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Moana: el nuevo clásico animado de Disney

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A estas alturas de la historia del cine para nadie es una sorpresa que los estudios de animación de Disney son una garantía casi segura de éxito, tanto comercial como de la crítica. Si bien podemos identificar un par de tropiezos en años pasados, lo cierto es que con títulos como Frozen, Enredados o Big Hero 6, esta década ha sido extraordinaria para la compañía fundada en 1923.

Moana, hoy en los cines nacionales, es la mejor demostración de dicho éxito. La historia nos cuenta el clásico relato de la chica que desea salir a conocer el mundo, mas su familia se lo impide por miedo a los peligros que pudiesen existir fuera de sus fronteras.

Así, Moana decidirá tomar las riendas de su propia vida y embarcarse en una aventura para salvar a su pueblo, donde recibirá ayuda del semidios Maui, principal causante del mal que asola a la isla de la joven.

La mayor curiosidad de esta película animada es que por primera vez vemos a una "princesa" de Disney que no tiene un arco romántico en su historia. Moana no responde al canon clásico de los dibujos animados femeninos, sino que es un personaje independiente, con resolución y que pese a aceptar ayuda de otros, no necesita beneplácitos masculinos para triunfar.

Por lo mismo, la narrativa y los temas de la película son fascinantemente actuales y contingentes, pese a estar ambientados hace miles de años.

De más está decir que la animación es de primer nivel. Los estudios Disney poseen desde hace décadas a los mejores diseñadores de gráficas del mundo. Todo lo que vemos en Moana, desde los paisajes hasta la construcción física de los personajes, funciona y resulta absorbente. Si bien la película es en parte musical, las canciones conjugan de gran manera con la trama, siendo siempre necesarias y un aporte para lo que estamos viendo.

TEMÁTICAS ACTUALES

La historia de Moana es la clásico travesía del héroe, en una búsqueda por conocerse a sí mismo. Esto podría hacer algo predecible los acontecimientos, pero ahí es donde encontramos la belleza de esta película, que también es un recurso común del buen cine: no nos importa el final, sino el viaje.

La aventura de la joven posee tantos simbolismos disponibles para el espectador, que es muy posible que se transforme en una película estudiada y analizada en el futuro, similar a lo ocurrido con Zootopia a principios de 2016 (que junto a Kubo son las principales contendores para el Oscar a Mejor Película Animada 2017). De hecho, dicha película también poseía un mensaje de fondo muy actual, prueba de que Disney está apuntando a una mirada muchísimo más crítica de la realidad, alejada de la perfección idealista que fueran el sello de sus cintas en el siglo XX.

Moana es un título maduro, serio, que al mismo tiempo puede ser disfrutado hasta por el más pequeño de la casa. Disney, nuevamente, ha dado en el clavo, creando un clásico instantáneo, que podrá ser disfrutado y apreciado por generaciones.

En una cartelera que por estos días tiene poco que ofrecer (a la espera de La La Land este 19 de enero), Moana se ha convertido en el título imperdible de enero en los cines nacionales. Sin duda, una película esencial, que los amantes del cine no deberían dejar pasar.