Una nueva y fructífera jornada de preseas, cinco de ellas de oro, sumó Biobío en el atletismo celebrado en el complejo Quilamapu de Chillán y que sólo se vio empañada con la descalificación del equipo femenino en la 4x100, una de las especialidades en que la Región acostumbra dominar en el certamen binacional.

Una de las doradas significativas fue de Paulina Burgos, quien tal como el lunes en los 1.500, volvió a confirmar su altísimo nivel, esta vez en los 3 mil metros planos. La lotina y la chubutense Paula Martínez animaron una sostenida lucha por la punta y en los últimos 400 metros se "destapó" para sacar una tranquilizadora ventaja rumbo a la meta. "Tenía planeada la táctica de atacar y además en el ritmo que más me acomoda", comentó la carta del Club Juan Silva de Lota que marcó 10:11,18, seguida por Martínez (10:19,50) y la magallánica Katalina de Las Nieves Muñoz (10:21,52). Ahora va por la prueba pedestre de 5 kilómetros.

Quien también vive su último ciclo en los Juegos es Rafael Muñoz, carta del Club Atlético Coronel que barrió en los 400 con 48,67, seguido por Cristóbal Muñoz (Los Lagos), con 49,83 y Cristian Reyes (Río Negro) con 50,75. "El oro era ahora o nunca, así que feliz por el trabajo con mi 'profe' (Jaime del Campo), mi familia, que es la que me auspicia y Fundación Educa Deporte, que me apoya", cuenta el "rostro" de los Juegos extenuado por el esfuerzo.

El tercer oro fue de Paula Véjar, que a primera hora y pese al viento en contra (tónica en varias pruebas del día) se impuso en los 100 con 12,84, seguida por Olga Díaz de La Araucanía (12,93) y Valentina Keim de Los Lagos (13,08). La alumna de 3º año medio del Saint John's y carta de la UBB espera hacer la gracia en los 200 m/p.

La chillaneja Rafaela Ramírez, a las puertas de cumplir 15 años este domingo, dio el gran golpe al colgarse el oro en el salto alto. Su listón de 1.60 metros fue inalcanzable para Anahi Luzuriaga y Valentina Soto, ambas de La Pampa con 1.550. En efecto, enfrentarse a las argentinas era su principal inquietud. "´Me había preparado muy bien junto a mi entrenador (Samuel Caroca) pero nunca había competido ante niñas de Argentina y por eso estaba algo ansiosa", cuenta la alumna del Padre Hurtado de Chillán. Una tremenda carta tiene Biobío para las futuras ediciones de los Juegos.

El quinto oro fue gracias al potente brazo de Ignacio Toledo (17), que no tuvo rivales en el lanzamiento de la jabalina con un registro de 56,860 metros, seguido por Julio Ayala (Santa Cruz) con 52,000 y Sebastián Chepo (Río Negro) con 49,960. "Venía con la ilusión de dar más, ojalá batir el récord y dejarlo muy alto, pero para la otra será. Estos son mis primeros Juegos y feliz por ser parte de la selección. Espero quedarme por un buen tiempo", apuesta el oriundo de Talcahuano que acaba de salir de 4º medio del Liceo La Asunción.

CAÍDA "OLÍMPICA"

"Te juro que no fue intencional, para nada", confiesa María José Moscoso (19), quien protagonizó una caída al más puro estilo de la bahameña Shaunae Miller en los Juegos Olímpicos de Río. En una estrechísima definición de los 400, la tomecina tropieza llegando a la línea de meta y cae de bruces al rekortán asegurando el tercer lugar de la prueba con 1:01,14, detrás de Karina Mendoza (Araucanía) con 59,71 y Vanesa Angulo (Los Lagos) con 1:00,95.

La carta del Club Atlético Coronel le resta importancia a sus heridas. "Lo que menos me dolió fue el porrazo, sino el cansancio que dejan los 400. Me siento bien y lista para lo que viene", comenta la risueña atleta que cursa Enfermería en la UdeC y va por los 200 y la 4x400. "Son mis primeros y últimos Juegos. Siempre quedaba por poquito fuera del proceso de selección. Es que la Región tiene un alto nivel de competencia, pero al fin pude cumplir mi sueño", sostiene.

Cuarta, por tres centésimas, resultó Monserrat Sabag, quien se toma con humor la definición con su compañera. "Me ganó por poquito, pero igual contenta. Aún tengo el cansancio del Sudamericano del fin de semana y eso me pasó un poco la cuenta", comenta la penquista que corre por la UBB.

Jornada se cerró con bronces de Jeison Arancibia en los 5000 m/p y la 4x100 varones.

Gran comienzo para el judo del Biobío en Los Ángeles con la actuación de Claudio Palma (60kg) y Ariel Salas (55 kg), dueños de plata y oro, respectivamente.

Independiente de la región, el público y los competidores gritaban "Chile, Chile" si uno de los dos finalistas era local. Y es que la sangre pesa, sobre todo en este tipo de competencias. Biobío no fue la excepción y dos locales llegaron a sus respectivas finales.

Ariel Salas (55 kg) accedió a la final de su categoría y derrotó en reñido duelo a Neuquén para obtener el primer oro para la disciplina. "Entré con la misma mentalidad de siempre y pensé sólo en ganar", señaló celebrando junto a sus compañeros.

Claudio Palma (60kg), en la última instancia, tuvo al frente a Leandro Figueroa de Río Negro y un error táctico le dio el segundo lugar. "Llegué a la final con todos mis combates ganados pero un error técnico me dejó fuera ya que mi rival lo aprovechó de muy buena manera", sostuvo satisfecho con su rendimiento.

El sensei Alejandro Covarrubias se manifestó contento por el trabajo de sus alumnos y dijo que "se cumplió el primer objetivo de sumar medallas. Ambos (Salas y Palma) debían llegar por lo menos a la final y cumplieron así que nos vamos con oro y plata en el primer día".

La jornada de judo en el flamante polideportivo angelino continúa hoy a las 10:00 con la clasificatoria y el campeonato a las 19:00.