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Amigo secreto: detalles marcan la diferencia

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Es bastante común creer que jugar al "amigo secreto" es un acto informal, donde el regalo y los detalles no cuentan. Regalar es una actividad creativa e intensa y, desde la perspectiva de las Relaciones Públicas y la Etiqueta, la manera en la que entregamos o recibimos un obsequio dice mucho de nuestra buena educación. Es por esta razón que es conveniente conocer el protocolo adecuado para evitar una mala imagen.

Los regalos son una forma de agradecer y complacer en un plano familiar o laboral. Así, en la oficina podemos dar una pésima imagen si descuidamos u olvidamos la acción de regalar al momento de participar en esta tradicional actividad. Además, es importante considerar el monto que se establecerá, con reglas claras que permitan sugerir una cifra concreta para evitar inconformismos o decepciones en el día de la entrega de los presentes.

Algunas alternativas que siempre gustan son libros, música, chocolates o galletas especiales, vinos de sepas atractivas de alguna viña boutique, espumantes de viñas nacionales o locales, accesorios para vino o bar si es varón. También están los objetos de decoración o plantas, dependiendo del tipo de persona a la que vamos a agasajar.

Evite regalar artículos íntimos de uso o 'mantenimiento' personal como shampoos, jabones, crema corporal, gel para después de la afeitada, prendas de vestir, ropa interior, pañuelos, pantuflas o artículos de cocina. Tampoco es conveniente colonias ni perfumes, a menos que se conozca el nombre y la marca de la fragancia que usa la persona que recibirá el obsequio, pero que, sin duda, sobrepasa el monto acordado, lo cual no es de buen gusto, ya que queda para un plano personal.

Asimismo, no olvidar la presentación del regalo, una envoltura elegante y linda es muy importante. Jamás utilizar reciclaje de papel y menos entregar un obsequio sin envoltura.

Hay que considerar que la ausencia de tiempo puede generar algunos errores que a simple vista nos hacen caer en presentes de mal gusto o inapropiados, como también la falta de consideración por la persona que recibirá el regalo, al no tomar en cuenta sus gustos, estilo u hobbies. Sin duda, la acción de regalar implica tiempo y observación de nuestro amigo secreto, para que nuestro regalo no se transforme en invisible.