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"The Art Life": desentrañando a David Lynch

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Los orígenes de David Lynch, desde su infancia en Montana hasta su primer largometraje en 1977, "Eraserhead", son el centro del documental "David Lynch: The Art Life" que intenta descubrir cómo se fraguó la peculiar mirada sobre el mundo del autor de "Terciopelo Azul" a través del relato en primera persona.

"Puedes vivir en un sitio pequeño y tenerlo todo", afirma Lynch en el documental que en Estados Unidos se estrena este viernes y que fue exhibido por primera vez el año pasado en el Festival de Venecia.

Jon Nguyen, Rick Barnes y Olivia Neergaard-Holm filmaron a Lynch durante tres años en su taller en Los Ángeles, donde pinta, esculpe, moldea. El falso monólogo se combina con vídeos caseros, fotografías familiares, detalles de su obra pictórica y escultórica, en un montaje que, con ayuda de la música, se vuelve hipnótico, como la filmografía de Lynch.

Su historia podría resumirse en tres momentos clave. El primero, cuando conoció al pintor Bushnell Keeler, padre de un amigo, que se convirtió en una especie de mentor, además de haber intercedido ante su papá, científico de profesión, para hacerlo entender que su hijo tenía talento y que iba en serio.

Tras un fallido viaje a Europa vino el segundo momento, cuando se instaló en Filadelfia, donde dio con una idea clave: la pintura en movimiento. Cuenta que casi al mismo tiempo visitó por primera vez una morgue y que al ver tantos cadáveres juntos empezó a imaginar las historias que habría detrás. De ahí nacieron sus primeros cortos: "Six Men Getting Sick" (1966) y "The Alphabet" (1968).

El tercer momento decisivo en la vida de Lynch fue una inesperada llamada telefónica del American Film Institute (AFI) en la que le comunicaban la concesión de una beca para estudiar en su sede de Los Ángeles. De ahí nació su primer largometraje. "Fue una de mis más felices experiencias cinematográficas", asegura en el documental.