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Experto detalla precauciones para evitar riesgos en deportes acuáticos

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Durante la temporada de verano, surge la posibilidad de practicar deportes diferentes a los más comunes como volleyball o fútbol.

Surf, pesca, kitesurf y natación, son algunos ejemplos de actividades que comienzan a aparecer durante el periodo estival, pero que requieren de ciertos consejos para que sean seguros.

"Es primordial asesorarse y ser cauteloso con el medio ambiente, porque es muy cambiante y se debe respetar", comentó Carlos López, kinesiólogo, profesor de Educación Física, y que además practica estos deportes desde los 12 años.

Por muy entretenidas y recreativas que puedan ser estas actividades, es necesario tomar ciertas precauciones para evitar accidentes y cuidar el organismo.

Como mencionó el experto "son todos deportes muy dinámicos, que necesitan, de por sí, tener siempre medidas de seguridad".

En este caso, uno se entrega a las condiciones oceánicas, que pueden cambiar de un momento a otro poniéndonos muchas veces en problemas si no estamos preparados, explicó.

Es súper necesario conocer cada playa y su fondo. Si es de roca, por ejemplo, saber dónde están las más sobresalientes con las que podemos golpearnos. Informarse por internet o preguntar cuándo son las mareas altas y bajas y los vientos, también es una medida que evita cualquier riesgo.

No, nunca se debe entrar solo al agua o estar con alguien que esté observando desde afuera, porque sino no podrá actuar en caso de una emergencia.

El deportista detalló que esguinces de rodilla, tendinitis en hombros y lumbalgia, son algunas de las lesiones más frecuentes que pueden aparecer con la práctica de surf.

Un deporte similar al surf, es el kitesurf, donde la persona utiliza una tabla más grande y un cometa, y el viento junto al deslizamiento sobre el agua son esenciales.

Poco a poco se ha ido haciendo más popular y hoy se practica en varias playas de la Región.

Acá se juega con algo poderoso que es la fuerza del viento, por ende debemos manejar conocimientos sobre tipos de viento y dirección.

Es un deporte que se vuelve complejo si no sabes bien cómo funciona, comentó.

Como planteó López, el kitesurf te permite recorrer largas distancias mar adentro, por lo que hay evitar ir mas allá de las capacidades físicas.

"Debo pensar que esa distancia al alejarme es la misma para volver y por ende hay que dosificar las energías, para no quedar varado y sufrir una posible hipotermia", dijo.

Otra cosa muy común de los veranos son los piqueros. La gente a veces puede realizarlos sin tomar el peso de que estos pueden llegar a ser peligrosos sin la experiencia necesaria.

Como mencionó el deportista, tal visitar playas, piscinas o lagos, es inevitable no entrar al agua, y es por esta razón que se debe ser precavidos para así disfrutar hasta el último momento.

Si bien no estoy de acuerdo con esta práctica no se puede evitar que lo hagan. Por lo mismo, deben ser realizados a poca altura, conocer el fondo del agua, que no existan rocas, y que tenga una profundidad en la cual no se choque con el fondo.

La idea es no correr y lanzarse ya que uno se puede resbalar, caer y golpearse. "Es ahí cuando se producen los accidentes, porque se entra mal al agua", recalcó.

La pesca, es otro deporte que tiende a ser más común en el verano. López comentó que puede realizarse en grupo o de forma individual, y que lo principal es tener resguardo con las condiciones oceanográficas.

Así como lo planteó López, la pesca más riesgosa es la que se realiza en zonas de roqueríos, porque las mareas son más peligrosas.

Lo más importante, es el manejo de mareas, marejadas y sobre todo el cuidado con la implementación. Se trabaja con anzuelos que pueden provocar daños en la piel si es que no se está acostumbrado a su manipulación, mencionó.

"Es importante no ser egocéntrico y querer aprender solo. Es un deporte que se vuelve complejo si no quieres pedir ayuda a alguien experimentado que te de una introducción y que te enseñe lo básico", aseguró.

Por último, la idea de pasar un buen verano practicando estos deportes acuáticos, es tomando las medidas necesarias para evitar cualquier tipo de accidente.

"Todo deporte tiene sus riesgos y es mejor ser precavidos antes de lamentar", finalizó.

Hablarles a mascotas como si fueran niños pequeños les ayuda

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Cuando las personas interactúan con sus mascotas, muchas veces emplean un lenguaje cariñoso y suave, con palabras tiernas que buscan transmitirle su afecto, de forma similar a cuando los padres le hablan tiernamente a sus hijos pequeños.

Y aunque algunos lo encuentren exagerado o no lo entiendan, científicos franceses le dan crédito a esta forma de interacción con las mascotas, pues descubrieron que los animales o, al menos, los perros cachorros, son receptivos a este tipo de habla.

ganas de jugar

En un informe publicado en la revista especializada Proceedings of the Royal Society of London B-Biological Sciences, investigadores de la Universidad de Saint-Etienne (Francia) describieron un experimento en el que participaron 30 mujeres. Encontraron que los canes jóvenes reaccionan positivamente y les dan ganas de jugar cuando escuchan frases que la gente suele usar con las guaguas, como "¿Quién es un niño bueno?".

"BABY TALK"

Esta forma de expresión, que incluye una pronunciación lenta de las palabras y un tono de voz alto y melodioso, es conocida como "baby talk".

Aunque los profesionales observaron que las personas utilizan este tipo de lenguaje en perros de todas las edades, el efecto detectado no se dio, sin embargo, en los perros adultos, sino que sólo en los cachorros.

FRASES TIERNAS

Según recogió la cadena británica BBC, el profesor Nicolas Mathevon y sus colegas reclutaron a 30 mujeres. Sus voces fueron registradas pronunciando la siguiente frase como si se la estuvieran diciendo a su mascota: "¡Hola! ¡Hola, ternura! ¿Quién es un chico bueno? ¡Ven aquí! ¡Buen chico! ¡Sí! Ven aquí, cariño. ¡Buen muchacho!".

Posteriormente, los especialistas hicieron escuchar estos audios a un grupo de perros de todas las edades, los que también fueron expuestos a otros tipos de mensajes.

muy reactivos

"Encontramos que los cachorros son altamente reactivos al lenguaje dirigido para perros, en ausencia de otras señales, como señales visuales", comentó Mathevon al citado medio británico.

No obstante, descubrieron que los perros adultos no reaccionaron de forma diferente al "baby talk" con respecto a un mensaje "neutro".

Al explicar por qué las personas suelen recurrir a un estilo de habla que, en general, es usado con bebés, el académico indicó que "tal vez este discurso se utilice para interactuar con un no-hablante (animal) en lugar de sólo con un oyente juvenil".

Los perros mayores son más exigentes y sólo están dispuestos a reaccionar con alguien conocido o cercano.

Sensores portátiles alertan de enfermedad

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Investigadores de la Universidad de Standford (Califonia, EE.UU.) publicaron en la revista Plos Biology un estudio con el que lograron establecer el momento en que las personas se enferman a través de los datos recopilados por sensores portátiles.

Para el estudio, los investigadores de Stanford instalaron en 60 personas hasta ocho dispositivos, algunos de ellos disponibles en el mercado, con los que lograron recopilar dos mil millones de datos relacionados con el ritmo cardiaco, el peso, las calorías consumidas, el oxígeno en la sangre, la temperatura, el sueño o la exposición a rayos gamma.

El objetivo fue establecer un rango de normalidad para cada uno de los participantes del experimento, con el que pudieron detectar alteraciones en el cuerpo en el momento más embrionario de una enfermedad.

Para establecer ese rango, los investigadores también tuvieron en cuenta cómo afectaban a los organismos de los individuos factores como los cambios de temperatura en el ambiente o un viaje en avión.

"El estudio demostró que, con un rango de valores normales para cada personas, es posible monitorear desviaciones y asociarlas con condiciones atmosféricas, enfermedades u otros factores que pueden alterar la salud", apuntó la universidad.

Uno de los participantes en el experimento fue el propio director del estudio, el profesor Michael Snyder. El investigador alertó que la mayoría de personas tan sólo revisan su ritmo cardiaco o temperatura cuando van al médico cada año o dos y que muchas veces ignoran los resultados.

COSA DE SENSORES

"Tenemos más sensores en nuestros vehículos que los que tenemos en nuestros cuerpos", dijo el investigador, quien se mostró confiado en que esta situación se revertirá en el futuro.

De este modo, los sensores podrán alertar a los humanos cuando algo empiece a funcionar mal en sus cuerpos, tal y como hacen las luces de emergencia en los tableros de los vehículos.