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Ficil 2017 logró el nivel que se espera de una cita internacional

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El Festival Internacional de Cine de Lebu llegó a su fin el pasado jueves 16 de febrero, dejando una huella cultural que ya es toda una tradición en la Provincia de Arauco. Con pasos por Concepción, Cañete y Lebu, el Ficil continúa consagrándose como uno de los festivales más importantes del país.

Todo comenzó el viernes 10 de febrero en el Teatro Marina del Sol de Talcahuano, donde se realizó la ceremonia inaugural, con la exhibición de la película "Gritos del Bosque", de Jorge Olguín. Luego, la producción se trasladó a Cañete, donde comenzó la competencia oficial y se realizaron las tradicionales funciones en el Lago Lanalhue. La recta final de la cita ocurrió en Lebu, donde además de las exhibiciones se realizaron workshops y asesorías con los principales invitados, donde destacaron Edui Tijerina, Linda Olszewski y Vicky Jenson, sumado a la participación del cantante Kevin Johansen en la ceremonia final.

Más allá de la competencia oficial, lo clave del Ficil 2017 es que continuó el camino de ejercer un rol formativo, tanto de audiencias como de jóvenes profesionales del mundo audiovisual. Algo que Claudia Pino y Gonzalo Fredes, principales organizadores de la cita lebulense, garantizan desde los inicios del festival.

VISITAS ILUSTRES

Otro de los sellos que caracteriza al Festival Internacional de Cine de Lebu es la conexión que sus invitados generan con el público local. A diferencia de otros eventos del séptimo arte o del mundo del espectáculo, en el Ficil predomina un ambiente grato y de cercanía entre los personajes más influyentes que participan de algún modo en el festival.

Así, en Cañete y Lebu pudimos ver como un actor de la trayectoria de Luis Alarcón, conversa tranquilamente con el público local. Lo mismo pasa con otros actores o realizadores, como Jorge Olguín, Nathalia Aragonese, Lorene Prieto, Paulo Brunetti, Teresita Reyes o Gonzalo Justiniano, quienes siempre estuvieron disponibles para los realizadores en competencia y para compartir con la audiencia.

La gran invitada de esta decimoséptima versión fue Vicky Jenson, codirectora de "Shrek", quien ejerció como jurado y realizó un pequeño conversatorio abierto a la comunidad. Su presencia, de más está decirlo, es todo un lujo y sin dudas le otorgó categoría a la cita de este año. Lamentablemente, ocurrieron algunas ausencias importantes entre los invitados anunciados, como Sergio Armstrong (director de fotografía) o el escritor Francisco Ortega, cuya presencia habría sido de gran valor para el evento.

LOS PUNTOS ALTOS

En cuanto al contenido, nuevamente la categoría de Ficción Internacional destacó por sobre las otras, con cortometrajes de altísimo nivel, como "El mundo entero", "17 años juntos", "Timecode" o "Le Mecènè", siendo este último el ganador de la competencia. Similar es lo que ocurre con Animación Internacional, cuyo corto ganador, "Red Forest", es una de las piezas audiovisuales más impresionantes que hayamos visto en esta cita.

En cuanto a las exhibiciones, "Neruda", de Pablo Larraín, fue una gran experiencia, gracias a que fue proyectada a orillas del Lago Lanalhue.

Lo mismo pasa con "Mala Junta", película que recibió el Premio del Público y se perfiló como uno de los largometrajes más interesantes mostrados en esta edición. "Cristo Ciego" también destacó por su cuidada fotografía y una representación vívida de la realidad que se vive en el norte de Chile.

Y al igual que el año pasado, poco podemos decir de la proyección de los cortos nominados al Premio Oscar, en las categorías Live Action y Animación. El hecho de presentar estas películas en exclusiva en la Provincia de Arauco, donde no existen cines comerciales, es sin duda uno de los hitos, y ojalá tradición, en las versiones del Ficil.

LO QUE DEBE MEJORAR

Una de las principales debilidades de esta versión del Festival Internacional de Cine de Lebu fueron sus categorías de trabajos nacionales, principalmente la Competencia de Documental Pueblos Originarios y Documental Regional. El gran problema va más allá de la selección de los metrajes, sino que se debe a un evidente débil rol formativo de las escuelas de cine. Salvo algunas excepciones, la mayoría de los documentales en competencia carecen de las características propias del género. Hay mucho de reportaje en los trabajos que presenciamos, lo que entrega resultados poco interesantes para el cine.

Por otro lado, la exhibición de la película "La mujer del animal", del colombiano Víctor Gaviria, se sintió un poco fuera de lugar, debido a la excesiva violencia que refleja el filme. Pese a ser una película bien hecha, resultó evidente la incomodidad del público, que comenzó a retirarse de la sala con el correr de los minutos. Un poco más de información previa podría evitar este tipo de situaciones.

De todas formas, el Ficil 2017 fue una experiencia provechosa para el cine en la Región y es de esperar que las futuras versiones sigan demostrando un nivel similar.