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Literatura y música se mezclaron en celebración

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Año a año, durante la última semana de abril, Duoc UC sede Concepción celebra el Día Internacional del Libro con una actividad organizada por la Biblioteca de la sede, que junto con fomentar la lectura, vincula a todos los integrantes de la comunidad universitaria.

Es así que estudiantes, docentes y colaboradores de la institución, compartieron una jornada donde integrantes del Club de Lectores de la sede leyeron fragmentos de obras que son parte de la literatura universal.

Una jornada que los amantes de la lectura, como la estudiante Gina Zambra, viven con pasión.

Ella es integrante del mencionado Club, y contó que pese a que le encanta leer, "son pocas las instancias en las que uno puede demostrar el amor que siente por la lectura; lo que trasmite, te trasforma en una nueva persona, te lleva a un mundo diferente donde uno logra entender el personaje y abrir la mente por completo".

Una de las novedades de esta versión fue que la Orquesta Sinfónica Juvenil de Curanilahue -integrada por alumnos del Liceo Mariano Latorre- que interpretó obras clásicas y chilenas.

Zambra también valoró que literatura y música se unieran con un solo fin.

En la misma línea, el jefe de Biblioteca de la sede Concepción, Germán Galleguillos, expreso que "el libro y la música mejoran el espíritu y logramos mezclar a ambos".

"Sería posible producir mejoras en el Parkinson sin entrar al cerebro"

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Han pasado dos siglos desde que James Parkinson describió los síntomas de la patología que luego llevaría su nombre y la enfermedad de Parkinson, el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente en Chile y el mundo, aún no tiene cura.

Lo que existe, su mejor tratamiento, son medicamentos que detienen y/o mitigan el deterioro que conlleva esta condición que afecta, principalmente, la función motora y puede causar la incapacidad del paciente. "Pese a todo lo que se ha aprendido sobre el Parkinson, los medicamentos son los mismos desde la década de 1960 y su uso no evita que con el paso de los años los pacientes presenten problemas", afirmó el bioquímico Rómulo Fuentes Flores, doctor en Ciencias Biomédicas, quien motivado por cambiar esa realidad, ha enfocado su trabajo en el desarrollo de terapias, aporte por el que es reconocido internacionalmente.

Hoy, las investigaciones del científico chileno, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, se centran en la modulación de las conexiones neuronales dañadas por el Parkinson para rehabilitar a los pacientes, estimulando eléctricamente la médula espinal; tema que abordó en la charla que recientemente dio en Concepción, organizada por la Fundación de Enfermedades Neurodegenerativas, la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción y la revista médica "Diagnósticos".

MENOS INVASIVA

Uno de los sustentos para investigar la neuromodulación de la médula espinal es la estimulación cerebral profunda, que consiste en estimular eléctricamente áreas del cerebro. "Si bien es una técnica que funciona muy bien, es bastante invasiva, pues se implanta el cerebro, y su uso no es tan extendido", aclarando que del universo de pacientes que sufren de Parkinson, sólo entre un 1 y 4% es un buen candidato para esta terapia. "Queda un 96% de pacientes cuyo perfil no es compatible por los más diversos motivos y que no tienen más opción que la de los medicamentos", apuntó.

Encontrar una terapia menos invasiva es una de las motivaciones del científico (el electrodo no va dentro del tejido nervioso, sino sobre la duramadre de la médula espinal) y lo que espera, dijo, "es que a través de la neuromulación medular se podría llegar a más pacientes, que los buenos candidatos sean mucho más que un 4%".

ENTENDER PARA AVANZAR

El impacto que esto podría tener a nivel de salud en el mundo es invaluable y que sea real es mucho más que un anhelo, ya que el proyecto investigativo lleva un largo camino transitado. Comenzó el 2006 en Estados Unidos, en el laboratorio del doctor Miguel Nicolalis, y luego siguió en Brasil, donde Rómulo Fuentes trabajó cuatro años. En Chile inició un estudio que tendrá una duración total de cuatro años, del que ya han transcurrido dos.

En este recorrido se han visto frutos y de los positivos efectos en ratas que fueron reportados en un artículo científico el 2009, vino el interés de algunos centros clínicos por probarlo en pacientes, al comienzo sin éxito. "Pero, el 2011 apareció un paciente en Francia que tenía implantado estimuladores medulares para el tratamiento del dolor crónico en sus piernas. Fue diagnosticado con Parkinson y su médico tratante le pidió que por un día dejara de tomar su medicina para el Parkinson y vio los efectos de la estimulación medular y fueron espectaculares", contó Fuentes. "Al estar sin su medicina el paciente tiembla, no puede pararse, le cuesta hacer movimiento fino con sus manos y tiene una marcha parkinsoniana (encorvada y pasos cortos). Cuando está la estimulación prendida el temblor casi desaparece, puede pararse de la silla sin ayuda, realizar movimientos bien con sus manos y caminar con una mejor postura y dar pasos más largos", explicó.

Hasta ahora son 60 más los casos positivos reportados a nivel mundial, agregó.

-Al estimular la médula espinal con pulsos eléctricos se generan señales que llegan al cerebro, específicamente a neuronas que captan la información sensorial como el tacto o la propiocepción, y modifican su actividad. Esto se traduce en una mejora de los síntomas motores del Parkinson.

-Tenemos que descubrir qué tipo de cambios cerebrales son los que se producen para que la mejora de los síntomas ocurra, y pensamos que tienen relación con la actividad rítmica del cerebro. En un estado normal, cuando dormimos las ondas del ritmo cerebral oscilan en los 4 hertz; cuando estamos despiertos es más alto. En el Parkinson el ritmo cerebral de 10 hertz se impone a todo el cerebro y creemos que con nuestra técnica estamos desincronizar este ritmo masivo que, en nuestra opinión, impide el movimiento.

-Sí. En la epilepsia, que también es un problema de sincronía neuronal, puedes estimular nervios desde afuera del cerebro (como en el rostro), y esa señal llega al cerebro, interrumpe las oscilaciones y rompe esa sincronía, y la epilepsia para. Eso se usa actualmente y por eso intentamos la misma aproximación con el Parkinson, y vimos es que era posible producir mejoras sin entrar al cerebro.

-Entender el efecto de la estimulación y cómo poder mejorarlo para tener el máximo de beneficios, que compensen el hecho de tener que someter al paciente a una cirugía, que aunque es menos invasiva que la estimulación profunda, conlleva riesgos.

La pregunta del millón es "¿qué parámetros usar ?", saber dónde se deben ubicar exactamente los electrodos, qué intensidad o frecuencia de estimulación debe ser utilizada, o si debe estar encendido todo el día o en ciertos momentos. Y en esto estamos ahora.