Capacitación busca mejorar el oficio de la dirección coral
En la entrada al templo evangélico de la Alianza Cristiana y Misionera, ubicada en la esquina de las calles Maipú con Lautaro, Manuel Palma nos recibe con una sonrisa.
Y no es para menos: al interior del edificio se encuentra un grupo de 20 personas, todos directores de coro en colegios o iglesias de sectores rurales de la Región -este año se sumaron 10 provenientes de Parral-, quienes participan en la segunda versión del curso de Dirección Coral.
Esta iniciativa, traducida en cuatro sesiones realizadas todos los sábados de octubre, fue impulsada junto a Priscilla Osses (directora de la Corporación Sinfónica) frente a una gran necesidad que reconoció Bustos hace tres años, cuando realizaba una capacitación para estos directores en colegios.
"Esto nació, porque hablaba con algunos de los participantes ahí y vi que no tenían la preparación técnica (...) No se dictaban cursos para directores de colegios en los conservatorios de música de Concepción. Entonces, ¿dónde quedan ellos? Ésta es, digamos, la oportunidad que tienen para capacitarse", relata.
MEJORAR EL NIVEL
El objetivo de esta capacitación, comenta el organizador, es para que después ellos traspasen todo lo aprendido a sus dirigidos en sus respectivos coros. "Se logra así elevar tanto el nivel musical del coro como la calidad musical en sus sectores", apunta.
Manuel Palma es un antiguo integrante del coro de la Universidad de Concepción, y por ello las sesiones contaron con el apoyo de Carlos Traverso, director coral de la Orquesta Sinfónica, y Carola Bravo, docente de la Escuela de Arte en la misma casa de estudios.
La implementación del curso es a partir de cuotas mínimas, ya que todo esto fue pensado sin fines de lucro. "La gracia aquí es que corremos por cuenta propia (...) Carlos, Carola y yo 'lo hacemos por amor al arte', como lo decimos en la jerga musical (risas)".
En este sentido, Palma se muestra agradecido de la disposición demostrada por el pastor Héctor Arias, quien facilitó todas las dependencias para llevar a cabo el perfeccionamiento artístico.
- El año pasado llegaron 37 directores, ahora fueron 20. Lo que más han hecho es dar las gracias, porque nunca habían participado en un curso de esta naturaleza. Ellos leen música, pero dirigen un coro por intuición (...) Con esta capacitación saldrán como directores.
HERRAMIENTAS ÚTILES
El taller no se basa en documentos o teorías para enseñar. Al contrario, los alumnos deben ensayar una y otra vez para ser corregidos e interiorizar todo. Deben ser metódicos, ya que este oficio sólo es posible dominarlo a través de la práctica.
Gabriela Arriagada, una de las directoras provenientes de Parral, cuenta que supo de la iniciativa cuando llegó una invitación del pastor de su iglesia. "He hecho varios cursos, pero éste en particular me encantó, porque nos entregaron más herramientas, cosas más técnicas", dice.
Paulina Castillo, oriunda de Guarilihue, complementa su participación realizada el año pasado. "Hay cosas que uno enseña erróneamente por desconocimiento, sin embargo, aquí nos han aclarado conceptos y hemos aprendido mucho", destaca.
En el caso de los relatores, Carlos Traverso menciona que antes ya había realizado clases de canto o de técnica vocal. Pero desconocía cómo sería el resultado final.
"El año pasado fue la primera experiencia que tuvimos, nadie sabía cómo iba a resultar. Eso nos permitió hacer un mejor diagnóstico de cuáles eran las mayores falencias y lo que había que trabajar más", comenta. "Ésta ha sido una experiencia interesante, ahora, el ideal sería el tener la posibilidad de trabajar, no sé, 60, 90 horas, en vez de trabajar sólo 10 minutos con una persona poder estar una hora completa", expresa.
Carola Bravo manifiesta el mismo punto a mejorar, ya que es un oficio que requiere práctica.
"Esto no es algo que se aprende en cuatro sesiones, así que le otorgamos las herramientas básicas para que puedan comenzar desde ahí. Uno siempre debe ir corrigiendo, se necesitan varias intervenciones para mejorar y en un tiempo tan acotado no alcanza. Y hay que considerar los factores humanos, porque los viajes de traslado son de 1 ó 2 horas", dice.