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Pymes forestales no se rinden y piensan en recuperar bosques

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Una situación compleja, que en muchos casos los deja de brazos cruzados, es la que están viviendo varios pequeños y medianos empresarios ligados al mundo forestal de la Región del Biobío, que a raíz de los incendios han sufrido la pérdida de bosques y plantaciones de años.

De acuerdo a la Corporación Chilena de la Madera (Corma), 61 pymes forestales pertenecen al gremio. De ellos, 12 ya han sido afectados por los incendios, con pérdidas incalculables. Cuatro entregaron su testimonio de cómo se viene el futuro, afirmando que seguirán adelante.

Fernando González tiene predios en Rafael y Dichato (comuna de Tomé), Florida y Quillón. En la tercera localidad citada fue donde tuvo de mayor daño ocasionado por el fuego. Fueron tres los fundos que tenían plantaciones de 15 y 24 años de pino.

"Las hectáreas afectadas fueron 350. En Rafael deben haber otras 50 las dañadas, mientras que en Dichato pasó una lengua de fuego y siguió a un predio vecino. Ahí no tengo el catastro, pues hemos estado enfocados en otros focos", comentó.

DECEPCIÓN

Reconoció que esta situación lo dejó muy complicado y, a la vez, muy decepcionado, porque en los primeros días de la emergencia vio pocos recursos disponibles en la zona para combatir el fuego. "Me imagino que estaban todos en el norte y acá no hubo nada", apuntó.

Contó que la situación adversa la avizoraron el domingo 22 de madrugada en un predio cercano a Rafael y estimó que el inicio del fuego fue netamente intencional, ya que asegura que no partió de ningún otro lado. Esa situación la lograron controlar, porque apenas se quemaron unas tres hectáreas.

Por ahora, González no ha calculado las pérdidas totales, aunque sí se quedará sin producción por un largo tiempo, además que no tiene seguros comprometidos.

Sobre cómo se viene el futuro, respondió resignado: "No lo sé. Tenemos que estudiar la situación. Primero debemos terminar con los incendios, pero la verdad es que no se ve por dónde. Los siniestros no se han detenido, seguimos combatiéndolos. Las hectáreas que aún tenemos las estamos resguardando para evitar que no nos sigan incendiando", planteó.

Aseguró que sería inocente pensar que esto se inició solo y que se trata de una sola persona, ya que -a su juicio- podría tratarse de una acción organizada para prender fuego al mismo tiempo, en días de mucho calor, considerando que todo se inició en la semana peak de altas temperaturas.

Las veinte personas que trabajan con él seguirán con sus empleos, hasta que decidan qué hacer con el rubro forestal, ya que sino hay una política adecuada "no sé si valdrá la pena seguir con el negocio".

NADA

Pablo Mieres es otro empresario pyme que sufrió las consecuencias en Florida, en el sector del Chequén, al lado del fundo del mismo nombre.

Relató que se trata de un campo forestal de 560 hectáreas plantadas con pino adulto, de las cuales 50 estaban a punto de ser cosechadas, otras 90 eran de pino nuevo, de segundo año, 250 de eucaliptos glóbulos y un bosque adulto de la misma especie, de 150 ha. "Se quemó todo, al igual que la casa del cuidador, el campo y lo que se salvó fueron las vegas, que como son húmedas, el fuego no llegó ahí", expuso.

El emprendedor reconoció que no se puede rescatar nada, solo corresponde limpiar, reponer el bosque, para lo cual están evaluando la forma de hacerlo, que en el fondo es plantar de nuevo y, por ahora, no existe ningún tipo de apoyo que nos permita un reimpulso.

Al igual que muchos, señaló que no tiene seguros y no existe bonificación para la reforestación, por lo que no queda otra que "volver a hacer el esfuerzo y cuidar el bosque hasta que llegue la época de cosecha".

Si bien hará un catastro, consideró que son árboles que perdieron su valor al quemarse completamente.

EXPECTATIVA

Rodrigo Olguín tiene predios en Cauquenes y Florida. En la segunda comuna fueron 30 las hectáreas arrasadas por las llamas de plantación nueva y adulto de pino. Subrayó que al ser pequeños productores, que les queme esa cantidad significa mucho, lo que hace que la situación sea muy compleja, sobre todo porque no cuentan con seguros, ya que las primas son muy elevadas.

"Lo que sufrimos este año fue 10 veces más de lo que ocurre en un año normal. Actualmente estamos tratando de aportar en contener el fuego en otras zonas del país donde contamos con terrenos hasta que las cosas terminen", apuntó.

Después, piensa que el futuro se viene demasiado difícil, sobre todo para los pequeños productores. "En Cauquenes estábamos listos para cosechar, pero eso ya no vale lo que valía antes. Tengo la expectativa de que el gobierno lance algo para que los particulares puedan plantar con alguna ayuda y recuperar los suelos con rapidez", planteó.

Finalmente, Mauricio Adlestein indicó que tiene una pyme forestal con responsabilidad Ltda y cuentan con un predio ubicado a 2 kilómetros de Florida, en el sector El Porvenir. Ahí, 60 hectáreas de pino radiata, resultaron arrasadas.

En algún minuto creyó que el fuego no llegaría a su predio, pero al cuarto día de la emergencia, las llamas alcanzaron sus paños. Sin embargo, a excepción de otros pequeños y medianos empresarios, sostuvo que cuenta con seguro, aunque desconoce cómo va a operar. Por lo pronto, al igual que otros, volverá a plantar.