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Así fueron las 30 horas en que Fidel Castro "revolucionó" a la Región

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Fue en un avión de la línea Cubana de Aviación que Fidel Castro -uno de los líderes más controvertidos de la historia contemporánea y que falleció en La Habana a los 90 años- arribó a Concepción el 17 de noviembre de 1971.

Eran las 12.44 horas de aquel miércoles y comenzaba una visita que se extendería por casi 30 horas, lapso en el que visitó la Universidad de Concepción, las instalaciones de Huachipato, se reunió con mineros del carbón en Lota y llegó hasta Tomé. Todo, en una intensa agenda marcada por sus discursos, efervescencia y anécdotas que todavía hoy quedan en la retina de quienes compartieron con él durante el recorrido (testimonios en página 4).

Castro había llegado al país el 10 de noviembre, para celebrar el primer año de Gobierno de Salvador Allende, elegido democráticamente, experiencia que contrastaba con la lucha armada que llevó a Castro al poder en Cuba.

Sobre este tema, precisamente, fue consultado en un encuentro en la Universidad de Concepción, donde planteó que "en realidad yo no soy quien debe juzgar el Gobierno chileno. Puedo dar mi opinión sobre si es un proceso (la vía chilena al socialismo) reformista o un proceso revolucionario, pero la discusión debe ser entre ustedes".

El recorrido consideró también un encuentro en Playa Blanca de Lota, donde participaron unos cinco mil mineros del carbón y pronunció un encendido discurso.

La visita al país de quien a esa fecha ostentaba el cargo de primer ministro de Cuba, se prolongó por 23 días (terminó el 4 de diciembre), a pesar de que la idea original era que se extendiera por diez días.

Durante esas semanas Castro conversó con Allende sobre la realidad latinoamericana y le regaló un fusil AK-47 de culata plegable, el mismo con que el mandatario se quitó la vida el 11 de septiembre de 1973.

El líder que puso a Cuba en el centro de la Guerra Fría

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Fidel Castro, el hombre que condujo el destino de Cuba durante casi medio siglo, falleció en La Habana a los 90 años. Castro se había retirado formalmente del poder en 2006, a consecuencia de una grave enfermedad, pero el peso de su ascendencia sobre el régimen que fundó nunca dejó de estar presente. Desde ese año, gobernaba Raúl, pero inspiraba Fidel.

"Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo, que hoy 25 de noviembre del 2016, a las 10.29 horas de la noche (hora local) falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz", sostuvo el Presidente de Cuba, Raúl Castro, visiblemente emocionado, a través de la televisión pública.

Al frente de una revolución que, al poco de triunfar, puso a Cuba entre los grandes protagonistas de la Guerra Fría, Fidel Castro fue actor y sobreviviente destacado en el tablero de las complejas tensiones de la segunda mitad del siglo XX. Esto, en una época en que las superpotencias se repartían las esferas de poder en el mundo, al alero de la confrontación ideológica entre capitalismo y socialismo y con la amenaza de la destrucción mutua asegurada siempre amenazante en el horizonte.

Castro fue tan odiado como admirado; ícono revolucionario, para algunos, dictador inmisericorde, para otros. Con todo, a lo largo de sus casi cinco décadas en la cúspide del poder, la mayoría siempre le reconoció carisma y una capacidad de liderazgo poco comunes. A muy pocos dejó indiferente su polémica personalidad, aquella que reveló desde joven, cuando advirtió que sólo buscaría "el juicio de la historia".

JUICIO DE LA HISTORIA

"Condénenme, no me importa, la historia me absolverá", fue la frase que pronunció en 1953, con 27 años, ante el tribunal que lo condenó por el asalto al cuartel Moncada, su primera acción armada contra la dictadura de Fulgencio Batista, a quien acabaría derrocando en 1959.

Fidel Castro se mantuvo en el poder 49 años y 55 días marcados, entre otros hitos, por el enfrentamiento con los diez gobiernos estadounideses con los que lidió, su derivo ideológico y posterior alianza con la Unión Soviética, la crisis de los misiles que tuvo al mundo al borde de la tercera guerra mundial, el intento de invasión de la disidencia cubana con apoyo de la Casa Blanca en Bahía Cochinos, el embargo económico, su influencia sobre los movimientos de izquierda y subversivos en América Latina, la crisis económica en que se hundió la isla tras el derrumbe soviético y la revolución "bolivariana" capitaneada por su pupilo venezolano, Hugo Chávez, quien se convirtió en el principal aliado de la Cuba castrista en siglo XXI.

LA BIOGRAFÍA

Nacido el 13 de agosto de 1926 en Birán, su padre fue un emigrante gallego que terminó siendo terrateniente: la severidad y la formación que recibió de los jesuitas influyeron en el carácter de Fidel Castro. Fue en la U. de La Habana donde Castro se formó como líder estudiantil, mientras concluía la carrera de Derecho y partía sus andanzas políticas.

Tras el fracaso del asalto al Moncada, estuvo en la cárcel durante casi dos años y luego se exilió en México. Allí conoció al Che Guevara, con quien volvió a Cuba a bordo del yate "Granma", junto con otros 82 expedicionarios. A su retorno a la isla, comenzó la lucha guerrillera de Sierra Maestra, que se extendió entre 1956 y 1959.

Derrotó a Batista, en gran medida, porque aprovechó el descontento social de un país joven que vio en él a un líder capaz de reinventar la identidad nacional.

Castro creó en Cuba un "comunismo caribeño" con base marxista-leninista. Sin embargo, su dimensión política no se entiende sin su principal enemigo y obsesión: Estados Unidos, el "imperio" que, según el régimen cubano, intentó deshacerse de él hasta 600 veces y con los métodos más dispares e inverosímiles.

PESAR Y FESTEJOS

En Chile, la Presidenta Michelle Bachelet calificó a Castro como "un líder, por la dignidad y la justicia social en Cuba y América Latina", dichos que generaron críticas en algunos sectores. El ex Mandatario Sebastián Piñera dijo que "sin duda que hay protocolos y hay diplomacia, pero lo cortés no quita lo valiente". El timonel de la UDI, Hernán Larraín, en tanto, afirmó que "proclaman libertad y son los primeros adoradores de un régimen castrista".

La muerte de Castro generó celebraciones entre los exiliados cubanos en EE.UU., mayormente concentrados en el estado de Florida, y muestras de pesar o de respeto de algunos gobernantes . Al poco del anuncio, la Pequeña Habana de Miami se llenó de vida y celebraciones. Miles de personas golpearon cacerolas, ondearon banderas cubanas y gritaron de júbilo. "¡Cuba sí! ¡Castro no!", coreaban unos mientras que otros gritaban "¡Cuba libre!".

El Presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que su país tiende "una mano de amistad al pueblo cubano". "La historia registrará y juzgará el enorme impacto de esta personalidad singular sobre el pueblo y el mundo a su alrededor", agregó. A su vez, el Presidente electo estadounidense, Donald Trump, expresó su pensamiento en un tuit muy conciso incluso para esa red social medio: "¡Fidel Castro ha muerto!".

Los homenajes al fallecido líder -cuyos restos serán cremados- comenzarán mañana, mientras que sus funerales se realizarán el 4 de diciembre.