Derribando mitos de las terapias integrativas
Corría el año 2008 cuando los directores de Rukalihuen conocimos de la sanación pránica, en Concepción, cuando Jorge Fuentes, terapeuta y precursor de esta disciplina, participó en un encuentro de Yoga en una universidad local. En 2009 se hicieron los primeros cursos de sanación pránica, y un año después comenzamos a impartirla en el centro como terapia.
Es una de las tantas terapias integrativas o alternativas con las que cuenta nuestro centro de desarrollo humano. Y a pesar de los prejuicios, mitos y desconocimiento que puede existir en torno a ellas, puedo decir que la gran mayoría de estos se han derrumbado.
Actualmente, son los mismos médicos quienes envían a pacientes a nuestras sesiones, al ver que no tienen resultados positivos con la medicina tradicional, pero sí a través de terapias integrativas. Asimismo derivan hacia la práctica de disciplinas corporales, como el Yoga, pues ya están conscientes de que muchas enfermedades se producen por estrés.
Puedo decir que el mundo médico ya no es como antes. He conversado con profesionales de la medicina que ya están abiertos a la posibilidad de complementar tratamientos con terapias integrativas y reconocen sus beneficios. Estoy convencido que la mentalidad cambió desde que la medicina comenzó a estudiar la meditación de manera clínica a través del Mindfulness o atención plena; eso ya hace 30 años, obteniendo resultados respecto a la mejoría de las personas sólo a través de respiración o el concentrar la atención.
En Chile también hay experiencias de ese tipo, particularmente con la sanación pránica en el Hospital Clínico San Borja Arriaran. Allí Jorge Fuentes logró instalar hace cerca de diez años un box de atención y como consecuencia de los buenos resultados, está formando a profesionales a través de un diplomado. Los pacientes acuden a las sesiones como una terapia alternativa a dolencias físicas o psicológicas, desde acné y asma, hasta dolores corporales, enfermedades respiratorias, cánceres y tumores.
Muchos tuvieron excelentes resultados. Según un informe derivado del primer diplomado realizado, los pacientes manifestaron sentirse satisfechos, relajados y sorprendidos después de las primeras sesiones, sobre todo porque se trata de una terapia no invasiva, con manifestaciones corporales inmediatas. De hecho, el 71% de los pacientes declaró un notorio alivio en sus síntomas, mientras un 23.2% percibió efectos positivos, pero no relacionados directamente con su motivo de consulta, sino en su calidad de vida. Todo gracias a esta técnica, que trabaja con el cuerpo energético, limpiándolo de energías contaminadas para que pueda entrar energía limpia, que es el prana o energía vital.
No podemos negar que el avance científico ha llegado a un nivel extraordinario de conocimiento, en todas las áreas. Pero hay un mundo, el energético y espiritual, que no se ha tomado en cuenta y que también requiere de atención. Al mismo tiempo, se han menospreciado los conocimientos ancestrales de nuestras culturas originarias, donde la sanación mediante técnicas energéticas o hierbas medicinales, ha quedado relegada.
En estos diez años que Rukalihuen existe como centro en Concepción, el nivel de consciencia ha cambiado. Al principio éramos raros, hoy ya somos valorados y reconocidos, y cada día las personas tienen mayor cultura. Incluso han llegado a nosotros médicos que buscan aquí una alternativa a su proceso de sanación.