Incertidumbre asoma otra vez en el mundo pesquero regional
Un nuevo capítulo se abrirá en la historia pesquera de Chile en los próximos días. Eso, una vez que la Subsecretaría de Pesca entregue a la Presidenta de la República el informe realizado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que recoge propuestas de trabajo para la revisión de la actual Ley General de Pesca y Acuicultura (Lgpa).
El pasado 4 de mayo se realizó en Valparaíso el último proceso consultivo del equipo profesional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) con diversas entidades públicas del país, concluyendo un trabajo que duró de 8 meses y que forma parte del compromiso establecido en el programa de gobierno de la Mandataria.
Ahora, sólo queda esperar los resultados de dicho informe, tal como lo señaló la senadora Jacqueline van Rysselberghe, miembro de la Comisión de Pesca del Senado. "Seguramente habrán analizado aspectos sobre cómo se está manejando la biomasa y en ese contexto cómo funciona la Ley, pero habrá que esperar hasta conocer en detalle el informe y evaluar qué cosas la FAO considera que hay que modificar para poder plantear algunos cambios a la ley si es que corresponde", dijo.
Pero la incertidumbre ya se instaló en el mundo pesquero de Biobío y los principales actores están expectantes sobre las eventuales modificaciones a este cuerpo legal.
Aunque en este negocio son muchísimos los intereses en juego debería prevalecer el sentido común y la mirada a un horizonte de largo plazo de manera que el Estado, dueño de los recursos, asegure la sustentabilidad de éstos para las generaciones venideras.