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Estrategias minimizan riesgos en la montaña

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Para los amantes de la naturaleza el verano es una invitación irresistible para disfrutarla en lugares agrestes como la Cordillera. Eso sí, algunos riesgos podrían esconderse en la montaña, los que se minimizan al considerar ciertas estrategias, planteó Gino Schiaffino, docente del Área Hotelería, Turismo y Gastronomía Inacap Concepción-Talcahuano.

Una de las principales es no ir solo, sino en grupos de al menos cuatro personas. "En caso de accidente, uno se puede quedar con el afectado mientras otros dos salen en busca de ayuda", apuntó. Además, es necesario que más de un integrante del grupo conozca la ruta, el lugar y las vías de evacuación.

También es esencial considerar las condiciones meteorológicas. "El sector cordillerano cambia muy rápido su clima, con temperaturas muy altas en el día y bajas en la noche. Siempre hay que tener un polar (segunda capa que mantiene el calor en el cuerpo) y una tercera capa (que nos protege del viento y el agua), y zapatos con huella y de caña alta para evitar los esguinces de tobillo", recomendó.

Dijo que previo al viaje es clave informarse si hay algún problema en la zona llamando al retén de Carabineros más cercano, a quienes también se debe entregar una lista con el itinerario y datos detallados de los viajeros antes de iniciar la aventura. Tampoco se debe olvidar entregar información completa a familiares, como ubicación y vestimenta que se usará.

Contar con una radio VHF conectada con Carabineros o métodos de orientación como GPS o brújulas es también primordial, aseveró, principalmente cuando no hay señal de celular.

Por último, recalcó que los infaltables en el equipaje de los aventureros son linterna, fósforos, agua, comida, manta de supervivencia y botiquín, además de una carpa en buen estado y un saco de dormir acorde a la temperatura.

Frutas de verano se caracterizan por sus altos niveles de agua y potasio

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Durante todo el año existen diferentes frutas que se integran a la alimentación diaria de las personas. Estos alimentos entregan diversos beneficios, como aportes de vitaminas, hierro y potasio.

Pero durante la temporada de verano aparecen nuevas opciones para agregar a la dieta. Melones, sandías, distintos tipos de duraznos, cerezas y uvas, son algunos ejemplos de las frutas que se pueden encontrar en el periodo estival.

"La principal diferencia es que algunas frutas que se cosechan en estaciones como el verano, tienen mejores propiedades organolépticas: sabor, color, olor y textura", detalló Camilo Aburto, académico de la escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello.

De acuerdo a un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo recomendable es consumir al menos 400 gramos diarios de frutas, que equivalen a tres porciones.

Lo anterior, debido a que éstas previenen enfermedades crónicas como la diabetes, cardiopatías y la obesidad.

Según contó Aburto, las frutas son una excelente fuente de vitaminas y minerales dentro de la dieta. "Presentan un alto contenido de agua y fibra, y contienen sustancias denominadas 'fitonutrientes', que les dan el color a la fruta y benefician a la salud", explicó el especialista.

En ese sentido, vale la pena destacar que la forma en que se consuma la fruta importa a la hora de pensar en sus aportes. Y aunque algunos prefieren cocer estos productos o utilizarlos para preparar jugos y helados, la verdad es que se sugiere consumirlas de manera cruda. "Al comerlas así, mantienen el aporte de vitaminas y minerales", apuntó. Además, se debe evitar el consumo de conservas, frutas confitadas y néctar, porque presentan un alto contenido de azúcar, recalcó.

PORCIONAR Y COMBINAR

Como describió Aburto, en los últimos años se han puesto en marcha gran número de iniciativas por parte de organismos internacionales, gobiernos, empresas y los propios consumidores con el objetivo de promocionar el consumo diario de frutas como parte esencial de la dieta.

Victoria Halabi, directora de la carrera de Nutrición de la Universidad del Desarrollo, coincidió en la relevancia de la ingesta cotidiana y constante de las frutas, principalmente en la temporada estival. "El verano es una época que presenta altas temperaturas. Éste ha sido aún más caluroso de lo habitual, por lo que se requiere comer mínimo tres frutas para lograr una mayor hidratación y refrescarse", comentó.

Según la experta, las frutas de esta época contienen mayor cantidad de agua y carbohidratos simples como la fructosa, y deben porcionarse para incluirlas dentro de la alimentación diaria.

Otro punto a considerar son los colores de estos alimentos, característica asociada a los distintos beneficios para la salud que estos presentan, dividiéndose en frutos verdes, blancos, rojos, amarillos y morados.

"Es muy importante combinar los colores de las frutas para lograr un completo aporte de vitaminas y minerales", puntualizó.

BENEFICIOS DE ESTACIÓN

Melones, sandías, cerezas, uvas y duraznos son habituales en las fruterías durante el verano.

Halabi, entregó algunos detalles sobre el provecho que se puede sacar con cada uno de estos alimentos. "La sandía, por ejemplo, está hecha primordialmente de agua. Tiene efectos depurativos y es excelente para aquellas personas que sufren de retención de líquidos", añadió.

Al ser un fruto con mucha cantidad de agua, su valor calórico es muy bajo. "Entrega un alto nivel de potasio y además ayuda mucho a refrescar", comentó Halabi.

Por otro lado, el melón, cuyo dulzor hace que sea la fruta favorita de muchos, según afirmó la académica "es un potente antioxidante, rico en vitamina C y betacaroteno, los que se convierten en vitamina A, contribuyendo a disminuir la aparición de cáncer y enfermedades cardiovasculares".

A lo anteior, añadió que "aporta mucha energía. Un 60% de vitamina C y 34% de vitamina A por porción", además de tener un 80% de agua y destacarse por su alto contenido de potasio, el cual beneficia la actividad muscular.

La cantidad de alimentos derivados de las uvas indican que éste es un fruto muy cotizado y versátil. Suele relacionarse mucho a productos como el vino, pero también ha sido utilizada para crear productos de belleza.

"Muy rica en antioxidantes, la uva es un excelente antienvejecimiento. Se ha demostrado que más allá del mito, la uva puede ser útil para limpiar y desintoxicar nuestro cuerpo", explicó.

Con un alto contenido de potasio, las uvas aportan una gran cantidad de energía al consumirlas.

Por otro lado, también se encuentran en muchos lugares, diferentes tipos de duraznos. Estos frutos son frecuentemente utilizados para conservas, pero la recomendación es consumirlos al natural.

"El durazno es una excelente fuente de vitamina A, C, E y K; niacina y minerales como potasio, hierro y magnesio", apuntó.

Según detalló Halabí, como alimento, el durazno contribuye a prevenir enfermedades cardíacas y cáncer, y también ayuda a bajar el colesterol.

No se pueden dejar de mencionar las cerezas, productos que también aparecen en el periodo estival. Éstas son una de las pocas fuentes alimenticias que contienen melatonina, un antioxidante que ayuda a regular el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño del cuerpo.

"Son una excelente fuente de betacaroteno (vitamina A), y contienen 19 veces más esta sustancia que arándanos y fresas", mencionó la nutricionista. También son ricas en vitaminas C, E, magnesio, hierro, ácido fólico y fibra. "Entregan gran cantidad de potasio y energía", finalizó.