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"Abuso y acidez" se torna en un espejo de la sociedad presente

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Si esta exposición hubiera tenido el más amigable de los títulos, igual resultaría una provocación.

Es que desde su apertura el año pasado, la sala de Arzobispado de Concepción prácticamente nunca había recibido una propuesta tan "provocativa" como "Abuso y acidez", que inauguraban ayer los artistas locales Juan Pablo Bascur y Cristian Venegas.

Ambos arquitectos, introducidos en las artes visuales hace 25 y 18 años, respectivamente; proponen un acercamiento de carácter simbólico y personal a dos conceptos muy propios de la sociedad contemporánea. "El abuso y la acidez son cuestiones actuales en las noticias diarias", apunta Bascur, palabras que su colega también lee desde otra mirada. "El abuso interpreta el disfraz del poder sobre el más débil", indica.

LECTURA Y REFLEXIÓN

La muestra estará abierta hasta el 16 de octubre próximo. Durante este tiempo el visitante se encontrará frente a una propuesta muy bien acotada a los conceptos planteados. Bascur propone un trabajo de 8 pinturas en técnica mixta , mientras que Venegas colma el espacio con un díptico de 187 x 176 centímetros, también en técnica mixta ("Abuso").

- (Bascur) Básicamente, porque se nos da lo profesional y lo irreverente en nuestro arte. Queremos ofrecer una diversidad en los ángulos interpretativos del acontecer actual en sociedad. Es ofrecerle mayores posibilidades al espectador en el diálogo junto a sus pares interpretativos.

- (Venegas) También por la satisfacción de mostrar y proyectar trabajos visuales desde la Región. Esta es la segunda vez que realizamos trabajos juntos y los objetivos han coincidido con temas de contingencia política muy bien.

Aunque la obra de Venegas fue realizada en 2005, nunca expuesta anteriormente. "Satisface una serie de interpretaciones sobre el despotismo del anti sentido al valor ético (...) Es en una de esas dicotomías de la realidad, en que se ve a un ave pelágica que emula el disfraz que tomamos cuando ocultamos el anti sentido de nuestras acciones. Es una obra claramente sub-real y con intención de mensaje", señala el artista, para quien la arquitectura se cruza con el arte por su versatilidad.

Ahonda aún más en el título, ahora proyectado como tema social. De hecho este detalle es el que justifica su exhibición.

"Hoy en día (el abuso) es un tema país para que se puede representar a través del arte. Si recordamos a mediados de los 80 existían clases de Educación Cívica para conocer las políticas de Estado. Luego, los congresistas sacaron Música y Técnicas Manuales, y hoy no existe Filosofía. Es un abuso ácido el que nuestros alumnos crezcan y aprendan a ser autómatas y no personas", expresa.