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La tecnología puede ser un aliado para preparar la PSU

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A poco más de tres meses de que los estudiantes deban enfrentarse a la Prueba de Selección Universitaria (PSU), la preocupación ya está instalada. Organizar adecuadamente los estudios es fundamental para que el periodo previo a la rendición sea productivo.

Preparación intensiva o simples repasos a los años de enseñanza media, son algunas de las medidas que los estudiantes consideran para enfrentar este proceso.

Sin embargo, según explicó la psicóloga Alicia Muñoz, es importante que los padres, hermanos mayores y profesores conversen con los estudiantes, y les expliquen que la PSU "no es de vida o muerte".

"Existe mucha presión social por obtener un buen puntaje en la prueba. Y eso está muy mal, porque el principal error es que aunque esta herramienta no mide la inteligencia de las personas, el sistema completo hace creer que sí. Si un estudiante falla, no significa que sea tonto o flojo. Entonces es necesario que tengan la certeza de si les va mal, pueden volver a intentarlo", enfatizó la profesional.

Lo anterior configura una de las causas más frecuentes en los altos niveles de ansiedad que se da entre los estudiantes de cuarto medio.

"Si bajan el estrés asociado a la rendición de la prueba, van estar en mejores condiciones mentales, mayor claridad y mejor capacidad de recordar lo que estudiaron", agregó Muñoz.

Tener apoyo

La prueba está fijada para el lunes 28 y martes 29 de noviembre. Los estudiantes que aún no se hayan inscrito, pueden hacerlo dentro del plazo extraordinario, que va desde el lunes 12 de septiembre hasta el martes 4 de octubre.

Cecilia Jofré, académica de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad San Sebastián, sostuvo que "no se puede ni se debe considerar la PSU como la prueba que sellará lo que un joven será el resto de la vida; si bien es importante, no puede convertirse en la vara que lo mide en todas sus capacidades y que determinará una imagen de él. Son jóvenes, en proceso de cambios y de desarrollo de habilidades, tienen aún mucho por hacer y demostrar y no es acertado pensar que con esta prueba, se juegan su vida".

La académica añadió que el contexto familiar es muy relevante, ya que un hogar con padres muy exigentes y con altas expectativas respecto de los resultados, puede generar en mayores temores y angustia, dada la posibilidad fallar. "Por el contrario, padres que le den confianza y tranquilidad respecto a lo que ya sabe y aprendió, es un contexto más favorecedor y contenedor para esta etapa".

Distintas plataformas

Una de las primeras acciones que debieran hacer los estudiantes de cuarto medio o que vayan a repetir la prueba, es revisar el temario para la admisión 2017 (la información está disponible en http://psu.demre.cl/publicaciones).

Así como en el caso anterior, la tecnología puede ser un buen aliado para prepararse. Un ejemplo de esto son los preuniversitarios en línea, que, de manera gratuita, permiten estudiar desde la casa.

En distintos sitios es posible encontrar facsímiles, además de la página del Demre, donde hay pruebas de años anteriores, con sus respectivas respuestas, lo que es ideal para poder ensayar con cuestionarios reales.

Si lo anterior no es suficiente, se pueden descargar libros de PSU, con ejercicios y tips para mejorar el rendimiento.

Pero aún con todo el material de estudio disponible, siempre quedan dudas. Un espacio que puede ser altamente provechoso es Youtube, con canales de docentes que explican de manera clara y didáctica distintos contenidos.

Según explicó Muñoz "si estos meses que quedan se aprovechan adecuadamente pueden ser muy útiles, pero será necesario organizarse y crear un calendario que ordene de la mejor manera estas semanas, permitiendo reforzar las áreas que estén más débiles".

Para que lo anterior funcione, debe respetarse el horario de estudio, sin dejar de lado los tiempos de familia, amigos, deporte y recreación.

Rol de los padres en la tarea de definir la vocación

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La vocación de los hijos suele ser una preocupación de los padres una vez que éstos ingresan en la enseñanza media.

En este sentido, es común que ellos esperen que los intereses de sus hijos sean coherentes con sus propias aspiraciones o, al menos, que muestren mayor interés por profesiones o carreras que se consideran tienen una mayor estatus social y económico.

Es así que los padres pueden anteponer criterios pragmáticos a la hora de orientar a sus hijos en la elección de una profesión, aspectos que, si bien son considerados por los adolescentes, tienen menor relevancia en comparación con sus propios intereses y habilidades.

El reconocer los propios intereses y habilidades no es un proceso fácil, sobre todo en la adolescencia, que se caracteriza por un proceso de exploración constante. Esto implica cambios frecuentes en los intereses declarados, muchas veces influenciado por información que se recibe de los padres o los amigos. No debemos olvidar que se encuentran aún en el proceso de consolidación de su identidad, por tanto, no es de extrañar que a veces opten en función de lo que les señalan otros. En este sentido, es adecuado presentar al adolescente opciones profesionales a partir de las habilidades e intereses que hemos visto y experimentado con ellos como forma de orientar su decisión.

Optar por una carrera es una decisión importante y no de fácil resolución, las distintas opciones profesionales, instituciones, perspectivas laborales, expectativas, todos son aspectos que se sopesan previo a la elección. Esto sumado a la habitual pregunta "¿qué quieres estudiar?" suele generar un importante nivel de ansiedad. Tener conciencia de que es importante orientar y apoyar los intereses de los hijos, aunque sean distintos a los nuestros, no es fácil, requiere que nosotros como padres los dejemos crecer, independizarse y responsabilizarse de sus acciones. En este proceso nos corresponde acompañarlos, alentarlos y acogerlos cuando se equivocan.

Es bueno decirles directamente lo que a nosotros nos gustaría que estudiaran, pero dejándoles muy claro que la decisión es de ellos y que estaremos siempre apoyándolos.

A su vez, como padres nos corresponde favorecer que nuestros hijos aprendan que todo trabajo y profesión son valiosos, reconocer que el trabajar es significativo en sí mismo y no solo un medio de subsistencia. De esta forma, como modelos, es recomendable que nos vean satisfechos con nuestros empleos y profesiones, que si bien pueden haber aspectos que no nos agradan, hay otros positivos y valorados por nosotros. Además, el contarles nuestra experiencia cuando optamos por nuestras profesiones o cómo comenzamos a trabajar, y lo que hemos logrado gracias a ello, les entrega una perspectiva positiva del trabajo, además de ayudarlos a identificar sus propios intereses y habilidades.