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Los alumnos disminuyen sus niveles de eficiencia y energía

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Comenzó marzo y las responsabilidades de los estudiantes pasan a ser parte primordial de su día a día. Exámenes, pruebas, largas horas de estudio y distintas actividades que requieren de un compromiso académico completo para lograr buenos resultados.

Ante esto, hay algunos alumnos que toman alternativas no muy convenientes para tratar de rendir. Entre ellas, está el pasar noches enteras estudiando por falta de organización o responsabilidad. Esto implica no descansar lo suficiente y aumentar el estado de ansiedad y estrés.

Javiera Hernández, psicóloga educacional de la Universidad San Sebastián, afirmó que una de las consecuencias de pasar de largo es que repercute en los procesos de atención y concentración. "El estudiante que no duerme la cantidad de horas necesarias para que el cuerpo se recupere, comienza a generar una sensación de cansancio frecuente", comentó.

La especialista, explicó que además de tener pocas horas de descanso, los estudiantes pueden comenzar a desarrollar insomnio. "Se puede presentar de dos formas: ya sea que no pueden conciliar el sueño o que despiertan muchas veces durante el descanso", apuntó.

Por otra parte, recalcó que las alteraciones psicológicas son otra consecuencia de pasar de largo por las noches. "Se producen modificaciones psicológicas que se ponen en manifiesto a través de la sensación de fatiga, estrés, angustia, irritabilidad y disminución de la energía vital, entre algunas otras", comentó.

AFECTA AL RENDIMIENTO

La psicóloga planteó que si bien muchos estudiantes pueden pasar varias noches de largo estudiando, esto no es lo más recomendable cuando se trata de mejorar las notas y el rendimiento académico. Aunque esto puede que no afecte a todos los alumnos, si perjudica a la mayoría. "De todas maneras, pasar de largo afecta negativamente en el rendimiento. Un estudiante que no duerme de noche, al otro día se sentirá muy cansado y esto se ve manifestado en su comportamiento. Se desconcentra fácilmente, cambia de humor considerablemente y decae el nivel de eficiencia porque se duerme durante sus actividades diarias", afirmó.

Geraldine Lisperguer , psicóloga y coordinadora administrativa de Programas y Educación de la Universidad del Desarrollo, coincidió con el planteamiento de Javiera Hernández.

Explicó que cuando los estudiantes tienen sueño, su cerebro deja de focalizar, lo que genera que al leer un texto o hacer un ejercicio no puedan recordar lo que leyeron o cómo se desarrollaba el ejercicio, porque nunca lo incorporaron realmente a su memoria a largo plazo, sino que quedó en la memoria de trabajo, donde se encuentran los elementos del día a día, que finalmente se eliminan y se produce el olvido. "Para lograr un estudio efectivo nuestro cerebro debe focalizar una cantidad determinada de elementos para luego trasladarlos a la memoria a largo plazo y poder evocarlos al momento de la evaluación", detalló la psicóloga.

¿CÓMO ORGANIZARSE?

Lisperguer, hizo hincapié en que para crear rutinas es necesario ser disciplinados. Lograr un nivel de organización de los tiempos es lo más óptimo para poder ordenar las prioridades en cuanto a los estudios y las responsabilidades a cumplir con las distintas asignaturas.

"Para crear cualquier rutina es necesario ser constantes. Pueden usar un horario donde ubiquen las horas de estudio y de descanso, que permitirá planificar todo, logrando situar las horas de estudio durante el día, idealmente en las mañanas, y a la vez mantener tus ciclos de sueño-vigilia equilibrados", mencionó, indicando que todo hábito puede cambiarse partiendo de manera gradual.

Verónica Villarroel, psicóloga y directora del Centro de Investigación y Mejoramiento de la Educación de la misma casa de estudios, dijo que el repaso de materia, clase a clase, es una de las mejores formas para evitar que los contenidos se acumulen y una acción básica para que los estudiantes puedan organizar mejor el tiempo y no deban pasar despiertos las noches entera, estudiando o terminando trabajos a última hora.

Además, estar atento en clases y tomar apuntes para estar más conectado con los contenidos, apuntó, "hará más fácil el estudio para las evaluaciones".

Techo sumó a 300 voluntarios en el Biobío

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A través de un video en 360º, la campaña de Techo-Chile denominada "Juntos transformemos esta realidad", invitó a más jóvenes a ser voluntarios permanentes para trabajar de forma conjunta con dirigentes y vecinos durante todo el año, para que las familias puedan acceder a una vivienda digna y definitiva.

Del 8 al 24 de marzo la organización realizó su Campaña de Captación de Voluntarios a lo largo de Chile, que en la Región del Biobío logró sumar a 300 jóvenes al trabajo permanente que realiza la fundación con las familias más vulnerables del país. "Las familias de campamento viven en una constante situación de emergencia, sin condiciones mínimas para garantizar el acceso a sus derechos humanos", comentó el director regional del Biobío, Nicolás Villanueva.

Dijo que pese los múltiples esfuerzos e iniciativas, las familias de campamento han aumentado en casi 2000 en los últimos 5 años. A nivel local, existen 7.510 familias viviendo en 132 asentamientos precarios, siendo la segunda región con más campamentos a nivel nacional, agregó.

Es por ello que Techo necesita sumar nuevos voluntarios para poder trabajar en las distintas comunidades y lograr, a través de una labor conjunta, que los vecinos puedan mejorar su calidad de vida. "Es desde allí donde le hacemos una invitación a los jóvenes para sumarse como voluntarios a nuestra fundación", enfatizó.

Actualmente, la organización realiza un trabajo enfocado en el fortalecimiento de la participación comunitaria.

Techo, busca lograr que las comunidades puedan autosugestionarse y así lograr ir dando soluciones a las diferentes problemáticas que afectan a los pobladores. "Es en todo esto que el rol del voluntario se vuelve fundamental", finalizó.

"Millenials": el gran desafío para los directores de empresas

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Es por eso que son ellos los que plantean nuevos retos para quienes ejercen el rol de jefaturas.

Y es que con la irrupción de esta nueva generación, tanto en lo social como en el mercado laboral, los desafíos de los directores generales de empresas para comunicarse con sus colaboradores han aumentado.

Según datos del Centro de Investigación Pew, en 2025 los Millenials serán el 75% de la población laboral activa. Esta proyección representa un reto importante para las compañías porque se requieren múltiples esfuerzos para mantener motivado al segmento de colaboradores que actualmente tiene entre 20 y 35 años.

Según Nathália Molteni, Associate Director de Page Executive, consultora de Executive Search, actualmente los directores generales dan prioridad al pensamiento crítico, a las habilidades empresariales y la gestión, por sobre a las habilidades interpersonales.

"Dentro de los desafíos de un director está el liderar a esta nueva generación. Si bien en Chile la mayoría de las segundas líneas de las empresas aún no cuenta con 'Millenials' en cargos gerenciales, es sólo cuestión de tiempo para que esto ocurra", comentó.

CARACTERÍSTICAS

Este nuevo perfil de profesional valora mucho más la conciliación de la vida laboral y familiar que sus propios sueldos, es altamente tecnológico, busca un desarrollo profesional acelerado y privilegia el trabajo en equipo, por lo que, en consecuencia, los directores de compañías deben adaptarse a esta nueva audiencia.

Molteni, se mostró optimista respecto a los aportes de esta generación en las compañías. "Claramente existen puntos en común en las que ambas pueden generar valor y aprendizajes", concluyó.