En una ceremonia que culminó con un pequeño desfile, Carabineros de Chile promovió ayer a 102 uniformados al grado de suboficial mayor, máxima aspiración de la suboficialidad de carabineros dentro de la institución.

Los promovidos, que se reunieron en la Escuela de Suboficiales de Concepción, llegaron desde distintos puntos de la zona sur del país. Del total, 57 corresponden a uniformados del Biobío.

De la mano del general director de Carabineros, Bruno Villalobos Krumm, los nuevos suboficiales mayores recibieron su banderola de mando como signo de su ascenso.

A la ceremonia también asistió el intendente del Biobío, Rodrigo Díaz Worner; la gobernadora provincial, Andrea Muñoz Araya; el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz Vera, además de las familias de los carabineros ascendidos.

Durante la ceremonia, el director Nacional de Personal, general inspector Julio Pineda Peña, realizó un discurso en donde llamó a los carabineros a no despegarse de sus valores y actuar siempre de buena fe. Las palabras del uniformado cayeron justo cuando la institución atraviesa por uno de los problemas más grandes de los últimos años, con la investigación de fraude al interior de la institución, que alcanza hasta el momento los $13 mil millones y tiene a 35 personas formalizadas.

EN SILENCIO

Al finalizar la ceremonia, el general director de la institución, posó con los nuevos suboficiales mayores para una foto institucional y después se dio el tiempo para compartir de manera individual con cada uno de ellos.

Al término de la actividad, y tras intentar obtener alguna declaración del director, éste declinó conversar con la prensa y sin detener el paso, siguió su camino hasta el gimnasio de la institución, en donde compartió un cóctel con los nuevos suboficiales y sus familias.

Villalobos tampoco se quiso referir a los últimos actos de violencia ocurridos en la zona de Arauco, en donde se acusa que un carabinero disparó a una familia mapuche sin razón aparente.