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Internas del Manzano escaparon del encierro con su imaginación

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No es primera vez que el escritor antofagastino Patricio Jara (1974) realiza un taller para reclusos. De hecho cuenta que la primera experiencia en este ámbito fue hace dos años en la ciudad que lo vio nacer. "El año pasado hice otro en Santiago", cuenta el autor de la recién lanzada novela "Antipop", en librerías.

Sin que sea ésta la vencida, ni mucho menos, Jara tuvo ayer la oportunidad de compartir experiencias y darle consejos literarios a 40 internas de la sección femenina del complejo penitenciario El Manzano.

La sensación, dice, fue gratificante. Ello, porque las "noveles escritoras" mostraron sus habilidades narrativas, en el inicio del ciclo de talleres creativos "Concepción en 100 Palabras". Éste se va a desarrollar en la Región hasta el 11 de septiembre, con otros autores invitados.

En su quinta edición en la capital regional, el certamen literario presentado por Minera Escondida, Fundación Plagio y coorganizado por UdeC, además del aporte de la unidad local de Gendarmería; la del Manzano fue una experiencia por partida doble.

"Por un lado, se trata de un taller con personas como cualquier otra, que está en un contexto específico (privados de libertad). Hay gente de diferentes edades, jóvenes, adultas, gente que lleva mucho tiempo en la cárcel y otras recién (...) Esa misma variedad también se en las ciudades, cuando haces talleres", apunta Jara.

"Ellas ponen mucho más énfasis en las temáticas. Se ven ciertos aspectos que se vinculan con el pasado, pero también harto sobre el futuro. En ese sentido, estos talleres logran concentrar súper bien las expectativas de ellas. La escritura se transforma en una manera de dejar constancia de una realidad (...) Se trata de poner sus aspiraciones. Cuando uno pone por escrito lo que piensa o sus experiencias, finalmente, se entienden de otro modo, mucho mejor", suma como segundo punto.

OTRAS LIBERTADES

La iniciativa de extender el concurso al mundo carcelario responde a una convenio que la Fundación Plagio y Gendarmería de Chile pactaron en 2013, pensando en mejorar la calidad de vida de segmentos vulnerables.

Y aunque literalmente las internas perdieron contacto con la ciudad y sus transformaciones, igualmente dieron curso a su imaginación. Lo proyectaron en letras e ideas guiadas por quien se hizo cargo de prender su sensibilidad.

"Ellas llevan la imaginación a niveles insospechados", indica Jara, para quien uno de los aspectos claves del taller es compartir un cuento breve, en no más de 100 palabras. "Te invita a conocer las estructuras, dar ideas y consejos acerca de este género. Al mismo tiempo, busca entusiasmar a la gente a escribir, que le pierda el miedo al cuento breve. Creo que todo el mundo tiene algo qué escribir y qué contar. Cada ciudad se va construyendo a partir de las experiencias de sus habitantes para conformar su identidad cultural", anota el escritor, que lanza por estos días un libro sobre Slayer.

- En Concepción confluyen muchas ciudades que la hacen más variada. A diferencia de otras ciudades acá hay mucha más interacción con comunas aledañas más coexistencia. Hay hechos sociales y de la naturaleza que marcan las historias de las personas, como también ver cómo éstas crecen y cambian en algunos aspectos y se mantienen en otros. Eso es algo muy entretenido, me parece.

Lógicamente, comenta, hay elementos que se ven todos los días: el cerro, mar, vegetación, la humedad, la lluvia. "Pero cuando adquieren una dimensión literaria y son puestos por escrito logran traspasar el hecho cotidiano. De este modo, alguien que vive en Punta Arenas puede leer las historias de Concepción y, finalmente, terminará conociendo la ciudad.