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Compañía de títeres penquista está integrada por 60 Deditos

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Con sólo uno o dos ensayos antes de subirse al escenario, la academia local de títeres 60 Deditos cree estar preparada para ofrecer un espectáculo de calidad.

Y es que los integrantes de este grupo artístico se conocen de tal forma, que no necesitan dedicar tiempo en exceso a un oficio que les sale de manera natural.

Se trata de una familia de Hualpén, de 6 integrantes. Desde siempre, dicen, se han interesado por la actuación y el teatro. Erik Álvarez y Paola Pinilla, junto a sus hijos Arturo, Mariana, Alberto y Paulina; oficializaron su anhelo de formar un conjunto de muñecos en 2011.

"Es un arte sumamente entretenido que nos tiene muy contentos a todos y que realizamos de manera voluntaria", señala Erik, gran impulsor de la iniciativa.

La última de sus presentaciones se llevó a cabo en el marco de la segunda versión del FestiTíteres, festival organizado por la compañía Los Fantoches, y que finalizó con gran éxito el viernes último.

"Quisimos invitar a 60 Deditos, porque nos gusta su trabajo. Nosotros nos dimos cuenta a tiempo y afortunadamente rescatamos el talento de esta familia. Ellos se acercaban cada vez que podían, hasta que se incluyeron en esto de los títeres", cuenta Hugo Aguilera organizador del evento titiritero y fundador de Los Fantoches hace 40 años.

Por lo mismo es que la familia hualpenina se ha sentido agradecida de la oportunidad otorgada, ya que además consideran que a Concepción le faltan instancias de esta naturaleza. "Realmente, nos sentimos muy alagados cuando nos invitaron a participar del Festival. En lo personal me gusta mucho esto y junto a mi familia queremos seguir formando parte de este tipo de actividades", destaca Álvarez, quien además es académico de la carrera de Enfermería y Educación de Párvulos en la Ucsc.

TODO EN FAMILIA

Para la compañía 60 Deditos, por la cantidad de integrantes que la componen (suman los 60 deditos), el interés por esta expresión artística nació cuando Erik formó un grupo de teatro de títeres junto a sus colegas enfermeros. La idea era alegrar a los pacientes, cuando trabajó en el hospital Traiguén de la Provincia de Malleco, entre los años 1996 y 2004. "Cuando volví a Concepción, empezamos a hacer funciones de este tipo en los cumpleaños de mis hijos y les gustó tanto que ellos quisieron integrarse", comenta el gestor.

La compañía, que en 2011 se formó como 50 Deditos, debido a que en ese entonces sólo eran cinco los integrantes de la familia, tuvo que cambiar el panorama obligadamente con el nacimiento de su última hija.

"Cuando creció la familia, también creció esta academia, por lo tanto, automáticamente pasamos a llamarnos 60 Deditos", cuenta el enfermero.

Durante su carrera en los escenarios, como familia artística se han presentado en distintos lugares de la zona, siempre contando con el apoyo del público.

Por lo general, comentan, suelen aceptar todas las invitaciones de las actividades realizadas por la academia Los Fantoches.

"Para nosotros es un orgullo participar en las funciones que organizan ellos. Que se fijen en nosotros y nos inviten a ser parte de sus funciones es algo que valoramos inmensamente", asume el director de 60 Deditos, lo cual explica en la trayectoria de Los Fantoches.

APOYO UNIVERSITARIO

En estos años, la Ucsc ha sido un puente fundamental para trasladar su arte a distintas partes del Gran Concepción. La universidad le ha otorgado espacios y posibilidades para desarrollar lo que más les gusta.

Entre las funciones más importantes recuerdan la de 2015 en la Agrupación de Familiares de Discapacitados Mentales (Afadim) de Hualpén.

Aquella función fue impulsada por el propio Erik, quien invitó a un grupo de estudiantes de enfermería de la Católica de la Santísima para participar. La idea, señala, era mezclar su amor por este arte dramático, con su carrera profesional, su labor como docente y, "por supuesto, con su familia".

Sobre el panorama local del teatro de títeres, el responsable de 60 Deditos señala que es incipiente desde el punto de vista de las oportunidades y lugares donde se puede efectuar el oficio. "Sin embargo, hay titiriteros en la ciudad que hacen una muy buena labor difundiendo los títeres y, al mismo tiempo, enseñando. Así que yo lo veo bastante promisorio", cuenta el profesor, que ejerce como tal desde 2006.