Dos pacientes ya califican para primer trasplante de corazón en el Biobío
En los últimos 15 años Juan Carlos Aqueveque (58) ha sufrido dos infartos y ha sido sometido a cirugías para que su corazón siga funcionando adecuadamente. Sin embargo, aunque los procedimientos le han permitido prolongar su vida, su salud nuevamente se deteriora, por lo que su única opción ahora es recibir un nuevo corazón.
El hombre oriundo de Chillán, que hace cinco años se atiende en el Policlínico de Insuficiencia Cardíaca del Hospital Guillermo Grant Benavente (Hospital Regional), es uno de los dos candidatos que están siendo sometidos a una serie de exámenes para ser los primeros trasplantados de corazón en este recinto asistencial. De hecho, mañana volverá a ser hospitalizado para continuar los exámenes que faltan.
"Por suerte, todos los exámenes me han salido buenos. Estoy apto para recibir un corazón", contó, lleno de esperanza, Aqueveque.
El otro paciente que también ya califica para ser receptor del órgano es José Daniel Correa, de 63 años, quien es de Concepción.
Pese a que la mortalidad operatoria de este tipo de trasplante es cercana al 15%, Aqueveque sostuvo no tener miedo a la cirugía, sino que, por el contrario, está ansioso de que se realice.
"Cuando me preguntaron si quería ser trasplantado les dije que por eso estaba en esto. Yo quiero seguir viviendo, porque la vida es bonita (…) aunque no sea casado, uno tiene sus sobrinos, hermanos y padres, que son por los que quiero seguir luchando", contó el paciente, que actualmente tiene un desfibrilador en el corazón debido al deterioro que presenta.
Se debe precisar que la sobrevida media de los trasplantados es de 15 años. En tanto, la prolongación de vida en una persona que necesita un corazón es de tres años.
CENTRO DE TRASPLANTE
Aunque ya recibieron la acreditación por parte de la Seremi de Salud del Biobío y que el coordinador nacional de Trasplantes del Ministerio de Salud (Minsal), José Luis Rojas, envió una nota que da cuenta de que estarían acreditados para ser el tercer centro público de trasplante de corazón en el país, aún no se recibe ninguna notificación oficial del Minsal. Los otros dos centros públicos son el Hospital del Tórax de Santiago y el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.
Este acto administrativo ratifica que el Hospital Regional podrá ingresar pacientes a la lista de espera que maneja el Instituto de Salud Pública, tener acceso a donantes de corazón y que Fonasa financie la prestación. "Todas esas implicancias tienen desde el punto de vista administrativo la autorización ministerial", contó el jefe de Cardiocirugía, Enrique Seguel.
Pese a esa situación y que desconocen cuándo podrán tener la opción de tener un donante, el profesional médico contó que trabajan para realizar el primer trasplante de corazón en el centro este año, para eso ya tienen la organización logística y compraron los insumos para desarrollarla.
También en los últimos meses se comenzó a evaluar a los casi 90 paciente del Policlínico de Insuficiencia Cardíaca que se atienden en el recinto de salud para ver cuáles calificarían para ser el primer trasplantado en el Hospital Regional.
De ese análisis ya resultaron dos posibles candidatos, Aqueveque y Correa, y hay otros dos en proceso de ingresar a esa categoría. La evaluación dura cerca de dos meses y comprende exámenes para descartar problemas en los pulmones, riñones u otros que puedan contraindicar el trasplante. Además, se les realizan exámenes psiquiátricos y dentales.
"Nosotros calculamos que nuestra región y nuestro hospital debiera generar 5 pacientes por año, a pesar de que son muchos más los que están en control por insuficiencia cardíaca", precisó el jefe de Cardiocirugía.
Esa situación se daría porque la mayoría de los casos de insuficiencia cardíaca pueden ser resueltas con tratamientos, cirugías o la implantación de dispositivos que le permiten mejorar la función del corazón.
Seguel aclaró que la opción de trasplante es para aquellos pacientes que ya tuvieron estos tratamientos, pero que no tuvieron ningún efecto positivo en su estado de salud.
Es en ese punto que se encuentra Aqueveque, a quien se le instaló hace unos años un desfibrilador que emite un pulso eléctrico que estimula su corazón. Sin embargo, el dispositivo ya no sería la ayuda que requiere, por lo que su única posibilidad es el trasplante.
EL MEJOR MOMENTO
Pese a que el equipo profesional que realizará el procedimiento y el hospital ya están capacitados para desarrollar la técnica, el jefe de Cardiocirugía expuso que quieren tomar con calma el momento en que deban concretar la intervención, por lo que esperan realizar el trasplante con un paciente que tengan completamente estudiado.
"Queremos elegir el mejor momento, paciente y la mejor situación para tener buenos resultados", contó el facultativo.
El cardiocirujano también aclaró que por el momento sólo evaluarán pacientes del Hospital Regional y que posteriormente a quienes se atiendan en otros recintos del Biobío y de la macrozona correspondiente, que comprendería desde Talca a Puerto Montt.
Además, contó que los pacientes que estarían afectos a la operación serían de entre 15 a 65 años, aunque eventualmente podría ampliarse la edad, ya que lo que se determina es si una persona está apta para el trasplante es la edad fisiológica. Es decir, que aunque tenga más edad, pero si su salud es la de una persona de 65 años o menos puede tener la posibilidad de ser candidato a la cirugía.
La operación del trasplante en quirófano dura cuatro horas, pero Seguel aseguró que entre el procuramiento del órgano, cirugía y atención postoperatoria en la Unidad de Cuidado intensivo (UCI) el procedimiento que desarrollará el equipo profesional será de casi 24 horas.
Sobre cuánto tiempo debería pasar para saber si el procedimiento fue exitoso, el cardiocirujano contó que si no se encuentra signo de rechazo microscópico en la primera biopsia realizada al corazón, el paciente puede ser dado de alta a los 10 días de la cirugía.
Aunque sostuvo que éste deberá estar en control y tomando medicamentos de por vida.