciones de fórmulas exitosas extranjeras.
¿SE PUEDE REMEDIAR?
Si bien son muchas y variadas las alternativas para tener una mejor televisión, insistamos, de libre recepción nacional, es posible sostener algunas alternativas que podrían considerarse.
En este caso, realizando nuevas apuestas como programas de concursos, humor, artes, cine, especiales de prensa, conversación y otros.
Estos contenidos pueden ser también espacios "híbridos" que permitan la realización de dos o más géneros en un solo programa. De esta forma, una apuesta de conversación, por ejemplo, puede tener humor, música y debatir sobre arte de forma seria y reflexiva. El interés radica en que diversos públicos se reflejan.
. Aquellos que se entregan desde las plataformas digitales de canales de televisión propios y extranjeros. Con esa experiencia, sumar al usuario con contenidos similares, que den cabida a sus intereses en busca de la personalización.
Sobre este mismo concepto, los portales de internet de cada medio, no sólo deben ser transmisores de la señal abierta, sino que ofrecen nuevos contenidos relevantes para la audiencia. Sobre este aspecto, ya se han realizado interesantes propuestas en el área de prensa.
. El concepto de "micro comunidad" que tomó el canal TVU, es una idea prudente.
Abarcar temas específicos para diversos rangos etarios (desde los más pequeños al adulto mayor) y de interés, asumiendo la especialización como una identidad positiva. Junto a ello, la participación del público, no solo a través de comentarios de twitter o de votación de encuestas como ocurre actualmente, tendría un valor más propositivo en las temáticas a debatir y asumiría la función de productor de contenido.
Pensarlos para cada localidad, entregando además más oportunidades laborales para los realizadores y productoras de diversas zonas del país. Este contenido más amplio permitiría ampliar la mirada centralizada de los canales abiertos y recoger miradas sociales y estéticas diferentes.