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El que a ustedes escucha, a mí me escucha

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El fiel para quien la Eucaristía dominical es parte de su vida bien sabe que el Domingo I de Cuaresma se caracteriza por el episodio de las tentaciones a las que fue sometido Jesús y que el Domingo II de Cuaresma, que celebramos hoy, se caracteriza por el episodio de la Transfiguración de Jesús. Y es capaz de captar el fuerte contraste en la Persona de Jesús entre esos dos momentos.

En el episodio de las tentaciones se nos manifiesta Jesús en toda la verdad de su condición humana, hasta el punto de compartir con nosotros la experiencia de la tentación, es decir, hasta el punto de que Satanás piense que puede engañarlo y desviarlo de su camino, diciendole: «Te daré todos los reinos del mundo y su gloria» (cf. Mt 4,8-9). Contemplabamos el domingo pasado a Jesús como lo define San Pablo en el himno cristológico de su carta a los filipenses: «Siendo de condición divina... se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su condición como hombre» (Fil 2,6-7). En el episodio de la Transfiguración, en cambio, Jesús se nos manifiesta en su condición divina: «Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan... y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz». Obviamente, la divinidad no se puede describir con nuestro lenguaje, porque no corresponde a nada conocido por nuestros sentidos, y es necesario usar esas imágenes como símbolos. La luz y el color blanco son símbolos de la divinidad.

Varias cosas debieron impresionar a esos tres discípulos. En primer lugar, la aparición de los dos personajes bíblicos, Moisés y Elías, y la relación que tienen con Jesús: «En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él». De ambos, nos dice la Escritura, que no se conocían sus restos en la tierra. La muerte de Moisés es narrada en estos términos: «Allí murió Moisés, siervo del Señor, en el país de Moab, como había dispuesto el Señor... Nadie hasta hoy ha conocido su tumba... No ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara» (Deut 34,5.6.10). Por su parte, Elías fue arrebatado al cielo en un carro de fuego: «Iban caminando (Elías y Eliseo) mientras hablaban, cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al cielo en el torbellino» (2Reg 2,11). La Escritura agrega que cincuenta hombres buscaron su cuerpo inútilmente. Ambos aparecen ahora vivos conversando con Jesús. No hay contraste entre ellos y Jesús; conversan con él como con un antiguo amigo. De hecho, Jesús, dice a los judíos: «Si ustedes creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió sobre mí» (Jn 5,46). Por otro lado, es evidente la superioridad de Jesús: es él quien está transfigurado manifestando su condición divina; es él el objeto de la revelación concedida a Moisés y a Elías. La visión enseña que hay continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento; pero, al mismo tiempo, es muy superior el Nuevo Testamento, porque es Jesús quien da cumplimiento y lleva a plenitud todo lo revelado anteriormente.

Los tres apóstoles están gozando de un anticipo de la gloria celestial y desean que ese momento se perpetúe: «Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: "Señor, bueno es para nosotros estar aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías"». Pedro usa el adjetivo griego «kalós», que significa «bueno, bello, pleno». Es la felicidad plena, que no se cambia por nada y que se goza sólo en contacto con Dios. Esa es la experiencia que ellos viven.

La nube luminosa que los cubre representa la presencia de Dios. La tradición oriental ve en esa nube al Espíritu Santo y, de esta manera la escena es trinitaria. En efecto, la voz que sale de la nube es la de Dios y Él se relaciona con Jesús como el Padre, declarando: «Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco; escúchenlo». En las tentaciones el diablo comenzaba diciendo a Jesús: «Si eres el Hijo de Dios, haz tal o cual cosa». Jesús tenía poder para hacer todo lo que el diablo le proponía -convertir las piedras en pan, arrojarse desde lo alto del templo para que los ángeles lo sostengan, etc.- pero no lo hizo, porque eso habría sido anular la verdad de su condición humana. Ahora es el mismo Dios quien lo declara su Hijo, y agrega: «el amado, el que llena la complacencia de Dios». La voz divina agrega un imperativo dirigido a nosotros: «Escúchenlo». ¡Nos manda escuchar a Jesús!

¿Cómo podemos escucharlo nosotros hoy? ¿No habría sido más correcto decir: «lean lo que se escribirá sobre él»? No. Está bien el mandato: «Escúchenlo», porque la Palabra de Jesús se oye hoy en la Iglesia, cuando es proclamada en la liturgia, cuando enseñan el Sumo Pontífice y los Obispos en comunión con él; la palabra de Jesús resuena en el corazón de los fieles, cuando oran y leen la Escritura dentro de la Iglesia, es decir, en conformidad con su enseñanza. Jesús sabía que su voz física iba a cesar con su Ascensión al cielo; pero permanece su Palabra, según su misma declaración: «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (Mt 24,35). Todas las generaciones han escuchado esas palabras de Jesús escuchando a los apóstoles y a sus sucesores, que son los Obispos, como aseguró Jesús: «El que a ustedes escucha, a mí me escucha» (Lc 10,16). Por eso, quien desoye a los pastores de la Iglesia, desoye a Jesús; y quien desoye a Jesús desoye a Dios.

Obispo de Santa María de

Los Ángeles

Universidades buscan entregar bienvenidas más inclusivas y gratas

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La bienvenida a clases puede poner ansiosos a los estudiantes que dan paso a un nuevo año académico, especialmente para aquellos que recién comienzan su vida universitaria sin tener muchos indicios de cómo será el ciclo que está por iniciar.

Asimismo, el "mechoneo" es el recibimiento que muchos temen y que además podría generar traumas o un mal concepto de lo que significa entrar a la universidad. Mientras algunas casas de estudios buscan generar una bienvenida inclusiva, donde los nuevos alumnos puedan conocer mejor a sus nuevos compañeros, otras realizan actividades que no siempre son agradables para los principiantes.

Mauricio Rivas, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, comentó que si bien esta institución educativa se ha caracterizado por años por sus mechoneos poco gratos, donde se le lanzan cosas a los nuevos, se les rompe la ropa y se les obliga a pedir dinero en las calles para recuperar sus cosas, algunas carreras han revalorado esta situación y han cambiado el enfoque de sus bienvenidas.

"Esta práctica se ha realizado por muchos años en varias universidades a nivel nacional, pero quiero recalcar que hoy varias carreras de la UdeC ya no están realizando estos mechoneos y optaron por tener actividades de bienvenida más gratas, que apuntan directamente a la integración de los alumnos para que se sientan parte de la comunidad", afirmó.

Dentro de la misma idea, Rivas destacó que el mechoneo es una forma de denigrar a aquellos estudiantes que comienzan su vida universitaria y que en algunos casos puede resultar un perjuicio para éstos. "Esos mechoneos tradicionales no podemos considerarlos una actividad de bienvenida sino que todo lo contrario", apuntó.

BIENVENIDAS POCO GRATAS

El presidente quiso mencionar que desde la FEC se buscan erradicar estas actividades para que vayan dando un giro. Entretanto algunas carreras ya cambiaron sus bienvenidas, hay otras que mantienen las prácticas de romper la ropa y mandar a los aprendices a buscar dinero por las calles en favor de devolver sus prendas, situación que mantiene las críticas dentro de la federación.

"Vamos a seguir fortaleciendo nuestro punto de vista para erradicar los mechoneos por completo. En general las carreras de Ciencias Sociales, pedagogías e Historia, son algunos ejemplos que han generado cambios en la forma de recibir a sus alumnos", comentó Rivas.

Como destacó el presidente, hay que tener en cuenta la situación de cada estudiante a la hora de realizar los mechoneos. "A veces uno no se pone en el lugar del que viene llegando. Los mechoneos han pasado a ser actividades casi ritualistas en algunas universidades pero pueden terminar generando incomodidad en los nuevos estudiantes", agregó.

Rivas, fue tajante al mencionar que el mechoneo puede resultar muy poco agradable para los alumnos que tienen menos recursos, ya que, durante los primeros días las actividades implican perder una o dos mudas de ropa y al menos un par de zapatos.

"No todos los estudiantes tienen la posibilidad y los medios para comprarse ropa tan fácilmente. En la UdeC, el 60% de los alumnos se consideran como vulnerables, por lo tanto, realizar un mechoneo donde se vean afectados económicamente es una falta total de empatía", añadió.

MECHONEOS INCLUSIVOS

Mientras todavía existen universidades que practican el mechoneo tradicional, otras han buscado distintas formas de recibir a los estudiantes que recién ingresan. Alexander Silva, Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad San Sebastián (Feuss), señaló que con una bienvenida innovadora e inclusiva y que se transforme en una inolvidable experiencia de ingreso, se puede lograr que los aprendices se vinculen con sus compañeros de carrera de manera temprana y que se relacionen con el entorno y la comunidad".

Por lo mismo, la federación de la USS ha implementado actividades inclusivas, como convivencias o paseos para los nuevos alumnos. "Buscamos dejar las prácticas humillantes y promovemos la premiación a las bienvenidas más creativas", añadió.

En el mismo contexto, Sophie Belloy, presidenta del Centro de Alumnos de Ingeniería Civil Industrial y Minería de la Universidad del Desarrollo, destacó que las bienvenidas en la UDD se nominan como "mechoneos con sentido", donde los alumnos nuevos tienen la oportunidad de conocerse entre ellos y compartir con los más antiguos en actividades solidarias, culturales, recreativas y de vida universitaria.

"Con este tipo de actividades lo más nuevos se sienten muy cómodos y a gusto, y se logra conocer a personas de todas las carreras y de todas las edades, donde los nuevos cursos se unen mucho más y se generan lazos importantes", comentó.