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Los agujeros negros también crean estrellas en su periferia

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Gracias al inmaculado cielo que cubre al Desierto de Atacama, donde está ubicado el Observatorio Paranal, un grupo de investigadores del Reino Unido concentrados en los choques entre galaxias, descubrieron que los agujeros negros no solo son capaces de consumir materia, sino que también pueden crear nuevos astros.

Con la potencia del VLT -Telescopio Muy Grande, en español -del Observatorio Europeo Austral (ESO), los académicos estudiaban las colisiones entre las galaxias IRAS F23128 y 5919, movimientos detectados a unos 600 millones de años luz de la Tierra, cuando al enfocar los chorros de material originados cerca de un agujero negro en el centro de una de las galaxias, encontraron a estrellas naciendo dentro de ellos.

expulsión de gases

Estos torrentes son generados por la enorme cantidad de energía proveniente de los centros galácticos, donde -en la mayoría de los casos -se ubican agujeros negros, que al "tragar" materia, calientan el gas a su alrededor y lo expulsan de la galaxia en forma de espesos y potentes vientos.

"Durante un tiempo los astrónomos han pensado que las condiciones que se dan en el interior de estos chorros podrían ser adecuadas para la formación de estrellas, pero nadie había podido ver este fenómeno en acción porque es algo muy difícil de observar", explicó el astrofísico de la Universidad de Cambridge, Roberto Maiolino, quien trabaja en el Norte Grande. "Nuestros resultados son emocionantes porque muestran, inequívocamente, que se crean estrellas dentro de estos chorros", agregó.

Los profesionales estudiaron las estrellas directamente en el chorro, así como el gas a su alrededor, desde los instrumentos Muse y X-shooter, que permitieron desentrañar las propiedades de la luz emitida.

brillo particular

La radiación de las estrellas jóvenes provoca que las nubes de gas cercanas brillen de una manera particular, por lo que se determinó que los astros de IRAS F23128 y 5919 tienen menos de unas pocas decenas de millones de años, junto con ser más calientes y más brillantes que las estrellas formadas en entornos menos extremos, como el disco galáctico.

La luz permitió inferir también que viajan a velocidades muy grandes, alejándose del centro de la galaxia, lo cual tendría sentido para objetos atrapados en una rápida corriente de material en movimiento, ad portas de ser consumida por el agujero negro.

fuera de la galaxia

"Las estrellas que se forman en el viento que está cerca del centro de la galaxia podrían desacelerar e incluso volver hacia el interior, pero las estrellas que se forman en la zona más externa del flujo experimentan menos desaceleración y pueden incluso volar en grupo fuera de la galaxia", afirmó la coautora de la investigación, Helen Russell.

El descubrimiento permite mejorar la comprensión de algunos enigmas de la astrofísica, por ejemplo, cómo adquieren sus formas las galaxias (espirales o elípticas), cómo se enriquece el espacio intergaláctico, e incluso de dónde viene la aún inexplicable radiación de fondo infrarroja (ese resplandor presente en todas las imágenes del espacio).

"Esto proporcionaría un escenario totalmente nuevo para nuestra comprensión de la evolución de las galaxias", agregó Maiolino.