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Actividades físicas ayudan a bajar de peso y disfrutar del aire libre

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Los días soleados y el incremento de las temperaturas invitan a salir del encierro y disfrutar de distintos panoramas, siendo también una de las motivaciones que muchos encuentran para practicar ejercicios físicos al aire libre; ímpetu guiado por distintas causas, como las ganas de seguir estilos de vida saludable o con el objetivo concreto de disminuir esos kilos ganados en las celebraciones de fin de año.

Y hay variadas actividades que se pueden realizar en exterior y que contribuyen a tener un mayor gasto energético, y que se ejecutan en intensidades moderadas a vigorosas.

Alex Garrido, académico de Pedagogía en Educación Física de la Universidad San Sebastián, cuenta que de acuerdo a la escala Metabolic Equivalent Task (MET), entre éstas se encuentran correr a una velocidad de 7 a 10 kilómetros por hora, la natación y el ciclismo; las que también son buenas alternativas para las personas sedentarias que quieren comenzar un programa de ejercicio físico.

Desde allí, el profesor de Educación Física afirma que si bien las características del actividad inciden en el impacto que tengan en el organismo, otro factor que se debe considerar es el tiempo de la sesión, pues el gasto calórico es directamente proporcional a la duración de la práctica, apuntando que "es primordial considerar el estado de salud y físico, y la edad de la persona que desea bajar de peso, ya que un ejercicio intenso puede ser muy exigente para alguien que no está entrenado o que sufre alguna patología".

Es dado lo anterior que siempre es deseable contar con un consentimiento médico antes de comenzar un plan de ejercicios e iniciarse en éste de manera progresiva, para luego ir comprobando la respuesta corporal a la intensidad, donde su recomendación es comenzar con una sesión de 30 minutos a una hora, pudiendo aumentar el volumen y frecuencia semanal al transcurrir un mes.

La constancia es una clave para lograr y mantener los objetivos, y el calentamiento y estiramiento dos pasos de toda rutina de ejercicios que no se deben pasar por alto para evitar complicaciones, destaca.

Respecto al mejor momento del día para realizar ejercicio y lograr el objetivo de quemar una mayor cantidad de calorías, asegura que es la mañana, pues el organismo puede tener un metabolismo más rápido de los sustratos energéticos. Eso sí, lo anterior no significa que la práctica de actividad física no otorgue beneficios en otros horarios.

Identifican los 8 alimentos más riesgosos en el verano

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Con la llegada del verano las altas temperaturas hacen que la preocupación se centre en determinados alimentos que no cuentan con una correcta manipulación y que su consumo pude generar problemas de salud.

Las intoxicaciones estomacales son frecuentes, con síntomas como fiebre, vómitos, diarrea, náuseas y dolor abdominal agudo. .

"Durante el verano es importante la conservación de alimentos, la cadena de frío, que se refiere a un sistema continuo de mantención de los productos alimenticios a temperaturas inferiores a 5°C desde la recepción de los alimentos hasta su consumo como alimento o producto final", explica Claudia Rojas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello.

Dentro de ellos se cuenta la carne de vacuno, ya sea entera y molidas insuficientemente cocinadas y servidas frías o a temperaturas tibias. La zona de temperatura de peligro está entre 6° y 57°C, donde se multiplican los patógenos.

Respecto de los pescados y mariscos crudos poco frescos e insuficientemente cocidos (ceviches crudos y sushi con pescados crudos no certificado para consumo crudo), pueden generar norovirus y hepatitis A por procedencia de los mariscos por agua contaminada.

En el caso de los huevos y preparaciones a base de huevo fresco no pasteurizados.

Las legumbres, arroz y papas mantenidas a temperatura ambiente y servidas con uno o más días y servidas a temperaturas tibias (bacillus cereus).

En cuanto a las ensaladas de verduras y frutas procesadas a temperatura ambiente, también zumo de frutas.

Los lácteos y sus derivados con pérdida de cadena del frío, incluye postres de leche mantenidos a temperatura ambiente.

Las carnes y aves guisadas y con salsa, con más de un día de preparación sin refrigerar y servidos a temperaturas menores a 60°C y los helados con crema y de leche (por manipulación incorrecta y contaminación cruzada).