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Cortafuego salva 15 casas de villa El Rocío

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Cerca de ocho kilómetros de cortafuego se han construido en el sector de Vilumanque, a un costado de la carretera que une a Concepción con Penco, para frenar el avance de las llamas hasta las casas de las villas Concepción, Universitaria, El Rocío y Vilumanque, donde el fuego ya se ha hecho presente en días anteriores.

Precisamente la noche del lunes fue la más compleja para la villa El Rocío, cuando las lenguas de fuego amenazaban con alcanzar los árboles que están a los pies de las casas de la villa. "Estábamos asustados porque no sabíamos qué podía pasar", manifestó Karen Suazo, secretaria de la junta de vecinos de la villa.

Sin embargo, gracias al cortafuego que Conaf preparó a las faldas del cerro, las llamas no encontraron más camino para propagarse, extinguiéndose al primer contacto con la faja de seguridad.

El efecto del cortafuego no sólo permitió frenar el incendio, sino que también aumentó la sensación de seguridad de las personas, según la propia experiencia de la dirigenta vecinal. "Vimos el cortafuego y es bastante ancho, por eso estamos un poco más tranquilos. Sabemos que si avanza el fuego va a llegar sólo hasta la parte en que hay árboles gracias a que ahora está esta barrera natural", dijo.

CORTAFUEGO

El cortafuego "es un trabajo en conjunto entre organismo de gobierno, como el MOP o Conaf y también vecinos del sector que vinieron a colaborar en la construcción", explicó Samuel Vivanco, encargado provincial de prevención de la Conaf, quien también está a cargo de supervisar y coordinar los trabajos en el lugar.

Con retroexcavadoras operadas por personal de la Conaf o de particulares que llegan ofreciendo su ayuda, las máquinas ingresaron al cerro para botar parte del bosque y crear una faja limpia de árboles y malezas que permita acabar el combustible del fuego antes de que se propague hasta las casas. Vivanco precisó que no existe ninguna normativa que regule las dimensiones que debe tener la faja, sin embargo, se ha trabajado en dar la mayor holgura posible de acuerdo a la topografía del lugar, permitiendo que en algunos puntos el ancho de ésta sea de 30 metros y en otros sólo de 10.

La principal función de la barrera, explicó Vivanco, "es detener el avance del fuego, pero además nos permite ingresar maquinaria para la extinción del fuego, ya sean carros de Bomberos, de Conaf o maquinaria pesada para realizar trabajos". Esto último, gracias a las huellas que dejan en el cerro las máquinas retroexcavadoras, lo que también permite que vehículos acerquen a los brigadistas a los puntos calientes, acción que ha sido fundamental para salvar las cerca de 200 casas que colindan con el cerro en toda su extensión.

Pero, ¿a dónde fue a parar todo el material combustible que había en los cerros? Lo más grande, como árboles y troncos, fue enterrado en la base del cortafuego, mientras que ramas y malezas fueron retiradas por personal de la Municipalidad de Concepción, los que serán tratados como basura normal y serán llevados a algún vertedero.

BRIGADISTAS ATENTOS

Para colaborar con la acción de Conaf, un grupo de 22 brigadistas llegó a la Región desde el regimiento de Coyhaique. "Nosotros no estamos trabajando en primera línea como los brigadistas de Conaf, nosotros estamos mucho más atrás para cuidar que no caigan pavesas cerca de la vegetación contigua o buscando puntos calientes, equivalentes a troncos que quedan encendidos o focos muy reducidos que se vuelven a encender y pueden reactivar nuevamente los incendios", afirmó el subteniente Gastón Gacitúa, a cargo de la unidad.

En la práctica, los soldados se instalan de espalda al incendio bordeando el cerro, listos para extinguir cualquier residuo que amenace con encender la vegetación aislada.

La principal dificultad que han enfrentado, manifestó el subteniente Gacitúa, dice relación con las altas temperaturas que han tenido que enfrentar, además del desconocimiento de la zona y su comportamiento climático.