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Trabajo por cuenta propia: Segmento creciente y desafío pendiente

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Conocida la cifra de 7,1% correspondiente a la tasa de desocupación entregada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el trimestre móvil mayo-junio, la más alta desde septiembre de 2011, ocurren varias proyecciones en línea con los analistas del mercado, que, dicho sea de paso, esperaban una cifra levemente inferior.

Hacia diciembre, deberíamos esperar un incremento en la tasa, el cual estaría presionado por el sector de la construcción. De acuerdo con lo informado hace unas pocas semanas por la Cámara Chilena de Construcción, esta cifra podría estar sobre el 10,0% a fines del presente año para esta industria.

Ahora bien, en mayo pasado, la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entregó un informe augurando que el desempleo en la región aumentaría en el año 2016 a causa del deterior económico regional y que esta tasa se debería ubicar sobre el 7,0%. Brasil superó el pronóstico con creces anotando en agosto un 11,6%, mientras que Argentina informó una cesantía de 8,5%.

Si bien el escenario para la región no es bueno, tampoco lo es para nosotros, sobre todo por el aumento en una dimensión que requiere de una gran preocupación: "Trabajo por Cuenta Propia". Durante el presente año, el INE ha informado que esta modalidad ha tenido un incremento sobre el 6% registrando en la última entrega de información un 7,6%, cifra para analizar con un poco de más detención.

El problema del trabajo por cuenta propia es que no siempre está asociado a condiciones labores dignas, y caen en él actividades como el comercio informal, los trabajos independientes o "pololitos", con bajo ingresos y escasa o nula protección social.

La OIT, bajo la dirección general del chileno Juan Somavía Altamirano, (1999 - 2012), definió el concepto de trabajo decente como aquel que se realiza en condiciones de libertad, equidad, seguridad social y dignidad humana.

Desde el punto de vista de la seguridad social, el trabajo por cuenta propia, generalmente no destina recursos para prever una pensión digna ni tampoco para acceder a prestaciones de salud.

Los altos niveles de expectativas de vida en Chile (80,5 años promedio) que nos ponen cerca de países desarrollados como Canadá cuya población se estima que alcanzará los 82,2 años, no se condicen con los bajos niveles de seguridad social de un número de trabajadores que va en aumento.

Este nuevo fenómeno laboral obliga a pensar en ese futuro que cada día se acerca a pasos agigantados de modo que cuando llegue no sea tarde y nos enfrentemos a pensiones asistenciales y salud pública con las limitaciones por todos conocidas.

El trabajador por cuenta propia supuestamente ejerce independientemente una profesión u oficio pero no tiene ningún empleado a sueldo o salario. Es la definición teórica de un grave problema que ya está empezando a ocurrir en la práctica.

¿Malformaciones letales como causal de aborto?

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Frente al proyecto que permite el aborto, y más allá de las ideologías, nuestros legisladores están en pleno proceso de análisis para tomar una decisión bien informada, por lo que los argumentos médicos cobran fuerza.

Respecto de la primera causal del proyecto, referente al peligro de vida inminente de la madre, ya se ha establecido que se trata de legislar sobre lo que la práctica médica realiza habitualmente, de modo que su análisis debe considerar la lex artis. Respecto de la tercera causal referente al embarazo consecuencia de una violación, no hay motivos médicos para intervenir, y no resulta comprensible la discriminación arbitraria que implica privar de la vida a un no nacido en razón de su origen. Más bien parece que estamos frente a una sanción, y no se explica que se aplique la pena de muerte al no nacido.

Muchos piensan que la segunda causal propuesta, -aborto libre cuando se trata de malformaciones "letales" o "incompatibles con la vida"-, es fácil de aceptar y de realizar. Es por ello necesario detenerse en esta casual, ya que aquí caben precisiones médicas fundamentales.

Después de la trisomía del cromosoma 21 o síndrome de Down, las trisomías 13 y 18 son las anomalías cromosómicas más frecuentes en la especie humana. Éstas se han considerado el ejemplo típico de malformaciones letales, por lo tanto susceptibles de ser incluidas en una lista que el proyecto hiciera para permitir el aborto.

Sin embargo, actualmente la sobrevida reportada a un año del nacimiento para estas dos anomalías es de alrededor del 10%. Como en otras anomalías cromosómicas existen recién nacidos que no tienen una trisomía "completa" sino variantes de ellas, y sus expectativas de sobrevida son aún mayores.

A raíz de que se han considerado malformaciones letales, la conducta tradicional ha sido no realizar intervenciones quirúrgicas en los individuos afectados. Una revisión del año 2012 en Estados Unidos mostró, sin embargo, que muchos niños y niñas con estas trisomías y defectos cardíacos congénitos, son intervenidos quirúrgicamente.

En Japón la mayoría de los afectados son intervenidos, reportándose sobrevidas hasta de 75% al año del nacimiento. Lo que esto significa es que el concepto universal de "letal", es relativo. De hecho, a lo largo de la historia de la medicina se ha usado en numerosas circunstancias que luego han dejado de serlo,.

Otro punto relevante es que el diagnóstico de estas anomalías es muy impreciso en todas partes del mundo, con errores que van desde el 50 al 80%; el diagnóstico se sospecha habitualmente en el segundo trimestre de la gestación; no es ni puede ser realizado por médicos generales; el 90% de los especialistas capacitados está concentrado en la Región Metropolitana; el diagnóstico debe corroborarse con un segundo observador; debe realizarse muchas veces determinación de cromosomas fetales; y, finalmente, cuando son abortados, una gran mayoría de los fetos afectados nace vivo, ocurriendo la muerte en tiempos variables que pueden incluso ser de un mes o más.

A mayor abundamiento, las cardiopatías congénitas están en el Auge de modo que estos niños nacidos vivos tienen derecho a ser intervenidos. El proyecto presentado no se hace cargo de ninguno de los aspectos recién señalados.