Durante 20 años se dedicó a la publicidad, siendo director de una de las empresas más grandes del país, hasta que a los 40 años se dijo que tenía un sueño pendiente, que era ser un mago profesional. Para eso se preparó y dejó todo para dedicarse a esto.
Es Aldo Duce, quien aparte de enfocarse en el espectáculo, también hace charlas motivacionales mezcladas con trucos, apuntando a que los sueños se pueden hacer realidad. Estuvo en el Duoc UC sede Concepción dictando su "Charla Mágica", en el marco de la Expo Laboral e invitado por Desarrollo Laboral y la Escuela de Administración y Negocios, ocasión en que se dio un tiempo para conversar sobre cómo se pueden alcanzar las metas personales, lo que significa trabajar en equipo y "que la gente se vaya inspirada y así pueda lograr sus objetivos".
PASOS
Dijo que como trabajador o lo que sea siempre hay metas autoimpuestas o que está obligado a conseguir. "Por ejemplo, yo hago muchas charlas a las fuerzas de venta de las empresas, porque siempre están con objetivos y a veces duros. Pero yo les demuestro que esa finalidad no es tan rígida, que es alcanzable y se puede lograr dando ciertos pasos lógicos y que funcionan", expuso.
Esto, aclaró, sirve para cualquier público. A modo de ejemplo, comentó que la meta de cuidar la previsión y de lograr una buena pensión también es lograble.
Asimismo, ha hecho muchas charlas relacionadas con emprendimiento, donde para lograr el éxito, hay que caer muchas veces. "Yo también cuento mi caso, porque esto es un hobby que transformé en un negocio exitoso. Cuando me reúno con gente que está iniciando nuevas cosas, le doy el foco de como una pasión se puede llevar a un negocio", comentó.
Duce coincidió con Francisco Undurraga, hermano de Teresa, fundadora de "Emporio La Rosa", en cuanto a que uno de los errores que comete un emprendedor es que se enamora de su negocio y no lo ve como tal.
Para el publicista y mago, a veces ocurre que una persona se apasiona tanto, que se olvida mirar los números. "En ocasiones uno se embala, mete dinero y no sabe si esas platas van a retornar. Ese es un error que cometen muchos pequeños empresarios, que no ven las proyecciones, cuando es necesario mirarlas, porque es la única manera de que las cosas funcionen de forma adecuada y que finalmente rente, porque esa es la finalidad", destacó.
ASESORÍA
Para poder llegar con ese mensaje, Duce contó que desde su experiencia, antes de embarcarse en el mundo de la magia y las charlas, primero investigó, se preparó, viajó para ver que pasaba en el mundo, desarrolló un producto, formó equipos para que todo funcionara.
Expuso que si todo lo hubiese hecho por puro instinto o tincada a lo mejor no funcionaba. Por eso, cree que siempre hay que buscar asesoría y buscar gente que ayude en los ámbitos en que se es débil. "Habitualmente, cuando uno es emprendedor, a menos que se sea ingeniero comercial, cuesta meterse en el tema de los números o análisis un poco más profundos y para eso hay que pedir ayuda, algo que a veces cuesta porque uno se cree todopoderoso".
Aldo Duce afirmó que no le costó que lo tomaran en serio, porque lleva 15 años haciendo espectáculos de magia y, de hecho, la idea de hacer charlas mágicas surgió de una empresa que se la pidió, no había reparado en que podía hacer esto. "Me plantearon que había hecho un cambio en mi vida, que me reinventé y que eso debía contarlo, porque era inspirador. Así formé esto, de a poco lo he ido moldeando y llevo tres años con esta iniciativa. Me funciona muy bien y la gente se va muy contenta, inspirada", sostuvo.
Estimó que hay charlas muy buenas, con power point y muchos elementos, pero no son desde la experiencia. En cambio, en su exposición cuenta su vida y en paralelo la gente la vive, porque va haciendo un espectáculo y entretenido.
De hecho, señaló que hace ver a los asistentes la idea de tener magia en la vida, porque así se puede ser más reactivo, más emprendedores, más abierto a captar oportunidades, de ver las cosas simples que da la vida, que muchas veces no se aprecian. "Esto hace que el trabajo sea entretenido y que se genere buena vibra con los demás, porque esto al final crea un trabajo eficiente".
A modo de ejemplo, comentó que el año pasado lo llamaron los concesionarios de una marca japonesa de vehículos porque las ventas estaban bajas por el complejo escenario económico. "Armé una charla justo cuando Chile ganó la Copa América. Junté el triunfo de la selección y armé todo un tema motivacional. A fines del año pasado, la empresa fue la mejor concesionaria del año en Temuco".
Por eso, estima que la alegría hace falta en las empresas, porque si el trabajo es monótono o plano, el resultado será igual, pero si se dan matices, sorpresas, novedad, entretención y un mundo lúdico, el empleado hará su labor con mucho más entusiasmo.