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La importancia de aprender a pensar de forma cada vez más crítica

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Hechos como la propuesta de eliminar el ramo de filosofía del plan común de enseñanza media en Chile, que se extendió durante un buen tiempo el año pasado, la continua alerta de noticias falsas y la masificación de estudios con bajo respaldo académico han puesto en la palestra el por qué es necesario instruir a los jóvenes en el pensamiento crítico.

La Universidad de Carolina del Norte, en EE.UU., concluyó que aprender estas habilidades reduce significativamente las creencias que no están sustentadas en hechos, según la revista Science.

"Queríamos explorar cuál es el papel fundamental que pueden desempeñar las clases de humanidades y si se puede evaluar la medida en que la enseñanza del pensamiento crítico se traduce en reflexiones más elaboradas de los estudiantes", explicó una de las académicas responsable del estudio, Alicia McGill.

"Esto puede ser especialmente oportuno, porque los cursos de humanidades dan a los estudiantes herramientas que pueden usar para evaluar datos cualitativos y ordenar a través de la retórica", dijo la académica, junto con agregar que "las humanidades nos ofrecen una perspectiva histórica y cultural que nos permite poner en contexto los acontecimientos actuales".

modificar pensamiento

Los investigadores trabajaron con 117 estudiantes en tres clases diferentes: 59 se inscribieron en un curso de métodos de investigación de psicología, donde aprendieron estadísticas y diseño de estudio, pero no se refirió específicamente al pensamiento crítico.

Los otros 58 estudiantes se inscribieron en uno de dos cursos sobre fraudes históricos y misterios. Este último grupo incluía estudiantes con altos promedios en ciencias y matemáticas.

La clase de psicología sirvió como grupo de control, mientras que los dos cursos de historia incorporaron temáticas especialmente diseñadas para cultivar habilidades de pensamiento analítico.

LO QUE SE ENSEÑÓ

Por ejemplo, a los estudiantes en los cursos de historia se les enseñó a identificar falacias lógicas, es decir, argumentos que carecían de razonamiento.

En las evaluaciones se incluyeron temas como la creencia en Atlantis como "fraude histórico" y que el 11 de septiembre estadounidense (los atentados a las Torres Gemelas) fue un "trabajo interno", los que nunca fueron abordados en el curso.

Esto permitió a los investigadores determinar hasta qué punto los cambios en las creencias de los estudiantes provenían de hechos discutidos en la sala, en comparación con los cambios en las habilidades de pensamiento crítico de los alumnos.

Al final del semestre, quienes formaban el grupo de control no cambiaron sus creencias, pero los asistentes a los cursos de historia creían menos en afirmaciones pseudocientíficas, hecho acentuado entre quienes poseían altas calificaciones.

"alentador"

"El cambio que vemos en los jóvenes es importante, porque las creencias son notoriamente difíciles de cambiar", dijo Anne McLaughlin, una de las docentes involucradas en el análisis. "Y ver a los estudiantes aplicar habilidades de pensamiento crítico a áreas no cubiertas en clase es particularmente significativo y alentador", agregó. "También es importante señalar que estos resultados provienen de tomar solo una asignatura", agregó McGill, por lo cual "los esfuerzos consistentes para enseñar el pensamiento crítico, a través de varias clase, pueden tener efectos más pronunciados".