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95% de los chilenos no se desconectó del celular en vacaciones

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Si en la era sin teléfonos inteligentes la norma para las vacaciones era la desconexión, hoy es precisamente lo contrario. Así lo sugiere un estudio de la Universidad Católica y la agencia Media Interactive, que reveló que un 95% de los chilenos no se logró desconectar de sus celulares durante el verano pasado, pese a que un porcentaje importante esperaba poder hacerlo.

En un sondeo realizado a 755 usuarios de Internet a nivel nacional, los investigadores quisieron explorar de qué manera la tecnología cambió la experiencia de las vacaciones en el país.

La medición arrojó que un 57% de los consultados utilizó casi siempre el celular durante las últimas vacaciones. Un 24,9%, en tanto, afirmó que lo hizo frecuentemente y un 12,5% a veces, según detalló el académico Daniel Halpern.

Por el contrario, sólo un 1,4% indicó que nunca empleó el smartphone y un 3,7% declaró que lo hizo rara vez.

El uso de Whatsapp fue similar: un 62% accedió a esa aplicación casi siempre, un 24,3% frecuentemente, un 9,3% a veces y apenas un 1,7% dijo que no lo revisó nunca durante su periodo de descanso.

redes sociales

Facebook, en tanto, registró un acceso menos frecuente entre los sondeados, ya que sólo un 34,4% aseguró que accedió a la red social casi siempre.

El e-mail, en cambio, pareció ser más sencillo de dejar de lado, dado que apenas un 26,3% señaló que lo utilizó casi siempre y un 24,4% con frecuencia. Quienes se desconectaron totalmente del correo alcanzaron un 10,3%.

Más acentuada fue la desconexión que lograron los usuarios de Twitter: un 56% declaró que nunca utilizó ese sitio. Pero, en general, las redes sociales fueron ignoradas por apenas un 22% de la población.

"Gran parte del uso que alcanzan (los usuarios) es para conectarse con personas que no comparten su mismo espacio físico. Además, se observa la relevancia que ha adquirido la imagen: Instagram, en las vacaciones, fue utilizado por más de un tercio de las personas con un alto grado de frecuencia", comentó el equipo en su informe.

El nivel de publicación de contenidos también fue significativo. Un 46,9% de los encuestados envió diaria o casi diariamente mensajes de texto y/o emojis a una audiencia privada y un 40% compartió fotos todos o casi todos los días, también a una audiencia limitada. No obstante, llamó la atención de los investigadores el 34% que dijo que publicó fotos a diario en redes sociales a una audiencia pública para que todos sus contactos vieran lo que estaban realizando.

Asimismo, un 48,8% empleó con frecuencia su celular para saber lo que estaban haciendo sus amigos y un 34% se mantuvo "tanto en contacto con personas, que casi sentía como si estuvieran de viaje conmigo".

Para ocho de cada diez chilenos es importante documentar algunos aspectos de su descanso; de hecho, un 84% le mostró a algunas personas fotos de las vacaciones y sólo un 33% esperó hasta volver para compartir sus experiencias. En la otra vereda, un 20,9% no subió ningún materia relacionado con sus viajes.

Por otro lado, un tercio de los encuestados dijo haber revisado diariamente asuntos relacionados con el trabajo o estudios, mientras que casi un cuarto contestó mensajes con estos fines diariamente.

La importancia del wi-fi

Otro dato que se destacó fue el hecho de que para un 65% fue importante tener buena conectividad o Wi-Fi durante sus vacaciones. Ello se condice con el hecho que un 39% pensó que se iba a poder desconectar mucho más de los dispositivos, pese a que un 38% opinó que las vacaciones deberían significar desconectarse de los tecnología.

De hecho, un 37% había pensado en no usar el teléfono tanto, pero finalmente sí estuvo pendiente.

Hay algunos resultados que sugieren una "desconexión selectiva" por parte de las personas, determinando a quién contestar y a quién no. Entre esas estadísticas se encuentra el 51% que ignoró intencionalmente algunas formas de comunicación y el 24% que apagó a propósito su celular. La pareja, en tanto, figura como aquella persona con la que se desea el mayor nivel de comunicación.

En cuanto a los efectos de esta conexión, no todos son positivos: para un 78% es molesto cuando un compañero de viaje siempre está metido en su teléfono, un 54% consideró que las personas comparten demasiado sobre sus vacaciones en redes sociales y a un 27% les molesta los bastones selfie.

Los neandertales ya tomaban "aspirinas" y antibióticos

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Los neandertales, una especie humana extinguida hace 40 mil años, utilizaban la corteza de los árboles y las plantas de su entorno para fabricar incipientes medicamentos semejantes a las aspirinas y a los antibióticos actuales.

El hallazgo, publicado ayer en la revista Nature, forma parte de un estudio realizado por investigadores españoles del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), junto a científicos de las universidades de Adelaida (Australia) y Liverpool (Reino Unido).

Los investigadores secuenciaron el material genético del cálculo dental (sarro bacteriano calcificado) de fósiles de cuatro individuos del yacimiento belga de Spy y de El Sidrón, en Asturias, norte de España.

Los resultados son importantes porque prueban "aspectos que hasta ahora desconocíamos. Nos demuestran que nuestra visión de los neandertales era simplista y que está sesgada por lo poco que se conserva en el registro fósil", explicó a EFE Carles Lalueza-Fox, investigador del IBE y coautor del trabajo.

Los análisis de esos cálculos dentales permitieron confirmar la ingestión de determinados alimentos, los que tenían a su disposición en cada caso. Encontraron evidencias del consumo de carne en los neandertales de Bélgica, que vivían en estepas frías con megafauna, mientras que los que ocupan la actual Asturias estaban en un entorno boscoso, más rico en vegetales.

Pero uno de los aspectos más llamativos del estudio fue el hallazgo de evidencias de automedicación hallados en uno de los fósiles asturianos: "Un individuo con un absceso dentario a causa de una infección en la raíz de un molar". "Tenemos pruebas de que este neandertal se medicaba. Hemos descubierto que el sarro conservado en sus dientes contenía secuencias del patógeno Enterocytozoon bieneusi que, en humanos, provoca problemas gastrointestinales, además de un absceso dental. Dos problemas que debían producirle intensos dolores", sostuvo el coautor del trabajo Antonio Rosas.