La Intendencia de Atacama anunció ayer que estudiará, junto a los vecinos, la posibilidad de levantar en otros lugares las casas que fueron arrastradas por los aluviones que afectaron el fin de semana a la región.
"El Gobierno no quiere hablar de erradicación; lo que queremos hacer es ponernos de acuerdo con las familias, porque no es fácil abandonar el lugar donde he vivido o donde las familias han vivido tanto tiempo", dijo el intendente, Miguel Vargas, tras recorrer la localidad de Paipote.
"Creo que llegó el momento de tomar decisiones que impliquen mirar la vida de otra manera, producto de lo que estamos viviendo en la Región de Atacama: un cambio climático que se expresa en su máxima dimensión aquí", agregó la autoridad regional, citada por Emol.
Vargas remarcó, de todas formas, que para esa tarea se necesita la comprensión de los vecinos. "Como Gobierno estamos dispuestos a rediseñar proyectos habitacionales en lugares seguros para que la gente no siga teniendo estos problema, pero eso supone tener su complicidad", dijo.
El intendente anunció, además, que se entregará un bono de enseres por $ 1 millón para quienes perdieron estos elementos a raíz de la crecida de los ríos y el barro.
"Los catastros estarán esta semana, porque queremos comenzar a entregar estos bonos la semana siguiente", indicó. Detalló que esta misión la desarrollarán en terreno funcionarios de la Seremi de Desarrollo Social, los municipios y equipos del Serviu.