Dormir más o la cafeína alivian mejor el dolor crónico que analgésicos
Diversos estudios han apuntado a los beneficios del consumo del café: que disminuye el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, que contribuye a prevenir la diabetes, además de mantenernos alerta, son sólo algunas de las bondades que se le han atribuido a esa bebida caliente.
En paralelo, la ciencia ha comprobado en reiteradas ocasiones que tener un buen dormir está directamente relacionado con una buena salud. Ahora, una nueva investigación a partir de experimentos realizados con ratones sugiere que ambas prácticas, por separado generarían, además, el beneficio de ayudar a aliviar a quienes sufren de dolores crónicos. El estudio sugiere que un cambio en los hábitos de las personas con dolores crónicos podría traer más beneficios que el consumo de ciertos medicamentos.
mejor que analgésicos
La investigación, que fue publicada ayer por la revista científica "Nature", señala que dormir más o, en su defecto, tomar componentes que promuevan la vigilia como la cafeína, alivian el dolor crónico con mejores resultados que analgésicos como el ibuprofeno y la morfina.
Llevado a cabo por el Hospital Pediátrico de Boston y la Escuela Médica de Harvard, el estudio utilizó ratones para medir la relación entre pérdidas de sueño agudas o crónicas y la sensibilidad hacia estímulos dolorosos.
Según contó Chloe Alexandre, doctora en Fisiología del Sueño, los investigadores que llevaron a cabo la investigación privaron de sueño a los roedores con entretenimiento, en forma de juguetes y actividades, imitando así lo que suele ocurrir a las personas que, por ejemplo, reducen sus horas de descanso al ver la televisión por la noche.
"Esto representa un nuevo tipo de analgésico que no se había considerado antes, uno que depende del estado biológico del animal", explicó el director del laboratorio de la investigación.
contra el dolor
Los investigadores concluyeron que, en vez de tomar analgésicos, los pacientes con dolor crónico podrían beneficiarse de mejores hábitos de sueño o medicamentos para el insomnio por la noche, junto con agentes que incrementen el nivel de alerta durante el día, como el café, para intentar así romper ese círculo vicioso de dolor.