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Miedo de vecinos de Dichato por las llamas supera a lo vivido el 27/F

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"Tras el tsunami limpiamos el pueblo, construimos y estamos parados, pero que vengan este tipo de cosas que no sabemos cómo nos pueden afectar, da pena", contó Exzequiel Jara, entre lágrimas que le brotaron espontáneamente por la impotencia. Lleva cuatro días trabajando en los incendios forestales que se han registrado en distintos sectores de Tomé, y ya está exhausto. No ha descansado ni dormido, por lo que su cuerpo le está pasando la cuenta.

Jara vive en el sector de Villa Fresia en Dichato, se trata de un conjunto de mediaguas de madera que utilizan personas que están a la espera que les entreguen la casa definitiva y, que durante la tarde del lunes, tuvieron que evacuar sus viviendas por el inminente peligro de las llamas. En total, fueron 800 las familias que salieron de sus inmuebles y que, incluso, aprovecharon vehículos para sacar enseres como livings, comedores, radios, alfombras, entre otras cosas.

La madrugada de este martes no fue tranquila, la mayoría de ellos no durmió hasta pasadas las 3 de la madrugada, están con permiso para faltar al trabajo y aseguran estar con el miedo latente de que la situación puede empeorar e incluso, sienten que la angustia vivida es más fuerte que la del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, cuando la zona fue devastada.

INESPERADO

Denitsa Jara vive en el sector de Villa Fresia y al darse cuenta de los incendios forestales que afectaban a la Región del Biobío, decidió ir en ayuda de aquellas zonas. "El sábado estuvimos en Hualqui, con un grupo de personas y justo lo habíamos conversado con algunas vecinas 'qué bueno que a Dichato no le ha pasado nada', dijimos, y de repente apareció un foco que se expandió y no se pudo controlar más", aseveró Danitza, quien nunca se imaginó que, pese a la cercanía con el bosque, podrían estar en peligro.

Así también lo pensó Sofía Lisperguer, quien tiene su casa ubicada en el sector El Esfuerzo y que también está al borde del área urbana y los árboles. "Pensamos, supuestamente, que estábamos a salvo porque tanto arrancar del terremoto, del maremoto, entonces creímos estar resguardados, pero no. Otra vez tuvimos que sacar nuestras cosas y arrancar", comentó Lisperguer.

Recordó que el 2010, "el agua pasó como a 200 metros de mi casa, pero se cayó. Logramos levantarnos, pero nuevamente sentir que vas a perder todo, es fuerte".

Los vecinos recuerdan que el 2007 se registró un incendio de altas proporciones que también puso en peligro sus viviendas y que, sin embargo, hay cosas que aún no han aprendido. "Nos faltó darnos cuenta que hay que mantener limpio el sector, porque la maleza está grande y también hay mucha basura", reconoció Sofía Lisperguer.

A lo anterior, se suma que en el sector, las casas están construidas estilo pabellón y con el techo unido, además de ser de material ligero.

INTENCIONALIDAD

Exzequiel Jara perdió todo el optimismo y está seguro que los focos de incendio van a continuar. "Está bien que haya pasado el avión grande (SuperTanker), pero igual quedan las raíces encendidas por abajo y cualquier brigadista tiene que tener cuidado", aseveró.

"Esto es terrorismo, porque la gente ya no puede vivir tranquila, estamos todos alerta, desconfiamos de todo, la gente en la noche está mirando por la ventana si alguien anda medio raro", contó Patricio Garcés. Por lo mismo, aboga por el toque de queda como una forma de poder frenar a aquellas personas que, según él, andan iniciando el fuego.

Sofía Acuña, quien vive en Avenida El Túnel, encuentra raro que "en una sola noche existan ocho o nueve focos, todo fue muy dramático. Tengo hijos pequeños y es penoso porque ellos entienden que esto es provocado por el hombre".

El problema, dijo Sofía Lisperguer, es que "no porque se extingan los incendios vamos a estar tranquilos, porque se supone que nuevamente pueden volver a provocarse, entonces la gente está intranquila. Esto fue con intencionalidad, la gente sabe que es un estado de incertidumbre, no se está tranquilo y tenemos turnos para vigilar que no hayan nuevos focos o que se reactiven".

APOYO VECINAL

La pasada del avión SuperTanker por la localidad de Dichato, en Tomé, se transformó en un golpe anímico, tras una mala noche. Fue el espectáculo, especialmente, para lo más pequeños, quienes con cámaras fotográficas o con sólo el celular, querían captar el momento exacto en que el avión estadounidense lanzara los miles de litros de agua.

Pero, no sólo la llegada del SuperTanker, que logró tirar cuatro veces en el bosque, los mantuvo contento, también el apoyo de personas voluntarias que han llegado de diferentes ciudades de la Región y que han sido un eje fundamental en el trabajo realizado a nivel vecinal.

"Toda la gente llegó a ayudar, sobre todo la juventud, jóvenes de otros lados, fue una ayuda inmediata que nos tiene muy feliz, porque con palas, rastrillos, otros dando agua, con cualquier cosa estaban ahí con mucho esfuerzo", reconoció Denitsa Jara.

Y es que han sido horas duras, porque pese a la pasaba del Supertanker y del apoyo de los aviones Hércules, al cierre de esta edición, se mantenían activos algunos focos en sectores del bosque colindantes con las poblaciones El Esfuerzo, Chacra Elicia y Villa Fresia; y aunque mucho más controlado, para los vecinos el fuego sigue latente.

"Ayudas solidarias deben concentrarse en Ñuble"

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Con un llamado a concentrar las ayudas solidarias en la Provincia de Ñuble, el intendente del Biobío, Rodrigo Díaz, actualizó las cifras relacionadas con los daños que hasta ayer ha causado el mega incendio que afecta desde hace 11 días a la Región, en donde ya se han consumido cerca de 93 mil hectáreas y se mantienen activos 87 focos.

"La gente ha sido muy generosa en la Provincia de Arauco, del Biobío y de Concepción, pero tenemos baja colaboración de la ciudadanía en la provincia de Ñuble. Así que queremos invitar a la ciudadanía a que colabore con esa provincia porque hay varias comunas, como Bulnes, Quillón, Portezuelo o Coelemu que requieren ayuda solidaria a demás de la que está llegando por las unidades de protección civil", señaló Díaz.

Entre los focos más complicados, persiste el del sector los puentes, en la ruta que une a Concepción con Florida; Santa Cruz de Cuca, ubicado en la intersección de las localidades de Quillón, Florida y Chillán, además del incendio que afecto a Dichato durante la última jornada.

Al respecto, el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, aseveró que "seguimos enfrentando nuestra tarea en contra de la fuerza de gravedad, haciendo todos los esfuerzos por apagar los incendios, pero con la prioridad de cuidar las vidas de las personas".

En relación a la situación de los otros focos, Díaz precisó que "todo incendio es importan, pero en éstos es donde concentramos los mayores desafíos para el trabajo durante esta noche (ayer) y el día de mañana (hoy)".

Respecto a la situación de albergues, hay 1339 brigadistas albergados en los distintos centros acondicionados para ello en la Región. En relación a los civiles, sólo 16 están en situación de albergue, número bastante bajo si se consideran las 247 viviendas que van destruidas por el incendio.

SERVICIOS

Díaz precisó que, al cierre de esta edición, no existen clientes sin suministro de agua y que sólo restan 759 casas en las que reponer el servicio de electricidad, "lo que no alcanza al 0.1% de clientes en la Región", graficó el intendente.

Respecto a la telefonía móvil, sólo se registró la caída de 11 antenas de telecomunicaciones pero que no estarían afectado la comunicación celular.

"El servicio de telefonía celular está plenamente vigente y eso contribuye a entregar una sensación de seguridad y cercanía a las personas que saben que pueden avisar a sus familias en caso de que tengan alguna necesidad", manifestó.