Conciencia corporal es la clave para evitar las malas posturas
Cada día nuestro cuerpo tiene que adoptar distintas posiciones para realizar todos los movimientos y actividades que se requieran en la jornada. Como otros hábitos de la vida, la postura ocupa un lugar fundamental para la buena salud, pues ésta no sólo es importante por apariencia física, sino también por sanidad.
Esto, porque una mala postura puede derivar en diversos trastornos físicos, que de no prestarles atención llegan a afectar la calidad de vida de las personas y aquejar en diferentes zonas del cuerpo que, aunque no necesariamente se resienten de inmediato, a mediano y largo plazo pueden pronunciarse a través de variadas molestias.
"Una alteración de la postura se puede presentar a partir de diferentes causas, que pueden ir desde una afección de origen neurológico hasta hábitos posturales asociados al desarrollo psicomotor. También pueden estar influenciadas por el entorno. Por esta razón puede presentarse en todas las etapas de la vida", explicó Álvaro Barrientos, jefe de la carrera de Kinesiología de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
Teniendo en cuenta que muchas personas no son conscientes de lo importante que es adoptar una buena posición del cuerpo todos los días, los síntomas o molestias pueden ser más comunes de lo que se piensa. "El dolor irradiado, limitaciones de movimientos, restricción articular o pérdida de longitudes musculares, son algunas de las reacciones que puede presentar una persona debido a una mala postura. Siempre dependerá de las características de cada uno y de su condición clínica", detalló Barrientos.
Por otro lado, también están las manifestaciones asintomáticas. "Una postura alterada también puede desencadenar en una escoliosis, hiperlordosis o hipercifosis, que son bastante comunes", agregó el especialista.
El kinesiólogo también planteó que la mala postura puede surgir, además, de distintas disfunciones originadas en cualquier región anatómica. "Una dismetría ósea, la hiperlaxitud ligamentosa o un desbalance muscular derivado de una lesión articular o del proceso de desarrollo, también pueden ser algunas de las causas", mencionó.
NIÑOS Y ADULTOS
Las malas posturas pueden estar presentes en adultos y niños. Tal como lo indicó Jorge Monzó, encargado de la Red de Rehabilitación Física del Servicio de Salud Talcahuano, "la falta de hábitos posturales y conocimientos de los alumnos en relación con la ergonomía, hace que el lumbago sea frecuentes en escolares".
Según la experiencia de Monzó, los estudiantes comienzan a adoptar una postura incorrecta del cuerpo al leer o escribir sentados, donde la espalda sufre una sobrecarga importante. "Cuando levantan pesos, sin mantener la espalda recta, ocupando sus extremidades inferiores, o el peso de las mochilas, son causas que afectan a los escolares", aseveró.
En relación a los adultos con mala postura, el kinesiólogo comentó que "estar frente al computador por largos períodos es uno de los principales orígenes de las molestias que se presentan".
Es importante mencionar que una postura incorrecta afecta a todo el sistema músculo-esquelético. Sobre esto, Monzó dijo que "un ejemplo de esto es el dolor que se produce en la articulación temporo-mandibular cuando las personas se sientan sin apoyar la espalda y con anteposición de la cabeza".
CÓMO CORREGIRLA
Un punto relevante para mejorar la postura es tener mayor conciencia del cuerpo y reconocer aquellas posiciones que provocan fatiga y que con el tiempo provocan problemas físicos.
"Al mismo tiempo, también es bueno reconocer aquellas posturas que nos alivian, y que a pesar del trabajo que desempeñamos no nos agotan", planteó Ariel Núñez, director de Kinesiología de la Universidad del Desarrollo.
El experto también afirmó que un componente clave para corregir este mal es la actividad física, que genera beneficios cardiovasculares despertando los músculos y también los mantiene activos para asegurar una buena posición.
Es por lo anterior destacó que "es bueno considerar que durante nuestras jornadas de trabajo realicemos pausas activas que incluyan el movimiento muscular intermitente. Esto ayuda a renovar nuestra postura y activar en forma permanente a nuestros músculos, cambiando de actividad y usando también el reposo laboral en forma eficiente para beneficio de nuestro cuerpo".
Los ejercicios que promuevan el movimiento servirán para disminuir los efectos de la mala postura. "Sin duda hay unos que son más eficientes como yoga y pilates, sobre todo porque trabajan, además del sistema muscular, con la conciencia del movimiento, y nos permiten sentir nuestro cuerpo. También activan de mejor forma los controles neurológicos para tomar conciencia del organismo y por consiguiente de la postura", finalizó el kinesiólogo.