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Pequeños ganaderos logran abrir su primera tienda de cortes gourmet

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La alta estacionalidad de la producción que reduce la capacidad de negociar y obliga a liquidar la producción en un periodo acotado de tiempo, la baja economía de escala que poseen los sistemas productivos individuales y la escasa agregación de valor factible de alcanzar en la producción primaria del negocio, son algunos de los principales problemas que derivó en una sola decisión; asociarse.

Es el ejemplo de 10 pequeños empresarios ganaderos de la provincia de Ñuble que la semana pasada dieron un gran paso al poner en marcha la empresa Carnes la Pradera, abriendo a público su flamante primer local en el centro de Chillán.

La materialización de esta iniciativa es el resultado del Proyecto Asociativo para la Microempresa (PAM) de Corfo, en el que participan seis productores de la comuna de El Carmen, tres de San Ignacio y uno de Bulnes, todos criadores y comercializadores de terneros, que en total suman unas 276 hectáreas de praderas dedicadas a la ganadería de carne bovina, con un número de más de 300 vientres, donde predominan las razas de origen británico, donde destacan Angus Rojo y Angus Negro (85%). En menor cuantía, mantienen razas como Overo Colorado y Hereford.

El objetivo del proyecto es fortalecer la competitividad y aumentar la rentabilidad del negocio de producción y comercialización de carnes rojas, a través de la formación de una estructura asociativa comercial, incorporando diferenciación y valor agregado a sus productos, de acuerdo a los requerimientos del mercado.

Oriana Burgos, gerente del proyecto y de Carnes La Pradera, contó que "pasamos el proceso de evaluación y factibilidad técnica y en 2014 recibimos la primera ayuda económica para iniciar el proceso".

El proyecto tiene una duración de tres años. Durante los dos primeros, se hizo todo el desarrollo y capacitación en tecnologías y nuevos procesos en torno a la trazabilidad de la carne (registro digital de toda la cadena de producción, desde el nacimiento del animal hasta su comercialización). Esta es una tecnología de difícil alcance para el grupo de productores, lo que fue posible gracias a la implementación de este proyecto.

En lo que queda de proyecto, el objetivo es posicionar la empresa en el mercado nacional (llegar a Santiago y a clientes empresa). También se prevé trabajar con proveedores para capacitarlos en trazabilidad y mostrarles esta alternativa, para contar con proveedores que cumplan estos estándares de calidad.

El producto principal del proyecto asociativo, es Corte de Carne envasada al vacío, envasadas en bandejas, otros productos cárnicos, para lo que se realizó la inversión en una sala de desposte con salón de ventas, local ubicado en Claudio Arrau Nº 809 (esquina Maipón) en Chillán.

Este local comenzó su marcha blanca en febrero y desde esta fecha, se constituye oficialmente como una alternativa de venta para los productores, ofreciendo un producto de origen territorial y con alta diferenciación, destacando su origen territorial y características de la materia prima (sistema de crianza en praderas, sin uso de anabólicos ni hormonas de animales jóvenes) y trazados hasta la mesa.

En el local se ofrecen variados formatos de presentación y tipos de corte, todo regulado por la Ley de Carnes (Ley Nº 19.162). Además, están en proceso de presentar una nueva línea de hamburguesas sanas que sólo contienen carne bovina, sin mezclas, bajas en grasa y sin aditivos.

La empresa cuenta con certificados SAG en la norma "Pabco A", es decir, que están al nivel del Mercado Común Europeo y que respetan el bienestar del animal y el medio ambiente.